Criminales y narcotraficantes
son detenidos y declaran contra las Policías locales. Como en años anteriores,
señalan a uniformados sirviendo a narcotraficantes u operando delictivamente
por su cuenta, mientras los jefes incorporados al Grupo Coordinación conocen el
rebrote de la corrupción y lo tratan “en lo corto”, sin esforzarse en
combatirla.
Policías municipales y
estatales de Tijuana están secuestrando criminales de un cártel para
entregarlos a sus opositores, mientras elementos del Ejército Mexicano
destacados en la II Zona Militar cuando ésta la comandaba el General Gabriel
García Rincón, han sido detectados en operativos de venta de droga y
secuestros.
os agentes ministeriales de
la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no escapan a la
corrupción, han sido captados por cámaras de vigilancia “robando droga” al
crimen organizado. Al final, los bajacalifornianos quedan atrapados en medio de
la operatividad de dos mafias, la del narcotráfico y la de las Policías.
Titulares de las
corporaciones, la procuradora Perla Ibarra, el secretario de Seguridad Daniel
de la Rosa, el General de la II Zona y el secretario de Seguridad de Tijuana,
conocen la problemática y no han iniciado una limpia o estrategia de corrección
al interior de sus agencias del orden, insisten en el discurso de mejora en los
índices de seguridad.
Esta semana el alcalde de
Tijuana, Jorge Astiazarán, habló de un 11 por ciento en lo general, menos los
homicidios.
Ante la evidente falta de
depuración y el retorno de la corrupción sistemática, lo más grave es la obvia
coordinación para cubrir, pretender ignorar o hacer pasar desapercibidos, los
actos delictivos de unas y otras corporaciones, mientras el trabajo conjunto de
combate sigue sin dar resultados.
La cifra de homicidios, la
mayoría en lugares públicos, va al alza: 86 asesinatos solo entre el 1 de enero
y el 10 de febrero de 2016.
POLICÍAS
EN LA BARREDORA
“A partir de
hoy manda ‘El Pablito´ y al que no lo entienda se los va a cargar La
Barredora”, palabras más o menos,
incluidas un puñado de groserías, fueron la expresadas por un hombre al que
identificaron como “jefe en la Policía Estatal Preventiva”, aseguraron ante
investigadores en sus entrevistas en las procuradurías local y federal, los
hermanos Manuel Rafael y Roberto Carlos Toscano Rodríguez, tras ser detenidos
el 22 de mayo de 2015.
Los Toscano aseguraron que
esos hechos sucedieron unos días antes de la captura, y que quienes les fueron
presentados como gente de La Barredora eran elementos uniformados de la PEP y
del grupo de Operaciones Especiales de la Policía Municipal, llamados “Las
Vaquitas”.
La segunda semana del mismo
mes de mayo, otros dos vendedores de droga presentados ante el Ministerio
Público del Fuero Común también señalaron a agentes municipales, éstos de las
fuerzas operativas, vestidos con uniforme común y en patrulla oficial.
Explicaron que eran gente del
Cártel Arellano Félix (CAF), traficantes de “El Mono” (Manuel Toscano
Rodríguez, asesinado en abril de 2015).
Relataron haber sido
“levantados” por uniformados. Aseveraron que después de someterlos en la Zona
Norte se los llevaron para el Este de la ciudad, a Villas del Campo, escucharon
una plática por teléfono, los iban a entregar, pero cuando llegaron a la casa
quien “los había pedido” no estaba, así que se quedaron esperando.
Dijeron que los agentes
estaban bebiendo y drogándose, y los narcomenudistas lograron escapar. Dos días
después fueron detenidos y consignados por vender drogas.
Dos meses antes, en marzo de
2015, la “denuncia ciudadana” había llegado a la PEP: tres vendedores de droga
detenidos en la Zona Norte alegaron tener acuerdos con “el del Adelitas”, frase
con la que identificaban a un elemento de la Policía Estatal Preventiva, a
quien supuestamente se le inició una investigación.
Esta versión de policías
sirviendo al Cártel de Sinaloa haciéndose llamar La Barredora, también fue dada
por Daniel Eduardo Tapia López “El Tanque”, detenido con los cuates Toscano,
quienes supuestamente lo tenían cautivo.
Tapia había sido traficante
para Sinaloa con “El Cuate de la Obrera”, Lucre Cerda Pacheco, quien lo había
mandado asesinar sin éxito el 26 de abril de 2015; en esa fecha aseguró que los
cuates estaban acordando con narcos de Jalisco para operar contra los hermanos
Alfonso y René Arzate García, Los Aquiles.
