Patricia Dávila
MÉXICO, D.F.
(apro).- La explosión en el edificio B2 de la Torre de Petróleos Mexicanos
(Pemex), que causó la muerte de 37 personas y mantiene a 30 más hospitalizadas,
fue ocasionada por una acumulación de gas metano en los sótanos de esta unidad
administrativa, reveló Jesús Murillo Karam, titular de la Procuraduría General
de la República (PGR).
Murillo Karam
explico “que esto, en su momento álgido, propició un efecto en la estructura de
las lozas del edificio, que generó el impulso hacia arriba y, posteriormente,
la caída”. Con ello, el funcionario eliminó la posibilidad de que el desastre
haya sido ocasionado por un artefacto explosivo.
El funcionario
federal adelantó este reporte en rueda de prensa, en la que también estuvieron
el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Pedro Joaquín Coldwel,
de la Secretaría de Energía (Sener), y el director de Pemex, Emilio Lozoya
Austin.
El procurador
general de la República señaló que peritos expertos en bombas y estructuras
determinaron que esta explosión fue “difusa, es decir, lenta, horizontal y
perfectamente definida, ya que en la zona de desastre no existe el cráter
característico que dejan las detonaciones de explosivos”.
Para desestimar la
especie de que el siniestro del edificio B2 fue ocasionado por explosivos,
explicó que en una detonación fortuita las vigas de acero no se fracturan;
mientras que en un percance por artefacto explosivo sí fracturas las
estructuras.
Además, indicó que
otra prueba de que no se trató de un artefacto explosivo es que los cuerpos de
las víctimas no se desmembraron.
Las víctimas,
abundó, no presentaron daños en oídos ni existe rastro de fuego, con excepción
de tres cuerpos que correspondían a quienes trabajaban en la zona de la
explosión, los cuales se encontraron quemados, aunque aquí la causa de la
muerte fue traumatismo craneoencefálico, igual que en el caso de muchos de los
otros fallecidos.
Según el titular de
la PGR, en pruebas de laboratorio no se encontró rastros de explosivos, y si
hubiese existido un artefacto explosivo en la zona afectada, se hubieran roto todos
los vidrios del edificio.
De acuerdo con el
funcionario, el siniestro fue producto de una explosión de gas inflamable que,
al hacer contacto con una chispa, detonó.
Acerca de dónde
provino este gas, dijo que se investigan algunas hipótesis, como filtración
directa del subsuelo o a través de tubería vieja –con más de 30 ó 40 años– que
aún se encontraba en el lugar.
Además, explicó que
días después del accidente –no precisó la fecha–, el jefe de la cuadrilla que
laboraba en la zona del percance, al ver que no aparecían sus compañeros,
acudió al Ministerio Público a denunciar que instantes antes del accidente
había dejado a sus trabajadores en la zona de la que provino el estallido,
explosión que incluso lo impactó contra la pared.
La PGR mostró fotografías
tanto del edificio como de los cuerpos que se encontraron quemados; incluso,
uno de ellos aparecía con un cable incrustado en el cuerpo.
Murillo Karam indicó
que, una vez que se concluya el resto de la investigación, se determinará si la
filtración de gas se debió a una negligencia.
En torno a si
existen fallas de seguridad en el edificio de la paraestatal, respondió que aún
no concluye la investigación y, si aquéllas existieran, se deslindarán
responsabilidades.
Otras imágenes que
también mostró corresponden a una maleta que se encontró en el lugar del
siniestro y que posteriormente se dijo que contenía explosivos. Las tomas
exhibidas esta noche muestran su interior con artículos personales.
Por otra parte,
Emilio Lozoya, director de Pemex, anunció que, con excepción del edificio B2,
en el resto de las instalaciones de la paraestatal se reanudarán labores el
miércoles 6, ya que no existen daños que comprometan la estructura.
Y aseguró que se
garantizarán todos los servicios básicos, como agua, luz, aire acondicionado y
energía eléctrica; además de que los elevadores funcionarán con normalidad.
En cuanto a la serie
de percances que se registraron en los edificios de Pemex durante el 2011,
conforme lo muestra un reporte publicado por Proceso en el número que circula
esta semana, Lozoya Austin admitió que en ese año e incluso en el siguiente, en
2012, se han reportado muchas fallas, sin embargo, se negó a profundizar en el
tema.
(PROCESO/Patricia Dávila/4 de febrero
de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario