Carlos Lauría, coordinador para las
Américas del Comité para la Protección de Periodistas y amigo de Javier Valdez
Cárdenas, periodista asesinado ayer en Culiacán, Sinaloa, llamó al gremio
periodístico y a la sociedad mexicana a ser “decisivos en la respuesta ante la
brutalidad de estos ataques, y la necesidad de que haya esclarecimiento”.
Lauría, quien apenas el 4 de mayo presentó en Los Pinos un informe sobre la
violencia contra los periodistas mexicanos, afirmó que el homicidio de Valdez
Cárdenas sobrepasa todos los límites.
Con Lauría coincidió Balbina Flores,
representante en México de Reporteros sin Fronteras, quien dijo que la cantidad
de periodistas asesinados en México es un escándalo. “Peña Nieto tendría que
estar en Congreso diciendo qué pasa y qué medidas piensa tomar ante esto”,
expuso.
* NdeR: Algunos medios han decidido
salir este martes en blanco, o con paro digital, en protesta por éste y todos
los asesinatos. SinEmbargo ha decidido, con el mismo espíritu de protesta,
salir a informar. Teníamos una y otra invitaciones. Nos quedamos con la segunda
que, creemos, hace honor a uno de los últimos tuits de Javier Valdez a
propósito del asesinato de otra colega, Miroslava Breach:
“A
Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la
condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio”, escribió
Javier.
No al silencio.
Nos unimos a la protesta, gritando.
EPN pone a la FEADLE, Fiscalía con 97%
de ineficiencia, a investigar el asesinato de Javier Valdez
Ciudad de México, 15 de mayo
(SinEmbargo).– El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) tituló su más
reciente informe sobre este país con la frase “Sin Excusas: México debe romper
el ciclo de impunidad en los asesinatos de periodistas”, debido a que, dijo
entonces el coordinador del análisis, Carlos Lauría, el Gobierno del Presidente
Enrique Peña Nieto ya no tiene manera de evadir su responsabilidad para
esclarecer este tipo de crímenes.
“Se crearon los mecanismos,
se estableció la fiscalía [especial], hubo una enmienda de la Constitución y la
impunidad sigue en un nivel altísimo; no hay excusas”, comentó entonces Lauría.
El informe de la organización
con sede en Nueva York fue presentado a Peña Nieto el pasado 4 de mayo, en Los
Pinos, donde el Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade,
respondió al CPJ con el anuncio de que cambiaría al encargado de este tipo de
investigaciones, Ricardo Nájera Herrera, sustituido el pasado 10 de mayo de la
Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de
Expresión (FEADLE).
EPN deja un burócrata en FEADLE y la
prensa lo paga: la impunidad es inédita… incluso para México
Ayer, sin embargo, el
periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada, uno
de los periodistas más experimentados en la cobertura del narcotráfico y premio
del CPJ en 2011 por su valentía, fue asesinado de 12 tiros de arma de fuego en
la avenida Riva Palacio de su ciudad natal, Culiacán, a unos metros de la
redacción de Río Doce, la publicación que había cofundado.
“Se trata de una escalada. No
habíamos visto casos tan prominentes en un lapso tan breve; evidentemente, esto
habla del agravamiento de la situación; es necesario ser muy pero muy enérgico,
no sólo enérgicos, decisivos en la respuesta ante la brutalidad de estos
ataques, y la necesidad de que haya esclarecimiento”, dijo ayer Lauría,
coordinador para las Américas del CPJ y amigo del fallecido.
“Esto es verdaderamente fuera
de toda comprensión; ha sobrepasado todos los límites; una persona de tan alto
perfil, con tanta experiencia, con la relevancia que él ha adquirido a nivel
nacional, con su conocimiento, la verdad es que es difícil establecer
paralelos, pero uno piensa en el caso de Ortiz Franco, del semanario ZETA, de
ese nivel de prominencia y son esas cosas que ocurren en el centro de Culiacán,
a pocos metros de la redacción de Río Doce”, agregó.
Valdez Cárdenas, de 50 años,
se convirtió en el sexto periodista en ser asesinado en México este año, de
acuerdo con el conteo de la organización Artículo 19. Con él, el sexenio
acumula ya 32 asesinatos de reporteros, cantidad que es un 66.6 por ciento de
los 48 registrados en el Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Antes, también este 2017,
habían sido asesinados los periodistas Cecilio Pineda, de Guerrero; Ricardo
Monlui, de Veracruz; Maximino Rodríguez, de Baja California Sur, y Miroslava
Breach Velducea, de Chihuahua y corresponsal de La Jornada, como Javier Valdez.
