De 24 delitos que se le imputan a
Joaquín “El Chapo” Guzmán en siete estados de la Unión Americana, una acusación
en Nueva York es la que mejor describe sus 25 años en el mundo del
narcotráfico, los billones de dólares que ha ganado y sus relaciones con otros
capos. Éste es el expediente por el que “El Chapo” pisará por primera vez los
tribunales de Estados Unidos. Tan solo en operaciones de lavado de dinero, la
Fiscalía de Nueva York estima la fortuna del cártel de Sinaloa en 14 billones
de dólares entre propiedades, inmuebles y otros activos
Con cargos en California,
Arizona, Texas, Florida, New Hampshire, Illinois y Nueva York, Joaquín “El
Chapo” Guzmán se convirtió en el objetivo número uno del gobierno de Estados
Unidos.
A lo largo de 25 años, el líder del Cártel de
Sinaloa sumó 24 delitos formalmente imputados, todos asociados con
narcotráfico, lavado de dinero, homicidios, uso de armas, conspiración y
asociación delictiva, entre otros.
Incluso en Nueva York, a
Guzmán Loera se le acusa del intento de homicidio del narcotraficante Arturo
Beltrán Leyva, quien fue abatido por la Marina de México en 2009.
Tanto la Corte del Distrito
Sur de California como la Corte del Distrito Oeste de Texas solicitaron la
extradición del capo, pero una ampliación de cargos radicada en la Corte del
Distrito Este de Nueva York, el 11 de mayo de 2016, parece ser la acusación
definitiva que llevará a “El Chapo”, por primera vez, a los tribunales de
Estados Unidos.
Esto a pesar que la Fiscalía
del Distrito Sur de California, con base en San Diego, fue la primera
jurisdicción del Departamento de Justicia en fincar delitos al narcotraficante.
Durante cinco años, se
encargó de seguir a la organización bautizada como “Cártel Guzmán”.
Fue así como a Guzmán Loera y
a 22 de sus colaboradores, se les acusó de conspiración para importación y
posesión de cocaína con tentativa de distribución, asociación delictuosa y
lavado de dinero.
De acuerdo al expediente,
respaldado por un Gran Jurado en noviembre de 1994, “El Chapo” dirigía –desde
México e incluso en prisión– los cargamentos de droga de Colombia a la Ciudad
de México y de ahí a la frontera de Tijuana.
En este último punto, se
encargaba del trasiego de los enervantes a Estados Unidos para finalmente
distribuirlos hasta el Centro y la Costa Este, particularmente Illinois y Nueva
Jersey.
Sus primeros colaboradores
incluían pilotos, empresarios, contadores, abogados, choferes e ingenieros.
Algunos de ellos enfrentaron
un juicio en 1996 que contó con 160 testigos iniciales, desde expertos en
túneles, especialistas en operaciones de importación y exportación, agentes
federales estadounidenses, químicos e incluso empleados del hotel donde los
miembros del Cártel tenían sus reuniones.
Casi 20 años después, la
Fiscalía del Este de Nueva York amplió el encausamiento que había iniciado
contra “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada García con cargos que
detallan los más de 80 cargamentos de cocaína realizados entre 1989 y 2014.
El expediente, de más de 30
páginas, deja entrever no solo el nivel de complejidad de la organización o el
grado de participación de los narcotraficantes en el cártel de la droga más
grande del mundo, también ofrece una mirada a la antropología del narco con
términos como “sicarios” y “jefes de plaza” que permiten entender el engranaje
de estas organizaciones.
ANTES DEL CÁRTEL DE SINALOA, ESTUVO “LA FEDERACIÓN”
Para explicar la complejidad
de los delitos cometidos por “El Chapo” Guzmán durante 25 años en Estados
Unidos, la Fiscalía del Este de Nueva York empieza con la historia de “La
Federación”, la primera gran organización delictiva en México.
