Autoridades uruguayas estiman que el capo
mexicano Gerardo González Valencia blanqueó al menos 10 millones de dólares en
ese país. La detención fue producto de investigaciones periodísticas y el
seguimiento de la Policía sudamericana.
La esposa de “El Lalo”
entraba y salía de México para “descongelar” sus cuentas aseguradas por la
PGR Investigaciones relacionadas con
los Panamá Papers, el sistema tecnológico denominado “El Guardián” y el seguimiento
a su esposa Wendy Dalaithy Amaral Arévalo, fueron los puntos clave que
permitieron a las autoridades uruguayas la detención del presunto
narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia “El Lalo”, familiar y
miembro de la organización criminal “Los Cuinis”.
El originario de Aguililla,
Michoacán, fue capturado el jueves 21 de abril en Carrasco, cerca de
Montevideo, por elementos de la Guardia Republicana de la Policía Nacional del
Uruguay, cuando acudió a recoger a sus tres menores hijos del colegio. Su mujer
fue detenida el sábado 23 en el aeropuerto de la misma ciudad, cuando arribó en
un vuelo procedente de México.
La pareja ya se sabía
perseguida desde una semana previa, cuando investigaciones periodísticas sobre
el bufete panameño Mossack Fonseca (MF) ubicó su paradero e inversiones en
bienes raíces en el país sudamericano desde 2011, donde poseían propiedades por
más de 3 millones de dólares, según referencias de la Dirección General de
Represión del Tráfico Ilícito de Drogas.
“El Lalo” abandonaría su
chalet llamado “Quincho Grande”, en Punta del Este, con valor de dos millones
de dólares, junto con sus hijos y su suegro Héctor Amaral Padilla, para sólo
esperar el arribo de su esposa Wendy Dalaithy -que estaba en México- y huir
todos a Brasil, donde ya habían estado antes.
Además de los tres mexicanos,
el gobierno uruguayo detuvo a tres de sus connacionales que servían de
empleados y prestanombres, a cuya identidad estaban inscritos diversas
propiedades y lujosos vehículos en Punta del Este y Punta Ballena.
Se trataba del jardinero, una
trabajadora doméstica y un hombre encargado de acudir a casas de cambio a
convertir los dólares introducidos al país por González Valencia en moneda
nacional.
CRÉDITOS COMPARTIDOS
En un afán por demostrar la
eficacia del aparato de procuración de justicia uruguayo, autoridades
aseguraron que el éxito de la detención de Gerardo González Valencia se debió a
labores de inteligencia policial y al seguimiento de sus comunicaciones a
través del sistema tecnológico conocido como “El Guardián”, que estableció su
ubicación al momento de ir por sus niños.
Sin embargo, fueron
investigaciones periodísticas en México y en ese país, con base en los Panamá
Papers, por lo que se pudo establecer el nexo de “El Lalo” con el bufete MF, a
través del cual las empresas de los mexicanos, Montella Global, S.A. y Deltodo
Enterprises, realizaron inversiones, utilizando como intermediaria a la firma
uruguaya Asesores y Consultores del Sur Ltda (Asconsur).
De esa forma localizó el
chalet “Quincho Grande”, en una hectárea y media de terreno en Punta del Este,
donde se aseguraron diversos automotores de lujo, entre ellos un Audi A7SB y un
Audi Q7 TFSI Quatro; 45 teléfonos celulares (uno de ellos satelital), siete
tablets y nueve notebooks. Además, tres departamentos en Punta Ballena.
De acuerdo con las pesquisas
que se siguen en el Cono Sur, la organización criminal representada por
González Valencia habría blanqueado unos 10 millones de dólares en ese país
durante los últimos cinco años.
Aunque inicialmente once
personas fueron detenidas, la juez especializada en crimen organizado, Adriana
de los Santos, sólo dictó prisión en contra de los tres mexicanos y los tres
miembros de la servidumbre, dejando en libertad con reservas a la directora de
Asconsur, la consultora Gianella Guarino y al notario público que participó en
el registro de inmuebles.
ENTRE IDAS Y VENIDAS
Las autoridades mexicanas no
eran ajenas al paradero del presunto operador financiero del Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG), dirigido por su cuñado Nemesio Oseguera Cervantes “El
Mencho”.
Seguían los pasos de su
esposa Wendy Dalaithy Amaral Arévalo, quien había entrado y salido varias veces
del país, e incluso continuaba con litigios en Jalisco y la Ciudad de México.
Amaral fue identificada desde agosto de 2015 por el
Departamento del Tesoro
estadounidense como uno de los eslabones más importantes en la cadena del
lavado de dinero de “Los Cuinis” y el CJNG, lo que llevó a la PGR a asegurar el
paraíso turístico denominado Hotelito Desconocido, en la Costa Norte de
Jalisco, administrado por la mujer.
Tapatía, de 36 años de edad,
Wendy Dalaithy fue considerada como una de las “narcoempresarias” del
millonario cártel de las drogas (ZETA edición 2176). Ella dirigía el
corporativo W&G (Wendy and Gerardo) Arquitectos en Tepatitlán, Jalisco, y
en el Estado de México, así como la firma HD Collection, S.A. de C.V. y el
mencionado hotel.
Extrañamente a la señora de
González Valencia le gusta enfrentar a las autoridades a través de los
tribunales.
En 2010 ganó un amparo al
Ayuntamiento de Guadalajara para que se autorizara el dictamen de trazo, uso y
destinos específicos de la obra de una unidad plurifamiliar vertical en la zona
del Bosque de Los Colomos, y en 2013 resultó beneficiada contra la Ley de
Ingresos del Estado de Jalisco por impuestos relacionados con la compraventa de
un inmueble.
Apenas el 21 de enero de este
año, Wendy Amaral fue notificada por la PGR del aseguramiento precautorio de
sus cuentas bancarias dentro de la averiguación previa AP/PGR/SEIDO/UEIDCS/424/2015.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) recibió la orden desde agosto
de 2015.
En sus constantes viajes, la
aguerrida mujer decidió no quedarse de brazos cruzados y, el 4 de febrero de
2016 -a través de sus abogados-, interpuso un amparo en un Juzgado federal de
la Ciudad de México contra la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO) por el congelamiento de sus cuentas bancarias.
Sin embargo, el martes 26 de
abril se sobreseyó el juicio de garantías, al no probar con documentos la
titularidad de las cuentas.
(SEMANARIO ZETA/ FOTOS: internet / Luis
Carlos Sainz /Lunes, 2 mayo, 2016 01:00 PM)
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