La negativa judicial para que
la maestra Elba Esther Gordillo enfrente su proceso judicial en prisión
domiciliaria ha sido por presión del Gobierno federal, que ha convencido a los
jueces que si le dan el beneficio, se puede fugar de México. Esa realidad tiene
otra cara, la de prisionera política del Presidente Enrique Peña Nieto.
Inicialmente, el Presidente no quería que la detuvieran, pero hoy, él mismo,
afirman personas que conocen el entramado político, es quien no desea alterar
el status quo. Aún no es tiempo, citan al Presidente, cuando le piden
instrucciones para saber si continúan la presión a los jueces o permiten que se
vaya a su casa. El problema ya no es si obstaculiza la Reforma Educativa, que
fue el argumento para detenerla, sino con quién jugará en las elecciones
presidenciales de 2018. El temor a su fuerza continúa.
La maestra Gordillo se
encuentra en un discreto hospital privado de la Colonia Roma, debido a su mal
estado de salud, principalmente por los resabios de la Hepatitis C que se atendió
en Phoenix, y la alta presión que tenía desde antes que la detuvieran a
principio de 2013. En el hospital tiene tres habitaciones -la recámara, una
sala y un comedor-, además de un roof garden, donde hace sus comidas
familiares. Aunque está permanentemente vigilada, es posible acceder a ella sin
ser registrado, como lo han hecho algunos líderes políticos de partidos
medianos que la han visitado.
Su actividad política no es
intensa como antaño, pero no por eso menos importante. A través del enlace del
ex jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, el Senador Mario Delgado ha servido como
puente con el jefe político de Morena, Andrés Manuel López Obrador. La
comunicación no es nueva, y aunque públicamente López Obrador rechazó una
alianza electoral en 2006, que la empujó a respaldar al panista Felipe
Calderón, nunca dejaron de mantener una comunicación indirecta. Ebrard es una
de las cuatro debilidades de la maestra, como lo es Esteban Moctezuma, quien
trabaja en el programa social del precandidato presidencial morenista. Las
otras dos debilidades son Jorge Castañeda, el ex canciller con quien ha tenido
altibajos, y Adolfo Aguilar Zinser, que murió en un accidente automovilístico
en 2005.
La maestra ha dicho
públicamente que no desea volver a participar en la vida pública, pero parece
tener intenciones diferentes, expresadas a su entorno y expresadas a sus
interlocutores. Su mayor molestia, afirman personas que saben de su sentir, es
con el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, porque fue quien, con
una invitación falsa a cenar, le tendió la trampa para que la detuvieran. Es
mayor la indignación contra él que contra el Presidente, número dos en su
enojo, y por encima del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a
quien sintió que la traicionó por la cercanía que tenía con él, pero que se ha
ido reivindicando ante ella al procurar a su nieto, Othón Francisco de León,
hijo de su fallecida hija Mónica.
Gordillo está enfrentando un
proceso donde no le han podido probar nada hasta ahora. La principal razón es
que todo el dinero por el que la han acusado de lavado de dinero de procedencia
ilícita, en realidad es lícito porque salió de la tesorería del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación, del que era su presidenta. Los únicos
delito por los que podría ser procesada actualmente son fraude y abuso de
confianza, al haber utilizado de forma presuntamente ilegal recursos del
sindicato. Sin embargo, hasta ahora, el presidente del magisterio, Juan Díaz,
no ha presentado ninguna denuncia en su contra.
La forma como el Gobierno
federal la ha tenido neutralizada, refleja la preocupación sobre el avance
electoral de López Obrador, por un lado, y las posibilidades que tendría para
canalizar apoyos magisteriales a su favor. Gordillo fue una pieza importante en
las elecciones presidenciales de 2006, cuando saboteó al candidato presidencial
del PRI, Roberto Madrazo y apoyó en dos de las cinco circunscripciones
electorales a Calderón. En 2012 la alianza fue con Peña Nieto. No se sabe, sin
embargo, qué tanta fuerza tendría la maestra dentro del sindicato en este
momento, pero la molestia magisterial contra la Reforma Educativa y la forma
malagradecida con la que han tratado a Díaz, se ha expresado con un voto
anti-PRI en varias regiones del centro y sur del País.
Gordillo y su entorno, en
particular su yerno, Fernando González, que fue Subsecretario de Educación y
buscó sin éxito convencer al actual Secretario de Educación, Aurelio Nuño, que
la Reforma Educativa tendría que hacerse de arriba hacia abajo, no al revés,
con el respaldo de Gordillo, ha criticado el modelo peñista, y dejado que se
filtren a la prensa los coqueteos de la maestra con el equipo de López Obrador.
Este frente disidente de la reforma, tiene además un enemigo común: Enrique Ochoa,
quien conducirá desde la presidencia del PRI la elección presidencial, fue el
autor y redactor de los puntos dentro de la ley que eliminaron privilegios a
los maestros y provocaron un conflicto continuo. Los maestros no votaron en las
últimas elecciones a favor del PRI, y no tendrían incentivos aparentes para
hacerlo en 2018. El Gobierno piensa que puede dialogar con Díaz y pedirle al
final su apoyo, pero con la maestra no quieren arriesgar, menos hoy donde, pese
a sus dichos, la venganza no debe estar muy lejana en su mente.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/
Raymundo Riva Palacio/ 23/03/2017 | 01:00 AM)
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