El espectacularmente torpe,
fallido y mentiroso spot donde se comparaba a Alfredo del Mazo con John F.
Kennedy y Justin Trudeau para sugerir que las dinastías políticas no son malas
sino exitosas, y justificar a un tercer Del Mazo como Gobernador en el Estado
de México era positivo, chocó con la realidad. En el cuarto de guerra de Del
Mazo, rechazaron tajantemente el spot. “Haría más daño que beneficio”, confió uno
de los asesores del candidato del PRI a la gubernatura. La revelación en este
espacio del spot, causó confusión en el equipo de Del Mazo, donde no todos
estaban enterados de su existencia, que ratificó el argumento de la columna “El
spot de Del Mazo”, sobre la confusión y la crisis en la campaña, por los
múltiples opinadores y tomadores de decisión en el entorno del candidato.
El spot surgía en el contexto
de datos negativos frente a la candidata de Morena, Delfina Gómez, y desnudaba
el desorden de los equipos del priista. “La campaña de Del Mazo –se apuntó-, ha
venido arrastrando crisis consecutivas, en buena parte por el alto número de
personas que opinan e intervienen en las decisiones, tomadas en Los Pinos, la
Secretaría de Relaciones Exteriores y la Casa de Gobierno en Toluca, por encima
muchas veces, incluso, del propio candidato. Los nervios se han extendido más
allá del equipo de campaña, y las presiones que llegan de fuera está orillando,
a decir por las nuevas estrategias para posicionar al candidato, a situaciones
extremas”.
De acuerdo con asesores de
Del Mazo, la primera versión del spot fue presentada en el cuarto de guerra
hace aproximadamente un mes, donde unánimemente lo descalificaron. El spot no
fue preparado por la responsable de la campaña de aire –opinión pública, imagen
y encuestas- de Del Mazo, Alejandra Sota, sino por un externo, cuyo nombre no
se ha revelado. Una segunda versión, con fecha del 9 de mayo, fue circulado
este martes al equipo de campaña y a varios líderes del PRI, pero tuvo el mismo
final. No se va a enviar al Instituto Nacional Electoral, a donde ya llegaron
los siguientes spots, sobre el salario rosa, y donde ofrece Del Mazo mano dura
en materia de seguridad.
La génesis del spot, la
manera como llegó, la confusión que generó en el equipo de Del Mazo al ser
difundido públicamente este jueves, son la narrativa de lo que está sucediendo
en la campaña del priista. Los procesos de toma de decisión en la campaña no se
toman de una manera vertical con líneas de mando definidas, sino que se
atraviesan transversalmente por la multiplicidad de equipos que trabajan en
forma simultánea tácticas y estrategias, donde no hay homogeneidad ni en los
criterios ni en la información que maneja cada una de las áreas que varias
veces se traslapan y duplican trabajos. Tampoco hay un mando único, sino que se
multiplica, con lo que se dificultan los tramos de control y responsabilidad.
Por ejemplo, a la campaña de
aire, que es como se conoce al área que trabaja la opinión pública y los
estudios de opinión, que recae en Sota, se sumó Gisela Rubach, una veterana
consultora. Parecen un tándem que ha venido trabajando integralmente desde hace
varias elecciones, pero no es así. Rubach es independiente de Sota y sus
planteamientos no necesariamente son los mismos. En Chihuahua, la estrategia de
Sota fue hecha a un lado y se privilegió la de Rubach, con la que finalmente se
perdió la gubernatura el año pasado. En el Estado de México la dinámica es
similar, y aunque Sota es también responsable de imagen, Rubach fue quien
preparó a Del Mazo en vísperas del segundo y último debate el martes. A la
duplicidad de tareas se le llegan a añadir diferencias conceptuales dentro de
la campaña, así como diferentes premisas y objetivos que en ocasiones llegan a
confrontarse.
Las contradicciones se
vuelven, de esa manera, algo cotidiano. El spot de Del Mazo es el ejemplo.
Quien lo elaboró, decidió que las comparaciones con Kennedy y Trudeau eran un
buen apoyo para la línea discursiva del candidato sobre su experiencia ante la
falta de ella en Gómez, no forma parte del equipo que se encuentra bajo el
mando de Sota, ni tampoco Rubach tiene su carta de nacimiento. “No es del
equipo de campaña”, precisó uno de los operadores de Del Mazo. “Siempre hay un
proactivo”. Pero no son solamente voluntarios que quisieron hacer un
promocional casero. Son personas que tienen acceso a los más altos niveles de gobierno
y la campaña, y que piensan que sus contribuciones aportan al candidato.
Esta fragmentación en el
proceso de toma de decisiones produce confusión y enfrentamiento dentro del
equipo de campaña, como sucedió en la elección presidencial de 2000, donde el
equipo del candidato del PRI, Francisco Labastida, carecía de orden y
disciplina, lo cual favoreció la multiplicidad de decisiones, y generó choques
internos que contribuyeron al despilfarro de 20 puntos de ventaja sobre Vicente
Fox, quien finalmente ganó la Presidencia. Este antecedente priista debería
servirle a Del Mazo y a todos en su entorno, porque la desorganización,
convertida a veces en anarquía, como en el caso del spot, esta cavando su tumba
electoral.
Nota: En la columna anterior se mencionó
que George H.W. Bush gobernó ocho años, lo que es incorrecto. Sólo estuvo un
periodo de cuatro años en la Casa Blanca.
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/
RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 12/05/2017 | 03:47 AM)
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