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Tomada de Interne
Pocos
son los detenidos por este delito y solo
el 15 por ciento recibe sentencia condenatoria. Existe falta de transparencia
en el rendimiento de cuentas y efectividad de las autoridades que detectan
operaciones ilícitas. El investigador Guillermo Zepeda Lecuona estima que de
revelarse los vínculos de gobernantes con redes de blanqueo de capitales,
México caería en una profunda crisis
Muchos
nombres han engrosado las listas de autoridades hacendarias y de procuración de
justicia por posibles operaciones de lavado de dinero, pero muy pocos se
encuentran en la cárcel, y todavía menos son los condenados. Esa es la historia
del combate a este fenómeno que genera impunidad financiera, delictiva y
política, legitimando que exista mayor inequidad y pobreza en el país.
Por
presión internacional, en poco más de una década, México ha reforzado sus
esquemas para prevenir y sancionar el lavado de dinero y el financiamiento al
terrorismo. Se han creado instituciones que, en apariencia, duplican funciones
investigativas, requieren de importantes presupuestos y sus resultados no se
advierten debido a la opacidad tanto de la Procuraduría General de la República
(PGR), como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Para
el consultor y académico en temas de Estado de Derecho, seguridad ciudadana y
justicia penal, Guillermo Zepeda Lecuona, la delincuencia sustenta su poderío
en cuatro pilares o columnas fundamentales. El primero es su cada vez más
amplia, diversificada y sofisticada forma de actuar. El segundo es su capacidad
de violencia. El tercero, su capacidad financiera con la que corrompen, operan,
lavan dinero y adquieren un poder muy grande. Y por último, el contubernio.
“Falcone decía que sí no hay un alto nivel de impunidad y contubernio, no sería
una industria, como suele ser el crimen organizado en algunos países”.
Cuestionado
respecto a la eficacia del gobierno mexicano en el combate al lavado de dinero,
el también director de la asociación civil Jurimetría aseguró que habría que
empezar a sanear las instituciones desde adentro. “Yo sostengo que estas
últimas dos columnas o pilares (capacidad financiera y contubernio), están
prácticamente intactas. Desde el caso del General Gutiérrez Rebollo no he
sabido de alguna figura de alto calado que haya estado en una cárcel por sus
vínculos con el crimen organizado”, refiere.
El
investigador aún guarda sus reservas respecto a las imputaciones a algunos ex
gobernadores, pues los asuntos apenas están en las etapas iniciales de
investigación.
Zepeda
Lecuona lamenta que en el caso de la inteligencia financiera siempre tenga que
ser el gobierno de Estados Unidos el que presente las denuncias, “y pues,
bueno, que quede claro que desconfían de las autoridades mexicanas, aunque
digan que lo están haciendo en colaboración”, como en el último caso de la
designación hecha por el Departamento del Tesoro que recayó sobre el cantante
Julión Álvarez y el futbolista Rafael Márquez, señalados junto otras 18
personas y 42 empresas, de tener nexos con el presunto narcotraficante Raúl
Flores Hernández “El Tío”.
CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD
Según
números de las autoridades mexicanas, la lista de personas bloqueadas, tanto
físicas como morales, por la Unidad de
Inteligencia Financiera (UIF) desde 2014 a la fecha, rebasa los 4 mil 600
nombres, sin que se conozcan detalles de sus identidades, capitales o
patrimonios asegurados y domicilios. La UIF, fue la primera unidad especial
creada en mayo de 2004 al interior de la Secretaría de Hacienda para combatir
el lavado de dinero.
Por
su parte, la Unidad Especializada en Análisis Financiero (UEAF), de la
Procuraduría General de la República, nació en julio 2013 para convertirse en
la única instancia competente para el diseño, ejecución de sistemas y
mecanismos de análisis de la información financiera y contable relacionada con
hechos constitutivos de delitos fiscales, financieros u operaciones con
recursos de procedencia ilícita. Ese mismo año entró en vigor la llamada “Ley
Antilavado”.
Curiosamente,
antes de la creación de ambas unidades, en Hacienda ya existía la investigación
de este tipo de delitos, función que se triangulaba entre tres áreas de la
institución fiscalizadora. En la PGR, también, dentro de la estructura de la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO), ya existían la Unidad Especializada en Investigación de Delitos
Federales y Financieros (UEIDFF), y la Unidad Especializada en Investigación de
Operaciones con recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación de Moneda
(UEIORPIFAM), que a la fecha subsisten.