Apenas el sábado 6 de
febrero, sobre el cadáver de un joven no identificado y localizado en la
Carretera Escénica, a la altura del retorno Calle Cuauhtémoc, peritos
encontraron una hoja en la que se leía:
“Esto me pasa por trabajar
con el Iván Att La Barredora”. Los mensajes de La Barredora han sido comunes
desde el primer trimestre de 2015, en la Zona Norte, en la delegación Sánchez
Taboada y sus inmediaciones, donde la pugna es entre Arturo Gómez Herrera “El
Gross”, de Los Aquiles, contra “El Niño” y
José Juan Trejo Gutiérrez “El Chapito Trejo”, quienes delinquen para los
primos “Uriarte”. “Esto va para todos
los polleros, tienderos, tarjeteros, westereros que voltearon bandera. Zona
Norte es del Cártel Arellano, atentamente La Barredora”, fue el mensaje que
dejaron clavado en el abdomen de un hombre dedicado al tráfico de personas el 8
de marzo de 2015.
Mensajes como éste se han
dejado en Tijuana desde 2009, y en algunas ocasiones, aseguran ha servido al
CAF también. Consultadas autoridades municipales, respondieron que precisamente
en los primeros meses del año pasado se dieron cuenta que un grupo de
delincuentes se hacía pasar por municipales con el uniforma de “Las Vaquitas”
(camuflaje negro, gris y blanco), y por ello el Grupo de Operaciones dejó de
usarlo.
Asimismo, informaron que un
elemento del GOE fue detectado “dando cortesías y recibiendo dinero de los
criminales” en por lo menos tres delegaciones a nombre de su jefe.
Lo detectaron por denuncias
directas – extraoficiales- de delincuentes, y lo ligaron por los contactos
telefónicos en su celular, sin embargo, no fue suficiente para correrlo, solo
lo reasignaron a puntos fijos.
TAMBIÉN CON LOS NUEVOS ARELLANO
En el Grupo Coordinación, las
autoridades estatales pudieron conocer de agentes de la PEP incorporados a la
protección y operatividad de “El Karateca”, a su vez, considerado por las
autoridades locales como principal operador delictivo de “El Piloto”, hijo de
uno de los hermanos Arellano Félix y nueva cabecilla del CAF. PEP Y EL BOTÍN DE GUERRA Refiriéndose a los
agentes estatales, un directivo policiaco aseguró: “Revientan casas, revisan
los teléfonos, les dan cachetadas a los presuntos sospechosos, pero eso es el
común de todos los días; de eso llegan quejas o llamadas de manera constante,
pero rara vez se formalizan”.
— ¿También roban dinero y
objetos de valor que encuentran en las casas o negocios? , preguntó ZETA. “Pero
saben sobre quién se van, la mayoría de sus víctimas se dedican a actividades
delictivas…sé que esto no lo justifica, pero muy pocos denuncian formalmente”.
Las autoridades conocen de
estas acciones de rapiña de los oficiales y las toleran, sin mediar
investigaciones. Manuel Rafael Toscano, Roberto Carlos Toscano Rodriguez y
Eduardo Taia Lpez “El Tanque” Pero guiados por la avaricia, estos policías
corruptos se han “equivocado”.
En el transcurso de 2015
también se metieron a la casa de la familia de un ex consejero de la
Judicatura, de un ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana, un empresario
y el hermano de un alto funcionario de la Procuraduría, en todos los casos,
alegando denuncias inexistentes. Sin embargo, estos temas se arreglaron “en lo
corto”, sin que mediara denuncia ni investigación.
De acuerdo a números de la
Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), de las mil 903 quejas que
recibieron en 2015 contra la PGJE, se registraron 167, y otras mil 016 fueron
contra elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y las
municipales:
717 porque se violó el
derecho a la libertad; 233 porque se violó el derecho a la integridad y
seguridad personal; y 126 por presuntas violaciones al derechos de seguridad
jurídica. Así el total de quejas contra agentes uniformados:
* 588 corresponden a policías
o custodios de la SSPE.
* 311 contra uniformados del
Ayuntamiento de Tijuana.
* 161 los municipales de Ensenada.
* 55 contra los de Mexicali.
* Una de Rosarito.
Ante la PGJE también se
abrieron una serie de casos por abuso de autoridad y tortura; fueron 456 expedientes
durante 2015, sin embargo, más del 70 por ciento no corresponde a denuncias
interpuestas por las presuntas víctimas, la mayoría corresponde a vistas dadas
por jueces basados en que el certificado médico de la puesta a disposición
incluye algún tipo de lesión cualquiera.
