El diario alemán
Stuttgarter-Zeitung informó que varios ex empleados y directivos de la empresa
Heckler & Koch serán juzgados por violar la Ley de Control de Armas al
vender rifles de asalto G36 a zonas de conflicto en México, entre ellos el
estado de Guerrero, en donde el 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43
estudiantes de la Norma Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
La corte de Stuttgart admitió
la acusación presentada en noviembre por la Fiscalía en la que se afirma que
los acusados estuvieron implicados, entre 2006 y 2009, en el envió ilegal de
armas y accesorios a zonas mexicanos donde no había permiso para ello.
A pesar de que trece personas
investigadas quedaron absueltas tras la investigación, los acusados son dos ex
directores, dos ex gerentes de marketing, así como una representante de ventas
de la armería.
En Diciembre de 2014 la
prensa alemana aseguró que entre las armas confiscadas por autoridades
mexicanas a la policía de Iguala había fusiles de Heckler & Koch, empresa
que no tenía permiso de exportación a los estados mexicanos de Chiapas,
Chihuahua, Jalisco y Guerrero, entidades donde estaban prohibidas debido a las
constantes violaciones a los derechos humanos.
Así a México entraron 9 mil
652 fusiles de asalto G36 y mil 924 de estas armas fueron destinadas a policías
de Guerrero durante 2006 y 2009.
En el documental
Exportaciones Mortales, del cineasta alemán Daniel Harrich, muestra, con base
en una profunda investigación, que balas de fusiles de asalto G36 fueron
disparadas en los ataques a normalistas en 2012 y 2014 incluido el asesinato
del joven que fue desollado, Julio César Mondragón Fontes.
(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/Miércoles, 18
mayo, 2016 10:23 AM)
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