Foto:
Rodolfo Angulo/Cuartoscuro.com.- Vicente Carrillo Leyva
Desde
2013, la UEAF realiza investigaciones y colabora en la elaboración de
diagnósticos en materia de análisis financiero y contable, que le son
solicitados por las demás unidades administrativas y órganos desconcentrados
competentes de la PGR, como ha sido en los casos de los ex gobernadores de
Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo en fechas recientes. Sin embargo, poco se
conoce de su efectividad en el combate de las operaciones con recursos de
procedencia ilícita.
Son
otros los instrumentos que permiten comprobar que la eficacia no es una de las
características del sistema empleado por el gobierno para frenar el blanqueo de
capitales. En 2016 se realizó la Primera Evaluación Nacional de Riesgos de
Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo en México. El resultado
coincide con las investigaciones de Zepeda Lecuona. Corrupción e impunidad
mantienen al lavado de dinero gozando de “cabal salud”.
De
acuerdo con esta evaluación, la falta de efectividad en los procesos judiciales
iniciados a sujetos acusados de realizar operaciones con recursos ilícitos es
un factor de alto impacto que vulnera el marco jurídico. Se detalla que del
total de sujetos inculpados por el delito de operaciones con recursos de
procedencia ilícita, entre los años 2010 y 2014, sólo 15 por ciento recibieron
sentencia condenatoria, mientras que otro 4% fue absuelto. “Derivado del bajo
número de sentencias condenatorias, se concluye que se tiene una vulnerabilidad
alta”, advierte el documento.
Guillermo
Zepeda es enfático al asegurar que “falta transparencia en estos temas, así
como se realizan ruedas de prensa para dar a conocer detenciones, así debería
tratarse la materia financiera, pero no se hace la rendición de cuentas ni se
informa de sus resultados. Finalmente no sabemos sí se hicieron o no los cateos
que indica la prensa, pues no se da a conocer el seguimiento, sí se consolidan
las investigaciones, sí hay acciones de extinción de dominio, para conocer que
sucede con estas empresas y personas físicas, que después nos enteramos no son
detenidas y sí lo fuesen, salen pronto de la cárcel”.
BUROCRACIA SIN RESULTADOS
Para
2017, a la Unidad de Inteligencia Financiera le fue asignado un presupuesto de
poco más de 198 millones de pesos, 6.5% menos que el año inmediato anterior,
para que realice la recepción, análisis y diseminación, a través de diversos
medios, de la información incluida en los reportes de operaciones que emiten
las entidades financieras y demás sujetos obligados a ello, así como avisos que
presenten quienes realicen actividades vulnerables.
Durante
los dos últimos años, a través de la UIF, Hacienda recibió 19.2 millones de
reportes de operaciones y avisos de sujetos obligados de los sectores
financiero y no financiero, y presentó 113 denuncias ante la PGR, señalando a 551
sujetos por la probable comisión del delito de operaciones con recursos de
procedencia ilícita, según el Cuarto Informe de Gobierno.
En
contraparte, a la Unidad Especializada en Análisis Financiero de la PGR le fue
reducido el presupuesto de 42 millones en 2016, a 37 millones de pesos para el
año actual. De acuerdo a los datos del mismo Informe de Gobierno, en dos años,
la dependencia logró el aseguramiento de 49. 2 millones de pesos en
efectivo, 4.2 millones de dólares
americanos y 187.7 millones de pesos en cuentas bancarias congeladas por
presunto lavado de dinero.
En
ese periodo, la SEIDO reporta el inicio de 184 indagatorias, de las cuales se
determinaron 141 averiguaciones previas, siendo consignadas 36, ocho de ellas
con detenido y 28 sin detenido. Se ejercitó acción penal en contra de 144
personas, 27 que estaban detenidas y 117 no detenidas contra las que se
solicitó orden de aprehensión. En ese lapso, el Ministerio Público de la
Federación sólo obtuvo 15 sentencias condenatorias.
Foto:
Saúl López/Cuartoscuro.Com
De
no ser por los escasos datos que aparecen en informes de gobierno o en
investigaciones de publicaciones especializadas como El Financiero o El
Economista, no se cuenta con información fidedigna para conocer los avances en
la materia. Guillermo Zepeda Lecuona estima que la creación de infraestructura
para combatir el lavado de dinero es importante, “el problema es que los
mexicanos no conocemos los resultados porque no cuentan con un área de
comunicación social o con la difusión que permita enterar sus logros. Lo mismo
ocurre con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que en una de sus
vicepresidencias tiene por ahí un área de inteligencia para las transacciones
de los bancos, y las instituciones bancarias están obligadas a informarle a esa
área sobre movimientos o transacciones sospechosas por altos montos”.