La acusación ampliada
“Desde
finales de la década de 1980, la “Federación Mexicana” existió como una célula
del crimen organizado fundada en las duraderas relaciones entre los
narcotraficantes más importantes de México”, se lee en el documento.
Continúa: “La Federación
funcionaba como un consejo con representantes de cada una de las organizaciones
del narcotráfico como sus líderes, incluidos Joaquín Archivaldo Guzmán Loera e
Ismael Zambada García”.
Según esta narrativa, el
empoderamiento de los narcotraficantes y la expansión de su organización se
debieron en gran medida a sus tratos con los cárteles colombianos para
transportar droga de Sudamérica a México y a Estados Unidos.
“A inicios del 2000, El Chapo
y El Mayo formaron una alianza que llevó a la transformación de la Federación
al Cártel de Sinaloa, que se convirtió en la organización de drogas más grande
del mundo”, detalla el expediente.
El “Cártel de Sinaloa” es
descrito como una organización con miles de integrantes y varios líderes, pero
perfectamente jerarquizada.
A la cabeza de la estructura,
se encuentran líderes como “El Chapo” y “El Mayo”, encargados de administrar y
decidir sobre las operaciones de trasiego de droga y de lavado de dinero, así
como de los sobornos necesarios para obtener protección gubernamental.
Justo debajo de ellos, se
encuentra el personal de seguridad. Este grupo tiene el único propósito de
proteger a los líderes del Cártel de Sinaloa, por lo que se les asocia con
actividades sumamente violentas.
En el tercer anillo están los
jefes de plaza. Ya que son los encargados de controlar territorios determinados
para el Cártel de Sinaloa, a ellos se les atribuye la supervisión de tareas de
transporte y trasiego de droga en sus áreas de dominio.
Debajo de ellos, se
encuentran los traficantes. Lo mismo a bordo de botes o submarinos que de
aeronaves o camiones de carga, los transportistas son quienes realizan los
cruces de droga de Colombia a México y de ahí a Estados Unidos.
Por último, están los
lavadores de dinero, quienes están encargados de transferir el dinero
recolectado en Estados Unidos de la venta de droga a México, ya sea a través de
complejas operaciones bancarias o mediante el traslado físico de billetes en
compartimentos ocultos de vehículos.
UNA ORGANIZACIÓN CON VISIÓN
La descripción que hace la
Fiscalía acerca del Cártel de Sinaloa, la muestra como una organización
mercantil, con objetivos que podrían competir con cualquier empresa, como
“promover y mejorar su prestigio, reputación y posición respecto a otras
organizaciones rivales”.
En la acusación, alimentada
de reportes de inteligencia y vigilancia de agencias estadounidenses, explican:
“aunque en ocasiones ha habido riñas y peleas entre los líderes del Cártel de
Sinaloa, generalmente coordinan sus actividades delictivas, comparten y
controlan las rutas para el tráfico de drogas en México para minimizar la
violencia y asegurar que el Cártel de Sinaloa recibiera protección oficial o no
oficial”.
El abanico de drogas
controladas por este Cártel incluye marihuana, heroína, cocaína y
metanfetaminas, principalmente y su mercado principal es Estados Unidos. La venta de enervantes en ese
país, asegura la Fiscalía, dejó billones de dólares en ganancias.
Sin embargo, uno de los
métodos más efectivos para avanzar en el negocio fue la corrupción, además de
utilizar sicarios para asesinar, torturar, secuestrar y realizar otros actos de
violencia en nombre de “El Chapo” y de “El Mayo”.
En uno de los apartados de la
acusación, se especifica que una de las constantes dentro de la organización,
era aplicar “disciplina entre sus miembros y asociados para castigar la
deslealtad y los fracasos”.
O en otras ocasiones, los
homicidios también respondían a las órdenes de silenciar a testigos potenciales
que podrían declarar contra los líderes de Sinaloa o amenazar a quienes podrían
aportar información sobre sus actividades a las autoridades.