“A Miroslava la mataron por
lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por
reportear este infierno. No al silencio”, escribió Javier Valdez el 24 de marzo
en la red social Twitter, un día después del asesinato de su compañera.
“El buen periodismo, valiente, honesto, no tiene
sociedad; está solo”: Javier Valdez. Lo mataron
El crimen de Javier Valdez
cimbró a la comunidad periodística.
Corresponsal en una de los
entidades más afectadas por el narcotráfico, fue autor de diferentes títulos
relacionados con esta problemática, como “Miss Narco”, “Los morros del narco”,
“Levantones” y “Narcoperiodismo”, que dedicó, entre otros, a los “periodistas
mexicanos valientes y dignos, exiliados, escondidos, desaparecidos, asesinados,
golpeados, atemorizados y pariendo historias, a pesar de la censura y los
cañones obscuros”.
Todavía ayer, horas antes de
su muerte, publicó en Río Doce su columna “Mala Yerba”, titulada “El
licenciado” y, el pasado 3 de mayo, publicó un perfil en La Jornada sobre
Dámaso López Núñez, presunto sustituto de “El Chapo”, apodado del mismo modo y
detenido un día antes.
“El 4 de febrero, los jefes
de los tres grupos se reunieron en una zona cercana a la comunidad de Mojolo,
al norte de Culiacán. A la cita –de acuerdo con versiones extraoficiales–
llegaron los hijos de El Chapo y Zambada, quien aparentemente los citó, pero no
Dámaso. Cuando salían del fallido encuentro fueron atacados por un comando y
luego rescatados por pistoleros de El Mayo Zambada, quien logró salvarlos
ilesos”, escribió Valdez.
“En una entrevista del
semanario Río Doce, un enviado de Dámaso López Núñez señaló que los hijos de El
Chapo Guzmán no habían respetado los acuerdos y que durante casi un año habían
provocado violentamente a López Núñez, quien mandó decir que los jóvenes se
aprovechaban de su buena fe ‘‘con alevosía y ventaja, y ellos han corrido la
versión de que la DEA me apoya, pero no es cierto. Tengo orgullo y sé respetar
los códigos”, agregó el texto.
“Veremos más muerte y horror”, dijo
Javier Valdez hace unos días; martes, 7:30pm, protesta en Segob
LA IMPUNIDAD ES “UN ESCÁNDALO”
Por eso, dice Balbina Flores,
representante en México de la organización Reporteros Sin Fronteras, la
investigación del crimen se debe centrar en el trabajo periodístico de la
víctima; móvil que, sin embargo, explicó Lauría, no ha sido esclarecido en
ninguno de los casos de asesinatos de reporteros registrados en México en una
década.
Peña Nieto, mientras, agrega
Flores, debería ser llamado para explicar ante el Congreso los motivos de esta
violencia y de la impunidad que la rodea y que, de acuerdo con el conteo de
Artículo 19, es de un 99.7 por ciento de los casos registrados desde 2006.
“Esta violencia nos deja sin
aliento y sin palabras; pero, a pesar de ello, tenemos que seguir hablando y
señalando los puntos centrales por los que esta violencia no se detiene, y
obviamente en Reporteros Sin Fronteras hemos señalado que la impunidad que hay
en torno a los asesinatos y desapariciones de periodistas es lo que ha
permitido que esta violencia no sólo se haya enquistado, sino que no se
detenga. Hay una repunte de la violencia”, dice Flores.
“Esta cantidad de periodistas
asesinados en México es un escándalo; Peña Nieto tendría que estar en el
Congreso diciendo qué pasa y qué medidas piensa tomar ante esto”, agrega.
La violencia contra la prensa
en México se agravó, sobre todo, a partir de 2006, cuando –de acuerdo con el
conteo de la organización Artículo 19- en el país se registraron 10 asesinatos.
La misma cantidad se registró en 2008 y otro tanto en 2010, en pleno ascenso de
la violencia posterior a la declaración de combate “frontal” al narcotráfico
iniciado lanzada por Felipe Calderón.
El año pasado, sin embargo,
fue el más violento para la prensa, con once asesinatos.
“Es un problema de
democracia; un problema que directamente daña la salud de la democracia
mexicana”, dijo Lauría en entrevista anterior, a propósito de la presentación
del informe.
“Es un tema que está
afectando derechos de todos los mexicanos, a los periodistas, pero que está
generando que comunidades enteras en distintas partes del país estén
desinformadas”, agregó entonces el representante del CPJ.
Javier Valdez trabajó hasta el último
día de vida; todavía hoy envió una nota a La Jornada
(SIN EMBARGO.MX/ SANDRA RODRÍGUEZ NIETO/
MAYO 16, 2017, 12:05 AM)
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