La
opacidad en el sistema financiero mexicano da cierta estabilidad social, “y si
llega a haber consecuencias, más bien por acusaciones de autoridades
norteamericanas, quizá no se da a conocer porque está tan entreverado el tema
financiero, junto con la clase política, entonces se podrían destapar
relaciones económico-políticas y nexos muy graves. Sí, hay todo este aparato,
pero no hay evidencia de sus resultados”.
El
académico asegura que “esas grandes grúas de construcción que operan en varias
ciudades, a todo vapor, no corresponden a la demanda del mercado inmobiliario.
Lanzan a gritos que hay un tema que no se puede ocultar y que, sin embargo,
tiene toda una red de beneficiarios que es acallada. Sí en México se diera el
señalamiento de todo este tipo de redes y relaciones, caeríamos en una profunda
crisis, todavía mayor, de legitimidad, de nuestra clase gobernante”.
MODALIDADES Y DAÑO
En
una iniciativa para reformar la “Ley Antilavado” (Ley Federal para la
Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita), el senador David Monreal Ávila plantea en su exposición de motivos
que el lavado de dinero ha dejado continuas pérdidas económicas al país a lo
largo de poco más de 20 años y compara cómo en 1993 dichas pérdidas eran
equiparables al 0.56% del Producto Interno Bruto, entonces, unos 33 mil
millones de pesos, pero en 2016 el déficit por este delito es del 2% del PIB,
equivalentes a 286 mil millones de pesos, citando datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI).
Las
formas de lavar dinero son muy conocidas, señala Guillermo Zepeda Lecuona. Una
es a través del sector bancario y otra en el sector inmobiliario, que muestra
una pujanza inusual. Sin embargo, hay otras maneras de blanquear capitales con
las clásicas inversiones en franquicias extranjeras o gasolineras. “En menor
escala, están las personas que manejan mucho el dinero en efectivo y desde
luego las personas con altos ingresos económicos a las que miembros del crimen
organizado les ofrecen altos rendimientos por manejar su dinero, ‘barajando’ el
dinero bueno con el malo para darle una lavada al capital, que podría ser el
caso del cantante y el futbolista señalados recientemente, que reportan que sus
ingresos provienen de altos salarios, publicidad, de los conciertos, etcétera.
Se ‘barajea’ ese dinero bueno con dinero mal habido”, ejemplifica el
especialista.
“El
de la defraudación fiscal es todo en un tema. De las cancelaciones y de las
condonaciones fiscales, por ejemplo, creo que fueron 160 mil millones de pesos
los que se condonaron de adeudos fiscales y la mitad de ellos se concentra en
36 empresas, y la otra mitad, en mil ochocientas y tantas. Entonces, ahí está
la concentración de esos beneficios y que además, se le tiene como información
reservada. Para el tema de desigualdad en México, información que todavía es
confidencial en nuestro país, tanto de cuánto pagan, como de quiénes son a los
que el SAT les condona el pago de impuestos”, dijo el investigador.
Al
no afectarse la estructura económica del crimen organizado se genera impunidad
financiera, delictiva y política, pues se legitima que haya mayor inequidad y
pobreza. “El sistema se ensaña con el contribuyente común, que ve entorpecidas
sus actividades económicas por atender esos esquemas de monitoreo que no se
aplican a los que realmente son los que realizan ese tipo de transacciones, que
pueden ser parte del lavado de dinero”.
El
doctor Zepeda finalizó recordando que la participación de funcionarios públicos
de alto rango en la protección de criminales y en la comisión de delitos
desincentiva y desmotiva a sus subalternos en los temas de procuración de
justicia y seguridad: “Se legitima la impunidad y la corrupción, pues si los
superiores tienen acuerdos cupulares con los grandes capos, entonces viene una
democratización de la inoperancia y la impunidad. Cada vez hay menos reducción
de los delitos y cada vez se resuelven menos las carpetas de investigación. La
impunidad promedio en México es de 99.1. Solamente se reportan el casi 8% de
los delitos. Sólo se esclarece el 14%.
INVESTIGACIONES EN CURSO
De
los casos más conocidos porque primero fueron denunciados por la Oficina de
Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro
estadounidense, y las autoridades mexicanas actuaron en consecuencia, se
encuentran los bloqueos financieros a los hijos del narcotraficante Rafael Caro
Quintero, a los familiares del también capo del Cártel de Sinaloa Juan José
Esparragoza Moreno “El Azul”, la organización criminal de Los Cuinis -hermanos
González Valencia- y el más reciente escándalo que involucra al futbolista
Rafael Márquez y al cantante Julión Álvarez con el narcotraficante Raúl Flores
“El Tío”.