TONELADAS DE
COCAÍNA
El expediente además contiene
las fechas en que 87 cargamentos de cocaína, pertenecientes al Cártel de
Sinaloa, llegaron a territorio estadounidense.
En total, son más de 209
toneladas de esta droga que fueron descargadas tanto en Nueva York como en
Texas, Illinois, Nueva Jersey y Arizona.
Algunas de las organizaciones
o células del Cártel que se encargaban de la distribución de cocaína son los
“Cifuentes-Villa”, “Don Lucho”, “Cártel Norte del Valle” y varios traficantes
sudamericanos no identificados.
“Entre enero de 1989 y
septiembre de 2014, en el Distrito Este de Nueva York y otros lugares, Joaquín
Archivaldo Guzmán Loera “El Chapo” e Ismael Zambada García “El Mayo”, ocupaban
posiciones con por lo menos cinco personas más, como los principales
administradores, organizadores y líderes de la organización delictiva que les
dejó ganancias de más de 10 millones de dólares en menos de un año por la
manufactura, importación y distribución de cocaína”, asegura la imputación.
Además, se describe cómo en
muchas de las operaciones, tanto los líderes como sus subordinados, portaban y
utilizaban armas de fuego. Un cargo más para los acusados.
Como resultado de la
legislación estadounidense, luego de los cargos, el expediente agrega un
apartado sobre los posibles decomisos de bienes que se realizarían, en caso de
que “El Chapo” y “El Mayo” sean encontrados culpables.
Tan solo en operaciones de lavado
de dinero, la Fiscalía estima 14 billones de dólares entre propiedades,
inmuebles y otros activos.
LOS TRATOS
La mayoría de los
narcotraficantes mexicanos procesados en Estados Unidos han optado por los
acuerdos con las Fiscalías para evitar juicios.
Fue el caso de los hermanos
Arellano Félix y es la misma ruta que han seguido los hijos de Ismael “El Mayo”
Zambada que continúan encarcelados, en espera de sentencia. Mientras Vicente
Zambada Niebla cumplirá ocho años en prisión, desde su extradición en febrero
de 2010, el menor de los hijos del líder del Cártel de Sinaloa, Serafín Zambada
Ortiz se declaró culpable en 2014 de los cargos por narcotráfico que se le
imputan en el Distrito Sur de California.
De acuerdo con registros de
la Corte Federal de San Diego, Serafín Zambada Ortiz será sentenciado este
miércoles 25 de enero. Sin embargo, su audiencia de sentencia ha sido pospuesta
desde 2014, en gran medida, a los tratos y el intercambio de información que
continúa entre su defensa y la Fiscalía.
POR CUESTIONES ADMINISTRATIVAS, “EL CHAPO” LLEGÓ A
NUEVA YORK
El Departamento de Justicia
de Estados Unidos informó que la llegada de Joaquín “El Chapo” Guzmán a Nueva
York no es garantía de que vaya a ser juzgado en esa entidad. “Guzmán Loera
está acusado en seis expedientes diferentes en los Estados Unidos.
Sin embargo, la acusación
formulada en el Distrito Este de Nueva York contiene una provisión en la que se
indica que debe ingresar a Estados Unidos a través de ese distrito para
conservar la acusación en el Distrito Este de Nueva York.
Por ello, Guzmán Loera
aterrizó en el aeropuerto Long Island MacArthur en Islip, Nueva York”, detalló
la dependencia a través de un comunicado de prensa.
Por último, el Departamento
de Justicia externó su agradecimiento al gobierno de México por su cooperación
y ayuda en la extradición del capo a Estados Unidos.
No obstante, mantiene bajo
reserva los detalles de la hora y el lugar donde “El Chapo” Guzmán tendrá su
audiencia inicial.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INÉS GARCÍA RAMOS/ DOMINGO, 22 ENERO, 2017
12:00 PM)
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