Carlos Rascón Valenzuela
Independientemente de que no
le han contemplado en las bonificaciones anuales por ingresos ejidales y que a
la fecha se le adeudan al menos un millón de pesos por tal concepto, a doña
Isabel Ruiz Mayboca, de 78 años de edad, se le pretende despojar de su parcela
“El Cinal”.
El ex directivo Jesús Alberto
Garza Osuna, el abogado Carlos Zenea y el padre de éste último, Miguel Zenea,
incluso estuvieron “echando” medidas para cercar el rústico predio enclavado en
El Tomatal, a la vera de carretera de Libramiento-El Aguilita.
Heredera del derecho agrario
de su padre Manuel Ruiz Félix, fundador del ejido en 1937 e inscrito en la
carpeta básica certificada por el Presidente Adolfo Ruiz Cortines el 29 de
agosto de 1957, doña Chabelita se presentó por primera vez ante la asamblea ejidal
hace un par de domingos, para denunciar la serie de injusticias perpetradas en
su contra. Hasta entonces le conocieron físicamente la mayoría de los
ejidatarios y, se indignaron justamente por la grave situación que adolece.
En ese acto agrario, Jesús
Garza negó haber dispuesto de un par de cheques que suman 180 mil pesos y
liberados por su administración a favor de Doña Chabelita.
“Usted cree señor que si me
hubieran dado un dinerito estaría así?”, comentó ante el nuevo dirigente Carlos
Leonardo Pérez Ibarra y del ejidatario Roberto Soto “el charol”; éste último,
conocedor de la delicada situación de la señora, le apoya con víveres o le da
“raite” por las tardes. Da grima (coraje, rabia e impotencia a la vez) ver la
frágil figurita descalza, cuando ella atraviesa el monte con un tercio de leña
o una brazada de zacate que cotidianamente corta para alimento de 14 chivitos,
que son su único patrimonio. Carece de estufa y de lo más elemental para una
vida digna y, aún así se las ingenia para cuidar de su hermano menor, José del
Carmen Ruiz (73 años), enfermo de alcoholismo y demencia senil.
En breve síntesis:
Jesús Garza y un supuesto
“defensor” de derechos humanos se ofrecieron “regularizar” los documentos
agrarios de doña Isabel Ruiz, quien no tiene por cierto problema alguno, salvo
el no pago del ejido a sus, precisamente derechos económicos.
El ejido liberó un par de
cheques, por 50 y 100 mil pesos sucesivamente; el primero se lo apropió el
abogado “por cobro de honorarios”, aunque de allí entregó 20 mil a Chuy Garza
Osuna, quien alegó se los había prestado doña Isabel. El segundo documento lo
endosó y cobró directamente el hasta entonces presidente del comisariado
ejidal. De ello se tiene debida constancia.
Un par de días antes del
cambio de autoridades ejidales, Jesús Garza y los Zenea estuvieron echando
medidas “para ver hasta donde pondremos el cerco”. Doña Isabel teme y con justa
razón que en cualquier momento lleguen esos individuos y le quiten sus
tierritas –nadie se las ha delimitado y hasta el agua para consumo doméstico le
escamotearon--. Pero también existe fundado temor de que su derecho ejidal está
en peligro de robo, dado que en los días recientes se han documentado graves
acciones que han generado indignación entre los ejidatarios, especialmente las
madres de familia.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ AGUEDA BAROJAS /07 MARZO 2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario