Hace cinco años, al iniciar 2012, la
historia era distinta para el Partido Revolucionario Institucional, para
Televisa –la compañía audiovisual más importante de México y de Hispanoamérica–
y para Enrique Peña Nieto. Era evidente que habían encontrado la formula del
éxito: la televisora dominaba en cada uno de sus brazos del mercado y tenía en
sus manos a la audiencia; además, arropaba al candidato Enrique Peña Nieto,
quien representaba el regreso del tricolor a Los Pinos, después de una
interrupción de 12 años.
Pero algo no funcionaba desde el inicio
con el político telegénico, casado ya con Angélica Rivera Hurtado, la estrella
de las telenovelas de esa cadena y a quien entonces aún se le daba el beneficio
de la duda. Hoy la catástrofe es palpable para el PRI, Televisa y Peña Nieto:
los números y los intentos fallidos por recuperarse continúan, sin freno, con
rumbo y velocidad de tobogán.
CUARTA DE UNA SERIE
Ciudad de México, 29 de abril
(SinEmbargo).– La formula había funcionado. No sólo representaba el triunfo de
Enrique Peña Nieto en 2012. Eran décadas de abundancia ininterrumpida para el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y para Televisa, una asociación que
nunca se presentó como tal, pero que de facto gran parte de la opinión pública,
politólogos y especialistas en comunicación siempre miraron [y miran] muy
cercana.
Y aunque la historia aún no
termina, hoy los personajes que hace cinco años protagonizaron el éxito
intentan sobrevivir en medio de números rojos, resultado de continuas pérdidas
de dinero, de credibilidad y de decisiones poco atinadas.
De acuerdo con expertos
consultados por SinEmbargo, no es coincidencia que las crisis de Televisa y el
PRI–y la magnitud de éstas– se hayan desarrollado en el mismo periodo. El
problema fue que el modelo por el que apostaron durante décadas no dio para
más, coinciden.
La codependencia entre ambos
explica porqué hoy sus estructuras hicieron crisis.
La peor pesadilla del PRI desde 2000,
Edomex, pone a EPN en una cuerda floja… que Zedillo ni pisó
Para la doctora Florence
Toussaint Alcaráz, investigadora y académica de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la
duda de si Televisa tendrá la capacidad de reconvertirse, es la misma de si el
PRI puede hacer lo mismo y volverse democrático. Algo que se le antoja difícil
y complicado.
Se dijo en 2012 que Peña
Nieto era la muestra de que la televisión tenía el poder de elegir al
Presidente de México, porque tanto Televisa como ese partido apostaron por el
proyecto de la “pareja Alpha”.
En abril de 2015, SinEmbargo
publicó un reportaje al respecto y que incluyó un análisis de Alfredo Paredes
Zamora, director de un equipo de mercadólogos políticos en Capitol Consulting
& Communication, agencia con sede en México y Miami, Florida.
Paredes Zamora planteó en su
estudio “Fundamentos Antropológicos del Liderazgo Político” que la pareja alfa
es la relación hechiza entre un hombre con claros atributos para el poder con
una mujer arropada por la fama o el reconocimiento. El macho alfa que encuentra
a la hembra alfa. Un rey o príncipe que se une, por fin, a una reina o una
princesa. Una conquista que da cuenta que él es confiable dado que logró
encontrar a su equilibrio femenino.
En dicho documento, el
experto expuso: “Entre los recursos de persuasión para asumir el liderazgo político,
ganar elecciones o generar percepciones positivas, los ciudadanos modernos son
testigos del uso mediático de algunos características y atributos de esa pareja
alfa”.
EL BINOMIO POLÍTICO-ACTRIZ PIERDE
ENCANTO Y PODER EN MÉXICO
Eso fueron Enrique Peña Nieto
y Angélica Rivera. La actuación no salió como se esperaba y los problemas del
país los rebasaron. Por eso tampoco funcionó ni en el primer año la dupla del
Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y la actriz y cantante Anahí; de forma
casi inmediata la opinión publica rechazó a esa otra pareja y a cualquier otra
que se le pareciera.
“El modelo de ligar a un
político guapo con una actriz famosa le salió muy caro a ambos, al Gobierno y a
Televisa, porque ese es el problema de un medio que no se asume como
independiente, sino que se asume como propagandista del gobierno en turno. Eso
es muy peligroso porque una vez que se pierde la credibilidad y además llegan
otras ofertas, como el contenido en la Internet, ya no se puede competir, porque
no se tiene ningún activo”, explicó la doctora Toussaint.
Desde su perspectiva, no es
una coincidencia que ambos compartan la situación de crisis. El trabajo de
equipo que venían haciendo, incluso con el PAN, provocó un exceso de seguridad,
ya que tenían las políticas y el dinero de publicidad de su lado.
“Pero resulta que estamos en
un contexto diferente, resulta que su principal protector, financiador y el que
le dio todo a Televisa… también está en crisis”, afirma el especialista.
Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y José
Bastón. Los tres mosqueteros de Televisa. Foto: Cuartoscuro
Y LLEGÓ LA CRISIS
De acuerdo con la doctora
Toussaint Alcaráz, Televisa no ha sabido soltarse de la mano del Gobierno en
turno y empezar a hacer una televisión diferente. No ha hecho el clic con la
nueva audiencia porque no se lo ha propuesto, porque sigue teniendo a los
mismos productores, la misma línea de contenido y sobre todo porque perdió toda
su credibilidad en información y noticiarios, y eso es muy difícil de
recuperar.
La especialista consideró que
la televisora, propiedad de Emilio Azcárraga Jean, se confió de que era la
empresa de medios consentida de los gobiernos y pensó que así iba a seguir toda
su trayectoria, ganando mucho dinero sin necesidad de esforzase demasiado.
Las similitudes entre
Televisa y el PRI son varias: ambos afianzaron un gran poder con la gente,
sobre todo con la de menores recursos, de ahí sacaron mucha fuerza y ésta los
acompañó fielmente durante años.
En el mercado de la
televisión, la credibilidad fue el factor que modificó el panorama que, hasta
2012, sólo arrojaba éxitos. Esta ola también empapó a TV Azteca.
En 2015, con el resultado de
los estados financieros que reporta en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), se
supo que la abundancia había terminado. Para entonces esas dos empresas poseían
el 94 por ciento de las estaciones concesionadas y acaparaban el 99 por ciento
de los ingresos de publicidad.
Pero además de la crisis
política del Gobierno federal, y que implicaba en gran medida a las
televisoras, las nuevas tecnologías llegaron a revolucionar el mercado que
tenían dominado “los medios tradicionales”; así la televisión abierta dejaron
de ser negocio.
Ambas compañías previeron una
etapa complicada derivada de los cambios en el marco regulatorio, por más
competencia, la reducción de contratos de publicidad –las ventas locales de
publicidad cayeron 5.4 por ciento al cierre de 2014– y la imposibilidad de
poder pagar su deuda.
Y sí, las primeras pérdidas
se debieron a la disminución del dinero proveniente de campañas electorales y a
un menor valor de las acciones en la BMV.
Televisa pierde 7 mil millones durante
2016; la utilidad neta se le desploma en 56.7%
Analistas del sector
alertaban entonces que el mercado de la publicidad buscaba ahora la televisión
restringida por el tipo de público. Para esos dos años, el mercado de la
televisión abierta estaba en un periodo de estancamiento y la perspectiva era
que así se mantendría.
Directivos de Televisa
empezaron a manejar la idea de que la empresa entraría en un periodo de
“renovación”, pero los intentos no fueron atinados y entonces se entró a un
proceso de renovación de la renovación. Pero continuó con los programas de mala
calidad –Laura Bozzo, Big Brother, remakes– no se encontró la conexión con las
nuevas audiencias. Ahora hay una gran parte de la población, de todas las
edades, que puede sobrevivir sin televisión abierta y sólo con una inscripción
a Netflix.
La doctora Toussaint explicó
que, a pesar de las grietas, Televisa no va a quebrar ni va a desaparecer en el
corto plazo, pero tiene que hacer un esfuerzo por reconvertirse y contratar a
nuevos talentos, porque puede tener la mejor tecnología que le permitió crear
Blim, pero ni eso le ha significado éxito.
“Los medios de comunicación
son industrias que tienen un sello particular, no es como una empresa que se
inyecta capital o nueva tecnología y con eso sigue creciendo y sale de la
crisis. Las productoras de contenidos tienen la particularidad de estar
produciendo cuestiones simbólicas, culturales y en esa medida no es suficiente
tener un Blim, porque se requiere de un cambio de mentalidad de los productores
para poder estar a tono con los tiempos y poder entender lo que la audiencia
demanda y su competencia”, agregó.
Los grandes tiempos. Foto: Cuartoscuro
SIGUEN DE LA MANO
A pesar del contexto
negativo, la relación entre el tricolor y la televisora continúa. La más
reciente intención de modificar la Reforma de Telecomunicaciones hace recordar
a las organizaciones civiles el poder de Televisa y el resto de los
concesionarios de televisión y radio.
El dictamen es un retroceso y
beneficiará solamente a los intereses de los concesionarios de radio y televisión
y al PRI, al PVEM y al PAN, frente a los próximos procesos electorales.
ONGs: Televisoras, PRI, PAN y PVEM ya
lograron blindarse para 2018 con #LeyDoring-Anaya-Televisa
Uno de los elementos que más
alertan a las organizaciones civiles es la eliminación del derecho que la
audiencia tiene de que se le notifique, en un espacio informativo, cuándo se
trata de información y cuando de publicidad. Cuando es una entrevista pagada,
por respeto a los derechos de las audiencias se le tiene que avisar que lo es.
Esa es una práctica frecuente en radio y televisión con entrevistas a
funcionarios y políticos, que son producto de una transacción comercial.
En conferencia de prensa, el
sociólogo Alfredo Figueroa Fernández señaló que la iniciativa era un intento por
parte de Televisa por disminuir las facultades que la Constitución y los
legisladores desarrollaron a partir de la Reforma de Telecomunicaciones y
Radiodifusión.
“Lo que hoy vemos es una
regresión respecto de lo que la propia Constitución establece frente al
reconocimiento de derechos. Pero es la muestra más evidente de que la
corrupción política es parte, todos los días, de la lógica legislativa. Lo que
está detrás de esta iniciativa es la posibilidad de Televisa de seguir
chantajeando a políticos, a empresas, a partir de contenidos que no deba
calificar como propaganda, sino de información”, comentó.
(SINEMBARGO.MX/ Daniela Barragán/ abril 29, 2017, 12:05 am)
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