¿Tuvo el crimen
organizado alguna conexión con el misterioso accidente aéreo que le costó la
vida a la cantante méxico-estadounidense Jenni Rivera?
La artista oriunda
de California y otras seis personas fallecieron cuando el Learjet 25 cayó a
pique a más de 600 mph en las montañas de Nuevo León, en las primeras horas del
9 de diciembre. Llevará meses determinar los motivos que provocaron que el
avión privado se estrellara a pocos minutos de despegar de Monterrey,
informaron las autoridades de aviación mexicanas.
Rivera, de 43 años,
conocida como “La Diva de la Banda”, era muy popular en México y Estados
Unidos. Vendió millones de CD y protagonizaba un reality show bilingüe por
cable llamado “Yo Amo a Jenni”.
Rivera había actuado
en la Arena Monterrey de México, la noche del 8 de diciembre. Tenía previsto
visitar Ciudad de México el 10 de diciembre para grabar el programa de
televisión La Voz, según los informes de prensa publicados. En vez de pasar la
noche en Monterrey, decidió volar a las pocas horas de haber terminado su
actuación. El avión se dirigía al Aeropuerto Internacional de Toluca, en las
afueras de Ciudad de México, cuando se estrelló aproximadamente a las 3:25 de
la madrugada del 9 de diciembre, de acuerdo a las autoridades de aviación.
Compañía aérea es
parte de una investigación por drogas
Christian E. Esquino
Núñes un ejecutivo de Starwood Management, empresa propietaria del avión
siniestrado, según se informó. Los medios de prensa indican también que al
momento del accidente, Rivera estaba a punto de concretar la compra del Learjet
por $250.000, según indicó el empresario.
Esquino podría ser
el propietario de Starwood Management LLC, una empresa de Nevada que era
propietaria del avión Learjet siniestrado, según se publicó. Actualmente, está
siendo investigado por la Agencia de Control Antidrogas de EUA (DEA).
A comienzos de este
año, la DEA incautó dos aviones que pertenecían a Starwood Management, según
informó Lisa Johnson, portavoz de la DEA en Texas. Las dos aeronaves fueron
confiscadas en Texas y Arizona, precisó.
“Hay una
investigación en marcha”, añadió Johnson, señalando que no podía brindar
mayores detalles.
Vínculos con el
controvertido Jorge Hank Rhon
La DEA ha
investigado los registros de Starwood Management y toda la correspondencia
mantenida con el exalcalde de Tijuana y magnate del juego, Jorge Hank Rhon.
Durante más de 20 años, las autoridades mexicanas y estadounidenses sospecharon
que Rhon, miembro de una de las familias más ricas y poderosas de México, tenía
vínculos con el crimen organizado, específicamente con el Cártel de Tijuana,
también conocido como la Organización Arellano Félix (OAF).
El sujeto ha negado
permanentemente estar involucrado con el crimen organizado, y nunca fue
condenado por ningún delito.
En 2011, el Ejército
arrestó a Rhon por tenencia de armas y por sospechas de haber ordenado el
asesinato del hijo de su exnovia. Los soldados incautaron 40 rifles, 48
pistolas, más de 9.000 balas, 70 cargadores y una granada de gas en su
propiedad, según se publicó. Posteriormente un juez ordenó su liberación.
En la década de
1990, Esquino fue sentenciado por cargos de narcotráfico por un gran jurado
federal de Florida. Fue acusado de suministrar aeronaves para que los
traficantes de droga transportaran la cocaína de Colombia a Florida. En 1993,
se declaró culpable de conspirar para ocultar al Servicio de Rentas Internas
(IRS) la existencia, el origen y la transferencia de dinero en efectivo, por lo
cual fue sentenciado a cinco años de prisión, según se publicó. También fue
condenado por falsificar registros de navegación aérea, informó Univisión.
Problemas con Los
Tigres del Norte
Los Tigres del
Norte, una banda popular norteña, inició en los últimos años una acción legal
contra Esquino a raíz de una disputa con respecto al plan del grupo de
comprarle un jet Gulfstream, de acuerdo a los informes publicados. Esquino
accedió a pagarle al grupo $200.000, pero nunca lo hizo, informó The Los
Angeles Times.
Rivera, de 43 años,
madre de cinco hijos y abuela de dos, conocida como la “Diva de la Banda” y
famosa por ingresar al género musical grupero, tradicionalmente dominado por
los hombres, con canciones que enaltecían a las mujeres y las madres y
desdeñaban el abuso de los hombres dominantes.
Su padre, Pedro
Rivera, emigró al sur de California desde Sonora y se convirtió en un pionero
de los narcocorridos. Tuvo una enorme influencia en la cultura pop mexicana en
el área de Los Angeles.
Asimismo, fue uno de
los primeros distribuidores de las grabaciones de Chalino Sánchez, el llamado
padrino de los narcocorridos.
¿Los cárteles de la
droga tendrían motivos para atacar a Rivera?
A comienzos de su
carrera, Rivera cantaba sobre el narcotráfico y otras actividades delictivas,
según reconoció en una entrevista, de acuerdo a lo informado por Univisión.
Pero las canciones no se referían a cárteles de la droga específicos ni a
figuras del crimen organizado, recordó. Las canciones no elogiaban a las
organizaciones criminales transnacionales, añadió Rivera.
Algunos grupos
musicales de México están asociados con cárteles específicos de la droga, dijo
Liliana C. Arias, investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Por ejemplo, se dice
que la banda de Sinaloa Calibre 50 recibiría el apoyo del capo fugitivo de la
droga Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, añadió.
Violencia contra
cantantes de narcocorridos
Cantar narcocorridos
puede ser peligroso. Más de una docena de músicos de este género fueron
asesinados entre 2006 y 2008, según los informes de prensa.
Una de las víctimas
más destacadas fue Valentin “El Gallo de Oro” Elizalde, quien conducía una
camioneta SUV en noviembre de 2006 cuando su vehículo fue alcanzado por
disparos de armas semiautomáticas provenientes de una furgoneta cercana. El
sujeto fue asesinado junto con su manager y chofer.
El Gallo de Oro pudo
haber sido ultimado por Los Zetas, que en aquel momento eran el brazo armado
del Cártel del Golfo, según informes de prensa. Tres meses antes de su
asesinato, alguien subió una muestra de fotografías en YouTube, en la que se
veían una serie de hombres que habían sido ultimados a balazos. Las víctimas
estaban afiliadas al Cártel del Golfo y las imágenes estaban acompañadas por la
canción de El Gallo de Oro: "A mis enemigos", informó
borderlandbeat.com.
“Los cárteles de la
droga han aumentado la violencia contra cantantes o grupos musicales
específicos; es una nueva forma de tomar el control de la plaza”, concluyó
Arias.
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