De acuerdo a los registros de
la PGJE, en el 90% de estos casos las lesiones son mínimas. De las que se
suscitan en una resistencia al arresto, y no tardan más de 15 días en sanar.
Pero desde finales de 2014, en el Poder Judicial, ante las puertas del Nuevos
Sistema de Justicia Penal, inmerso en una política con visos de garantista,
encaminada a proteger los derechos de los presuntos delincuentes, los jueces
recibieron la instrucción de que ante el más “mínimo” indicio de presunta violación
a derechos humanos, se dé vista al Ministerio Público y eso han hecho.
LOS MINISTERIALES DEL ROBO DE DROGA
En labor de seguimiento, esta
semana, reporteros de Tijuana preguntaron en un acto público al gobernador del
Estado, Francisco Vega de Lamadrid, y al delegado de la Procuraduría General de
la República (PGR), Pedro de Jesús Torres Salazar, respecto a la investigación
de un robo de droga perpetrado por agentes ministeriales, el cual fue hecho
público tras el asesinato del policía municipal José Iván Hernández Contreras,
perpetrado el 27 de noviembre y presuntamente involucrado en el mencionado
delito, por lo cual previo al homicidio había recibido amenazas de muerte (ver
ZETA edición 2165, publicada el 4 de diciembre de 2015).
Salió a relucir que elementos
del Ejército estaban en posesión de un video donde se veía a varios agentes
ministeriales y a un encapuchado entrar, someter a un guardia, y llevarse un
camión de un parqueadero.
Los militares informaron al
resto de los jefes incluidos en el Grupo Coordinación que conforme a dichos del
guardia, el camión estaba cargado de droga.
Vega aseguró ante los
reporteros que la Visitaduría de la PGR está investigando, y Torres confirmó
que el Estado le había dado vista y estaban trabajando en coordinación.
Sin embargo, lo que hizo la
Visitaduría de la PGJE fue enviar un “expediente” de cinco o seis hojas que
incluye como elemento principal una nota periodística, la publicación de la
agencia PSN colocada en su portal de noticias a la una de la tarde del 11 de
diciembre de 2015.
Luego agregó cuatro o cinco
planas explicando que daba vista, al tratarse de un delito federal y no eran
competentes. Maria Luis Garcia Serrano
La nota contiene los nombres
de algunos de los presuntos participantes, pero en la Visitaduría ni siquiera
se tomaron la molestia de incluir en el expediente enviado a PGR, la
información para confirmar o negar que tales agentes existieran y estuvieran
laborando en la PGJE.
Tampoco declaró al guardia,
ni militares que atendieron la denuncia, ni solicitaron el mencionado video.
En la nota, algunos de los
nombres de los presuntos involucrados no están completos, y la Visitaduría
tampoco mejoró ese detalle. La información periodística remitida menciona como
presuntos participantes a Ricardo Izquierdo Valle, Cristian Vargas Ceballos, un
Harris (se trata de Óscar Harris Mendoza) y un Cerda (Jorge Cerda).
También mencionan al jefe de
Homicidios, Omar Muñoz Alpízar. Jefes policíacos que tuvieron acceso al video,
informaron que Muñoz no aparece en las imágenes, pero el resto sí. A Vargas lo
mandaron a Tecate y a Cerda a Mexicali. Harris e Izquierdo ya estaban
identificados como malos elementos, sin embargo, sus jefes no hicieron algo al
respecto. Cuando se hizo público el episodio, Ricardo Izquierdo renunció a la
PGJE en 2007, cuando a través de la prensa se hizo público que su nombre
formaba parte de una investigación de la ahora Subprocuraduría Especializada
contra Delincuencia Organizada (SEIDO).
Renunció y se amparó, no hay
antecedente de en qué momento regresó a la corporación, pero fue antes de
finalizar el sexenio anterior.
De Harris, como agente en la
zona de Otay, al inicio de esta administración fue detectado en por lo menos
dos investigaciones como participante en delitos que incluyeron secuestro, pero
no le dieron seguimiento y permanece activo. Cuestionados por la comandancia
militar, los jefes en la PGJE llamaron a los agentes, pero solo uno aceptó los
hechos:
“La verdad sí nos aventamos
ese jale, pero que no se hagan pendejos, fue en coordinación con los de
inteligencia militar, el que se ve encapuchado es un soldado, y ellos pusieron
el trabajo, no sé por qué ahora salen con esto…”.