En
el caso de los parientes de Caro Quintero, designados en la lista de bloqueos
de la OFAC en 2013, el gobierno mexicano aseguró 19 cuentas bancarias de 16
empresas y personas físicas, que entre los años 2012 y 2013 realizaron
movimientos bancarios por más de 130 millones de pesos, principalmente en la
zona metropolitana de Guadalajara. En el asunto no hay personas detenidas y a
la fecha, algunas de las compañías investigadas y que sufrieron del
congelamiento de sus cuentas de banco, han obtenido algunos fallos favorables
en juicios de amparo indirecto (averiguación previa
PGR/SEIDO/UEIORPIFAM/AP/049/2014).
Por
lo que ve a las investigaciones contra la descendencia de “El Azul”
Esparragoza, a su hija Nadia Esparragoza también le aseguraron sus cuentas
bancarias. A ella se le atribuye la “introducción al sistema financiero
nacional de recursos de muy alta probabilidad producto de actividades ilícitas”
por casi 80 millones de pesos. El dinero era depositado en una cuenta bancaria
de la mujer y después se reenviaba a cuentas de personas físicas y empresas,
con la intención de ocultar su origen. En la pesquisa trascendió la
colaboración de empleados del sector bancario. No hay detenidos y las cuentas
siguen congeladas (PGR/SEIDO/UEIORPIFAM/AP/059/2013).
En
el asunto de los hermanos michoacanos González Valencia, operadores financieros
del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y cuñados del líder visible de esta
organización, Nemesio Oseguera Cervantes, sus bienes consistentes en cuentas
bancarias, inmobiliarias, boutiques, plazas comerciales y hoteles, entre ellos
el Hotelito Desconocido en la costa de Jalisco, están asegurados. Según las
investigaciones, las mujeres del clan criminal son las principales
administradoras. Abigael González Valencia permanece en un penal federal
mexicano con procedimiento de extradición, mientras que en Uruguay está preso
su hermano Gerardo “El Lalo”, al que señalan de lavar dinero por 10 millones de
dólares en ese país (PGR/SEIDO/UEIDCS/424/2015).
Por
lo que toca a los famosos personajes vinculados al capo Raúl Flores Hernández
“El Tío”, sus haberes bancarios y sus negocios están asegurados
precautoriamente por parte de la PGR, aunque en su mayoría operan con
normalidad, pero en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio se
realizaron las anotaciones correspondientes a la medida cautelar decretada por
un fiscal, en tanto se aclaran las investigaciones por operaciones con recursos
de procedencia ilícita.
“PEZ CHICO”, CASO DE ÉXITO
Uno
de los pocos logros visibles de las autoridades mexicanas en el combate del
lavado de dinero se materializó el 13 de julio de 2017, cuando el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal con residencia en la Ciudad de México le
negó el amparo directo a Vicente Carrillo Leyva, hijo del legendario
narcotraficante Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, y así, su
sentencia condenatoria por operaciones con recursos de procedencia ilícita
quedó firme. Siete años y seis meses de prisión, y una multa de mil 500 días,
equivalente a 82 mil 200 pesos, fue la sanción.
El
hombre al que le llaman “El Ingeniero” tuvo un grado de culpabilidad mínimo en
la resolución dictada por el Juez Décimo Cuarto de Distrito de Procesos Penales
Federales en la Ciudad de México, confirmada el 12 de julio de 2016, debido a
que al heredero de “El Señor de los Cielos” no se le señaló como dirigente de
algún grupo criminal. Es más, no se cuenta con dato de que haya participado en
delito diverso a los de su detención, que incluye la falsificación de una
credencial de elector.
A
Carrillo Leyva se le consideró responsable en la comisión del delito de
operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la hipótesis de “al que por
sí, deposite y transfiera recursos, dentro del territorio nacional, con
conocimiento de que proceden de una actividad ilícita, con propósito de impedir
que se conozca su origen”.
El
Ministerio Público federal acreditó que las operaciones bancarias de “El
Ingeniero” durante el periodo de 1998 a 2009, a sus cuentas y las de su
concubina, se realizaron con recursos que derivaron de la venta de inmuebles
que su padre, quien fue líder de una organización criminal, dejó al morir,
también de dólares en efectivo que encontró en algunas de las casas de este,
así como de ayuda económica algunos miembros de otras organizaciones criminales
le prestaron al hijo de Amado.
Durante
su defensa, el ahora condenado aseguró que su variación de nombres se dio
debido a que su parentesco con Carrillo Fuentes le ocasionó muchos problemas en
su vida, entre otros, ser rechazado de escuelas y trabajos, por lo que se
cambió de identidad y se fue a vivir con su pareja a la Ciudad de México, donde
finalmente fue detenido en 2009.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / LUIS
CARLOS SÁINZ / LUNES, 4 SEPTIEMBRE, 2017 12:00 PM)
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