La lucha por el control del
mercado de los combustibles entró a una nueva fase: la compra de conciencias y
el engaño a jueces de distritos en juicios de amparos presuntamente amañados.
Por el conflicto,
Combustibles Velarde Espinoza S.A mantiene cerrada lo que sería su tercera
estación de servicios, al sur oriente de la ciudad, desde hace seis meses,
acumulando pérdidas.
El lío comenzó por la
apertura de una tercera gasolinera que el pequeño distribuidor de combustibles
pretendió construir en Centenario número 10 esquina con Santos Degollado,
frente a la colonia Gabriel Leyva solano (Texas), después de cumplir con toda
la regulación federal en la materia.
La primera embestida en
contra de esta empresa, que generaría 54 empleos directos para vecinos
colindantes, fue durante el año 2015, cuando el hoy director de la Dirección de
Desarrollo Social, Carlos IV Nemesio Bloch Artola, entonces regidor y presidente
de la Comisión de Gobernación y miembro de la Comisión de Urbanismo y Obras
Públicas en el gobierno del priista Arturo Duarte García y emparentado con la
familia Artola —propietarios de Pilarica Multiservicios—, movió sus influencias
y trabó los permisos de construcción de la nueva gasolinera, doblegando a la
comuna parar detener la edificación. La comuna cayó en excesos y terminó
accediendo a los intereses que le ordenaban el cierre de la nueva estación de
servicios.
Horacio Velarde Lugo
respondió de inmediato y destrabó el conflicto llevando a juicio el bloqueo.
Vencidos legalmente en el
juego de influencias, la embestida continuó, pero ahora utilizando a terceros.
En 2016, un grupo de
supuestos colindantes recurrieron ante el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo del Estado de Sinaloa para actuar en contra de Combustibles
Velarde Espinoza, a fin de consumar la suspensión de los trabajos de
construcción de la gasolinera que no pudo lograr el regidor Artola, pero se
resolvió adverso a los intereses presuntamente grupales.
Entonces, reaparece otro
grupo de 10 colindantes guiados por José Ramón Bojórquez Félix y en abril del
2016 intentan el juicio de amparo 253/2016-5to en el Juzgado Quinto de
Distrito, reclamando al Ayuntamiento de Ahome y al Tribunal de lo Contencioso
Administrativo la falta de emplazamiento a juicio para oponerse a la apertura
de la gasolinera por considerar que les causa daños a la salud.
En el juicio piden suspender
la obra, y se les fija una garantía de 200 mil pesos para daños y perjuicios en
caso de que se pierde el caso, pero no la presentan.
Bojórquez Félix se dice
vecino colindante del lugar, pero en autos quedó demostrado que en realidad
reside en el fraccionamiento las Mañanitas, a más de 1.5 kilómetros del lugar
del conflicto. Y también quedó establecido su nexo como trabajador de Pilarica.
En julio de ese mismo año,
otro grupo de colindantes representados por el mismo actor inicia el juicio de
amparo 440/2016-/7º, con los mismos argumentos que los anteriores, solicitando
la suspensión de la obra. Es en éste en donde depositan la garantía de 200 mil
pesos. El reclamo es el mismo y contra las mismas autoridades.
En agosto del 2016, un tercer
amparo con 35 nuevos colindantes es presentado en el Juzgado Séptimo de
Distrito. Se le asigna el expediente 549/16/7º, por los mismos hechos.
Y finalmente, el 27 de enero
del 2017, en el Juzgado Quinto de Distrito reaparece la misma nulidad de los
permisos y la revocación de las licencias de construcción. Pero no se deposita
fianza alguna.
Hasta ahora, los juzgados de
distrito le han dado entrada a todos los amparos intentados por los vecinos
colindantes, y se han desahogado de manera individual, aunque todos tienen el
mismo reclamo y narran los mismos hechos, que son extemporáneos.
Una fuente cercana a los
expedientes comentó a petición de anonimato, que el caso es extraño porque en
hechos similares y relacionados con un mismo asunto de fondo, los jueces de
distrito los acumulan por costumbre. Además, el caso ha demostrado que los aparentes
quejosos no son vecinos colindantes, sino aledaños, y por lo tanto no tienen
afectación directa a la salud por la gasolinera; además, el trámite intentado
es extemporáneo.
“Por la regulación en la
materia de estaciones de servicio, es realmente muy difícil que exista daño a
la salud; lo que el asunto oculta en realidad es un interés comercial de un
consorcio que quiere eliminar la competencia que beneficia al consumidor
entregando litros completos a un precio justo, y no volúmenes incompletos con costos
altos. Es una cuestión moral, la nuestra es entregar los que el cliente paga.
No hago ningún favor, pero tampoco robo, como los consorcios”, afirmó Velarde
Lugo.
El corredor de los
consorcios.
Justo en el bulevar
Centenario, en donde el minorista Combustibles Velarde Espinoza pretende
instalarse, funcionan tres sucursales de la tercia de principales consorcios
gasolineros de la ciudad. Y entre ellos no hay trabas de operación, y los
vecinos colindantes no denunciaron afectación.
Frente a la colonia Gabriel
Leyva Solano, al poniente, está la sucursal Leyva de Realgas, que opera 10
gasolineras en la ciudad.
Al oriente, en Centenario y
Degollado, se encuentra la sucursal Degollado de Sevafusa, que administra siete
estaciones de servicio, y a poco menos de medio kilómetro está la Pilarica
Centenario. Pilarica Multiservicios administra 13 sucursales. Estas jamás se han enfrentado
entre sí.
(RIODOCE/ LUIS FERNANDO NÁJERA/ LOS
MOCHIS EN 6 MARZO, 2017)
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