Al tiempo que sugirió que el punto donde
robaron, era un lugar donde los elementos corruptos de las corporaciones
guardaban los “clavos”, droga que roban. Respecto a la investigación de la
PGJE, la visitadora María Luisa García Serrano indicó:
“Realmente lo que nosotros,
los datos que tenemos, son los que se filtró en la prensa, y en base a esa
noticia nosotros dimos vista a PGR para que ellos hagan la investigación
correspondiente, porque a ellos les corresponde, ¿no?, es de su competencia y
si ya surgiera en PGR alguna investigación o algún dato contundente contra
alguno de nuestros elementos, la misma PGR nos lo va a hacer saber para que
nosotros iniciemos por el área administrativa”.
Se le preguntó si ella no estaba obligada
abrir por oficio.
“Sí cuestiones de
irregularidades administrativas o penales de nuestros elementos, nosotros iniciamos de oficio con alguna nota alguna
información o denuncia anónima, en este caso los cargos que se le imputaban a
estos elementos, son de competencia de PGR”.
Dijo que no declararon a
nadie ni pidieron nada al Ejército, porque no es su facultad, sino de la
Procuraduría General de la República
— ¿Cuál delito federal se
presume? “No, pues hay una nota donde se presume algún delito, si es cuestión
de drogas, es cuestión de índole federal”.
— ¿Y si es robo que involucra
a agentes ministeriales? “Es de droga, es de índole federal, no nos
corresponde”.
García agregó que no hay
denuncia ni parte ofendida, ni nada que acredite. Consultados, los mandos que
estuvieron involucrados en la información de los militares complementaron: en
el video no se ve la droga, los soldados no informaron de ningún decomiso, el
camión tampoco se reportó como localizado. Lo único que hay, “es el dicho de un
testigo y la imagen de los agentes sacando por la fuerza el camión”.
LAS “CORTESÍAS” AL EJÉRCITO
En la maraña de corrupción,
los miembros de la milicia tampoco salen bien librados. Precisamente a partir
del robo de droga y la presunta participación de por lo menos un elemento de
inteligencia militar, ZETA consultó con las diversas corporaciones locales,
donde de entrada se encontró resistencia.
Finalmente admitieron que en
diversos operativos de combate a la venta de droga y secuestro o privaciones de
libertad, elementos del Ejército fueron detenidos, pero en lugar de ser
consignados, fueron entregados al entonces Comandante de la II Zona Militar,
General Gabriel García Rincón, para que él tomara las medidas necesarias, y no
volvieron a preguntar.
También se pudo conocer que
en el tiempo de la administración del mencionado General, la Secretaría de la
Defensa Nacional realizó tres investigaciones internas que resultaron en la
detención de 27 militares en Tijuana, 13 en San Luis Río Colorado y siete en
los límites de Mexicali con Sonora.
ASESINATOS EN CERRO COLORADO, PLAYAS, LA PRESA Y LOS
PINOS
Del 1 de enero al 9 de
febrero de 2016, 86 personas han sido asesinadas en Tijuana. En la más reciente
semana, dos de los cuerpos encontrados estaban acompañados de narcomensajes, en
una ejecución se utilizó un cuerno de chivo y hubo un aumento de víctimas no
identificadas.
En la misma semana, la
Procuraduría informó de la consignación de tres presuntos asesinos, y de 196
órdenes de aprehensión pendientes de cumplimentar en contra de homicidas por
crímenes cometidos, en algunos casos desde 2010.
Entre las personas asesinadas
esta semana, está un hombre que recibió 11 disparos.
Esto ocurrió alrededor de las
8:00 pm del 9 de febrero, cuando el joven de entre 25 y 30 años de edad estaba
comprando un hot dog en un puesto ubicado sobre Calle Real del Castillo de la
colonia Felipe Velázquez.
Por lo menos dos armas fueron
utilizadas en el homicidio, ya que personal de Servicios Periciales localizó
nueve casquillos percutidos calibres 45 y 9 milímetros. Los proyectiles le
causaron heridas en piernas, en el brazo, abdomen y espalda.
También el 9 de febrero, en
una calle de la colonia Cañón Palmeras, fue encontrada una mujer sin vida,
identificada como “Vanessa”, con herida por arma de fuego en la cabeza.
En la escena del crimen se
encontraron tres casquillos y un cartucho útil.
