EPN de nuevo en el ojo del huracán por
supuesta enfermedad mortal
El escándalo sigue y
persigue, no deja a Enrique Peña Nieto, su gobierno, sus secretarios y a su
familia. El alboroto causado por el magnate Donald Trump sobre las críticas
racistas, estúpidas y pendejas sobre México y los mexicanos, casi han robado la
atención sobre los últimos hechos controvertidos que envuelven al Presidente,
donde la “grave” enfermedad que padece, ha sido motivo de diversas columnas y
análisis.
Jaime Avilés denunció
contundente: “Está recibiendo quimioterapia. El nódulo que le quitaron en la
tiroides (el 31 de julio de 2013) era maligno y ya hizo metástasis. Se le pasó
al hígado.” Avilés argumentó en su artículo que un médico cercano al caso le reveló
la noticia.
LORET DE MOLA
“Hace dos años sostengo que
el Presidente está enfermo de gravedad por eso no está en condiciones de seguir
gobernando”, inquirió Rafael Loret de Mola, en un video profusamente difundido
por internet. Y es que la más reciente operación de Peña Nieto, pero sobre todo su
notorio deterioro físico, han despertado toda clase de comentarios y
especulaciones.
Aunque él haya asegurado que
“no estoy inválido ni discapacitado”, es evidente lo demacrado que se le ve a
Enrique Peña Nieto a quien el viernes 26 de junio, supuestamente, le extirparon
la vesícula biliar. “El informe oficial dirá que no es nada grave, pero lo es”,
acusó Loret.
ENFERMO
En efecto, el gobierno
federal ha sostenido que no hay mayor complicación ni gravedad en los padecimientos
del Primer Mandatario, quien también fue intervenido quirúrgicamente hace dos
años por un presunto nódulo en la tiroides. Desde entonces los rumores en torno
a su estado de salud comenzaron y no cesan.
Álvaro Delgado en PROCESO
escribió: “Una vez más, ante la segunda intervención quirúrgica de Peña en su
sexenio, los mexicanos tenemos derecho a saber si padece una enfermedad y si
ésta lo incapacita para ejercer el gobierno, porque los mexicanos también
tenemos el perfecto derecho a tener gobernantes sanos y aptos”.
ALCOHOLISMO
Peña Nieto no sería el primer
Presidente enfermo o de quien se diga que padece “algo” más que una simple
gripe. El alcoholismo de Felipe Calderón es el caso que por cercano y su
connotación es más emblemático. “A Calderón se le notaba que había estado
contento”, aseguró Manuel Espino en el libro de Julio Sherer “Calderón de
cuerpo entero”.
Recordemos que cuestionar la
salud presidencial le costó a Carmen Aristegui su primera salida de MVS y
posterior regreso. Después del escándalo, se le vio a Calderón haciendo toda
clase de “estupideces” para demostrar a los cuatro vientos que su salud era a
prueba de “habladas”.
CUESTIONAMIENTOS
Así que no dudemos que a Peña
también lo veamos ir y venir sin ton ni son, para dejarnos en claro que se
encuentra en perfectas condiciones de salud. Sin embargo, de ser cierto el
rumor que lo señala enfermo de gravedad, es posible que esto no suceda. Así lo
sugirió la presunta fuente de Avilés: “De aquí a diciembre tiene que sacar las
reformas que faltan, porque después ya no podrá ni levantarse”.
Por su parte Loret de Mola
consideró que EPN tiene que dejar el cargo ya:”No nos alegramos de la
enfermedad de Peña, simplemente confirmamos lo que ya sabíamos: que no puede
gobernar”.
“Tan legítimo es conocer la
salud de Peña como, en su momento, si Vicente Fox ingería sustancias para
contrarrestar una lesión en la columna vertebral; si el propio Felipe Calderón
padecía alcoholismo, que es una enfermedad, o si el corazón de Andrés Manuel
López Obrador resistirá ante la responsabilidad pública”, fueron las palabras
de Álvaro Delgado.
CRITICAS
Precisamente, López Obrador
ha cuestionado en reiteradas ocasiones la salud del mandatario. En 2014 apuntó
en su cuenta de twitter: “Dicen: EPN está bien y sugieren que no renunciará ¿Y
cómo resolver lo de su incapacidad para gobernar o acaso no tienen al país en
agonía?”.
Lo cierto es que al actual
Presidente le llueve sobre mojado:
La violencia desmedida e
interminable, la economía estancada, el precio del crudo que no levanta, el
dólar por las nubes, el desempleo galopante, los escándalos de corrupción que
no cesan ni se aclaran, los tropiezos de su gabinete que no da una, La Gaviota
de nuevo en el HOLA haciendo gala de sus despilfarros y banalidades (con bolsos
y zapatos de 5 mil dólares tratando de hacer lo imposible: competir con la
Reina Letizia de España), y el fracaso de un régimen que ya dio todo de si y
que se no se resigna a aceptarlo.
INCONSCIENCIA
Sobre el alza a los precios
de la comida rápida, mediante el 16% de IVA, que se vende en tiendas tipo OXXO,
y que afecta dura y cruelmente a la clase trabajadora, ya mejor ni hablamos.
Con medidas como la Reforma Fiscal y Hacendaria, es claro que a Videgaray, los
Diputados, Senadores, Partidos y al Presidente, poco les importan México y los
mexicanos.
Según Enrique Galván Ochoa en
LA JORNADA, Peña Nieto endeuda al país a un ritmo de un billón de pesos por
año: Al paso que lleva actualmente, Peña Nieto habrá logrado algo que se antoja
imposible: duplicar la deuda pública histórica del gobierno. Dicho de otro
modo: habrá endeudado más al país que todos los gobiernos que antecedieron al
suyo, incluso los más catastróficos, como los de López Portillo y Calderón”.
DESIGUALDAD
Como si esto fuera poco, que
no lo es, durante el gobierno de EPN la brecha entre ricos y pobres ha
aumentado considerablemente, reveló el diario español EL PAÍS. La cifras dadas
por el rotativo son cotidianas, pero no por ello dejan de ser “escalofriantes”:
46,5% de los mexicanos viven en la pobreza; 1% de los mexicanos acapara 21% de
la riqueza “nacional”; los grandes millonarios mexicanos aumentaron su riqueza
en 32% entre 2007 y 2012; 23 millones de mexicanos no pueden comprar la canasta
básica.
Ahora, de nuevo el fuego se
avivó en torno a la “renuncia” obligada que debería llevar a cabo Enrique Peña
por motivos de salud. Como ya muchos han señalado, sería hasta beneficioso para
él argumentar enfermedad para una salida “digna” del gobierno, porque al paso
que vamos, ante su fracaso presidencial cada vez más notorio, claro, evidente, un
estallido social estaría “a la vuelta de la esquina” como puntualizó John M.
Ackerman en PROCESO.
DETERIORO
Álvaro Delgado remató así:
“Peña y su gobierno deben saberlo hasta por sentido común: Ante rumores,
información”, pero Rafael Loret se le fue directo a la yugular: “Retírese con
la última gota de dignidad que le queda”. La realidad es que por enfermedad o
por su pésima administración, por corrupción, por ineficaz, por fracasado, por
incapaz, vuelve el clamor popular: #QueSeVaya
(MEGA EXCLUSIVAS/ REDACCIÓN/ 16 DE FEBRERO 2016)
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