Las mujeres viven en condiciones infrahumanas.
Purgan sus condenas en hacinamiento e insalubridad
Reforma
México, DF (Nuevo
Día).- Estar en la cárcel es más que un castigo para las mujeres.
Las reclusas han
denunciado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que purgan
sus condenas en condiciones de hacinamiento.
Pero, además, deben
enfrentar revisiones médicas indignas y falta de espacios para actividades
laborales y recreativas debido a un mínimo acceso a los patios en las cárceles
que comparten con hombres, de acuerdo con Andrés Aguirre Aguilar, tercer
visitador de la CNDH.
En los dos primeros
meses del año, dijo, el número de quejas ante el organismo ha tenido un
incremento.
LAS DENUNCIAS
Hasta febrero, había
62 denuncias de reclusas por presuntas violaciones a los derechos humanos. En
contraste, el total de quejas presentadas a lo largo de todo 2012 ascendió a
74, y en 2011, a 143.
“Tenemos (en las
cárceles) una falta de perspectiva de género. Las mujeres que delinquen por
cualquier causa padecen una discriminación práctica y también una falta de
atención de manera muy puntual”, explicó Aguirre Aguilar en entrevista.
En el territorio
nacional hay 10 centros estatales y 2 federales especiales para mujeres, en
tanto que 68 son mixtos.
Actualmente, los
penales mexicanos registran una sobrepoblación de 24.4 por ciento, incluidos
los centros de reclusión femenil.
OCUPACIÓN AL DOBLE
Cifras del Sistema
Penitenciario Nacional actualizadas a enero de 2013 indican que el centro de
reclusión femenil de Jalisco está ocupado casi al doble de su capacidad, pues
atiende a 475 mujeres cuando sólo está acondicionado para 256.
“No tienen espacios
apropiados para hacer actividades educativas, atender su salud, realizar
talleres. Están relegadas a espacios físicos que no están debidamente
separados. Vemos a mujeres deambulando en espacios de hombres”, reprochó el
visitador.
(NUEVO DIA/ Reforma/ 31 de Marzo 2013)
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