De acuerdo con testimonios
recogidos por la autoridad investigadora, el agresor huyó a pie. En el
restaurante de mariscos Foxx Sport Bar, ubicado en la colonia Lomas de la
Presa, fueron asesinados Santos Manuel Carrillo Bajo y Fernando Vega Elenes, la
noche del 5 de febrero.
En el lugar quedaron esparcidos
diez casquillos calibre 7.69×39, correspondientes a un arma conocida como
cuerno de chivo. Un tercer hombre resultó herido y fue trasladado a un
hospital.
Según testigos, las víctimas
fueron atacadas con una ráfaga directa de disparos.
Santos Manuel Carrillo Bajo
recibió cuatro disparos en el pecho y la espalda, mientras que Fernando Vega
recibió tres impactos en abdomen, espalda y brazo.
El primero trabajaba en una
compañía dedicada a servicios de blindaje, mientras que a Vega Elenes se le
identificó como agente aduanal en Grupo Gucot.
Momentos después, en la calle
Guapango del fraccionamiento Los Reyes, fue localizado un automóvil Nissan con
placas de California -en el cual se presume, escaparon los responsables- con un
rifle AK-47 en la parte inferior del asiento del copiloto.
En cuanto a los narcomensajes, uno lleva la
firma de La Barredora y otro del CJNG (Cartel Jalisco Nueva Generación).
“Sigue la
limpia en la baja por parte del Mencho. ATT. CJNG CJNG” (sic), se leía en una cartulina dejada a los pies de
Uriel Núñez Valdez “El Flaco”, asesinado
de 12 disparos sobre la calle Privada
Carlos de la colonia Infonavit Lomas Verdes.
El segundo mensaje
consignaba:
“Esto me pasó por trabaja con El Iván Att la
Barredora”, lo dejaron sobre el
cadáver de un joven baleado abandonado en la Carretera Escénica, el sábado 6 de
febrero. La señora Carmen Núñez pereció incinerada dentro de su casa en la
colonia Cerro de las Abejas el 8 de febrero, y otra mujer no identificada fue
apuñalada con un desarmador en la vía pública de la colonia Niños Héroes el día
4.
A José Manuel Martínez
Enríquez lo mataron a balazos en la colonia La Morita el 3 de febrero, y el
cadáver de un hombre apuñalado y encobijado fue localizado en la colonia Jardín
Dorado el 4 de febrero.
EN ENERO, MÁS DE 2 MIL LLAMADAS DE EXTORSIÓN EN BAJA
CALIFORNIA
La Secretaría de Seguridad
Pública del Estado (SSPE) reportó 2 mil 328 denuncias por extorsión y fraude
telefónico en enero de 2016. La cifra es más del doble de las mil 88 reportadas
en el mismo mes de 2015, y es la más alta registrada desde 2010.
Entre las víctimas de estos
delitos, se encuentra un niño de 10 años de edad, quien el martes 9 de febrero,
salió de su hogar tras contestar una llamada del teléfono celular de su mamá.
El menor permaneció tres
horas fuera de su domicilio, mientras a su familia se le exigía un monto de 200
mil pesos como rescate.
La madre del menor, quien se
encontraba trabajando en un puesto de mercado sobre ruedas cuando su hijo
recibió la llamada, acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado a
levantar una denuncia por secuestro, pero los agentes determinaron que se
trataba de un caso de extorsión telefónica.
Fue a través de una llamada
como los policías ministeriales dieron con la ubicación del niño, quien había
caminado casi un kilómetro desde su casa ubicada en el fraccionamiento Villas
del Roble, al Este de la ciudad, hasta encontrar un parque.
De acuerdo con el
subprocurador de Justicia en Tijuana, Jorge Álvarez, quienes realizaron la
llamada, amenazaron al infante con lastimar a su familia si no se trasladaba a
un lugar alejado y proporcionaba el número telefónico de su padre.
“Que estén al tanto de sus
hijos, es muy feo vivir un momento que quisieras morirte porque no sabes cómo
está tu hijo. Me habían dicho que lo iban a matar”, recomendó Cecilia, la
madre, a otros padres de familia.
Por su parte, el
subprocurador exhortó a los padres de familia informar a sus hijos sobre el
cuidado que deben tener al contestar una llamada telefónica, como no responder
a números desconocidos y colgar si del otro lado de la línea está una persona a
quien no conozcan.
El número telefónico desde el
que se realizó la llamada de extorsión, correspondía a una clave Lada de
Coahuila.
Esta entidad federativa se
ubica dentro de los 13 lugares de procedencia más comunes cuando se trata de
estos delitos, junto con Ciudad de México, Jalisco, Estado de México,
Guanajuato, Querétaro, Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Tabasco, Michoacán,
Veracruz y Oaxaca.
Según información proporcionada
por la SSPE, en el 54 por ciento de estos casos se engaña a la víctima con un
familiar secuestrado, en el 24% se trata de una amenaza de la delincuencia
organizada.
Otras formas de extorsión
incluyen engaños por un familiar detenido en la Aduana, fraudes por rifas o
sorteos, o de un familiar detenido por un delito.
PRESUNTOS
DELINCUENTES LIBRES SÍ ALEGAN TORTURA
Consultada, la Procuraduría
General de Justicia del Estado informó que en un reciente análisis de datos
realizado por la Subprocuraduría de Tijuana, encontró que de 2010 a la fecha
tiene iniciadas en trámite 629 averiguaciones previas por abuso de autoridad
y/o tortura.
De esas, en 2010 y 2011 se
iniciaron una respectivamente; en 2012 abrieron 20; otras 41 en 2013; para 2014
fueron 91; y en 2015, la cifra se
disparó a 436.
A partir de noviembre de
2014, el Poder Judicial federal instruyó a que ante la más mínima presunción de
una mínima violación de derechos, se diera vista al fuero común.
“Entonces si el certificado
médico del presentado menciona lesiones, por mínima que sea, se da vista al
Ministerio Público”, explicó un funcionario.
En ese esquema, de las 629 denuncias en poder
de la PGJE, 601 han sido enviadas por juez: 257 fueron remitidas por un Juzgado
Colegiado o Unitario; 185 por un Juzgado de Distrito; 123 por un juez local y
36 por un órgano de control interno que también son autoridad.
Las denuncias presentadas
directamente por un ciudadano agraviado han sido 28.
De los 601 expedientes
remitidos por alguna autoridad, jueces en su mayoría, solo 110 están en
proceso. En 40 de los casos, las víctimas consultadas tras la orden del juez se
han negado a declarar respecto al mencionado abuso o tortura, algunos han dicho
que lo hicieron por instrucciones de su abogado, y han rechazado someterse al
Protocolo de Estambul.
Otras 70 víctimas han
solicitado el Protocolo de Estambul, pero no se ha realizado ninguno, el
argumento es que se trata de un proceso oneroso que dura más de tres meses y la
PGJE no cuenta en este momento con los recursos humanos necesarios para
hacerlos, “…pero ya se iniciaron algunos”.
Sin embargo, a la fecha el
rezago en la solución de estas denuncias generará un problema mayor.
Autoridades de la PGJE fueron informadas que de nuevo, en vísperas de la
implementación completa del Nuevo Sistema de Justicia Penal, viene una nueva
instrucción del Poder Judicial.
Si se da el caso que a alguno
que le llegue el momento de dictar sentencia en alguno de esos expedientes
donde se dio vista de “abuso de poder y tortura” al Ministerio Público del
Fuero Común y las procuradurías no han resuelto -más allá del resultado del
juicio por el delito que fue capturado-, esta falta de eficiencia de la
procuradurías locales operará a favor del presunto delincuentes.
El sistema garantista deberá
presumir que si no hay resolución del Ministerio Público, el resultado debe
considerarse a favor, entonces el presunto criminal deberá quedar libre porque
su captura derivó de un abuso de autoridad y tortura
TECATE, MÁS HOMICIDIOS
Dos personas resultaron
muertas por arma de fuego la noche del miércoles 10 de febrero en Tecate. A las
8:30 pm, la Policía Ministerial recibió el reporte de ambos occisos y un menor
de edad herido fuera de un domicilio en la colonia Escudero.
En el lugar se encontraron tres
casquillos calibre 9 milímetros. Una de las víctimas llevaba por nombre Enrique
Gil Medina, de 44 años; el menor de edad fue alcanzado por un proyectil en el
antebrazo y se encuentra estable en el Hospital General de la ciudad.
Gil aparece en varias averiguaciones
previas como indiciado por los delitos de robo equiparado de vehículo de motor,
robo en casa habitación y amenazas. La segunda víctima aún no ha sido
identificada.
En las investigaciones se
sigue la línea de narcomenudeo sin que hasta el momento haya detenidos, armas
aseguradas o vehículos involucrados. En lo que va del año, ocho personas han
sido asesinadas en Tecate.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ FOTOS:
cortesia Edición Impresa Investigaciones Zeta/
Lunes, 15 febrero, 2016 01:00 PM)
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