MÉXICO, DF (apro).- Lo que
para unos es la escena número 33 del absurdo que es la teatralización de la
justicia en México, para otros puede significar un encarcelamiento injusto o
incluso la muerte a razón de una venganza de la delincuencia organizada. El
caso de Joaquín Guzmán Loera ha desatado la rabia de la Procuraduría General de
la República (PGR) y de los medios de comunicación: el escarnio, la
ridiculización de una situación por demás grave, sumadas a la estrategia de la PGR
y de la Secretaría de Gobernación para denostar a la actriz y productora Kate
del Castillo en todas las formas posibles. A mi me interesa mucho más
comprender lo que la autoridad y los capos ocultan que aquello que le obsequian
a una sociedad hambrienta de sangre y espectáculo más que de comprensión y
justicia.
Lo que sabemos de cierto es
lo más importante: Kate del Castillo la actriz mexicana ha participado en más
de 23 películas y en algunas telenovelas y en series televisivas
estadunidenses, se jugó la suerte mudándose a Los Ángeles hace catorce años en
busca de fortalecer su carrera; ha trabajado también como productora de series
y películas. Lleva años incursionando en el mundo del cine desde diferentes
ámbitos, de allí que no sea una casualidad que ella, al igual que Oliver Stone,
Sean Penn, Leonardo Di Caprio y otro puñado de gente de cine hayan pensado en
buscar la posibilidad de que el líder del Cártel de Sinaloa cuente su versión
para unirla a las muchas otras de víctimas y autoridades.
Hace años don Julio Scherer
entrevistó al socio de Guzmán Loera, El Mayo Zambada aún fugitivo, lo hizo como
periodista, porque deseaba desentrañar en lo posible una historia de vida que
lleva a un chico humilde a convertirse en un multimillonario criminal capaz de
negociar lo mismo con gobernadores que con militares, agentes de la DEA y
empresarios para avanzar en la construcción de un emporio económico que vive de
la muerte y el sufrimiento de millones. Un capo que se nutre de la gozadera del
consumo de drogas de millones de personas y que disfruta las ganancias de la
trata de mujeres y niñas. Los ataques a don Julio fueron duros, pero ganó la
batalla por su derecho a la Libertad de Expresión, a pesar de que en algún
momento la PGR intentó inculparlo de que su revista ganaría dinero gracias a la
entrevista y por tanto habría algún vínculo económico; ese sinsentido no fue
suficiente para ejecutar la venganza de la autoridad, porque un periodista
podía sentarse con el capo y las autoridades eran, o fingen ser, incapaces de
encontrarlo.
Sabemos que Del Castillo
escribió en 2012 en un tuit su reflexión personal de cómo ella ve y sobre todo
cómo siente a su país. Criticó las formas en que se construyen la injusticia y
la desigualdad, aseguró que cree más en El Chapo que en los políticos porque al
menos él se muestra tal como es, los políticos en cambio, viven de la impostura
y el engaño. Kate invitó al Chapo a traficar con amor en lugar de con drogas y
personas, le pidió que en lugar de drogas transporte medicamentos y las curas
contra el cáncer y el VIH-Sida que los gobiernos nos ocultan o cuyo acceso se
limita a las personas con recursos. Su opinión recibió lo mismo aplausos que
críticas y burlas. El lenguaje de Kate es directo, transparente, muestra la
ingenuidad real de Kate, esa que ha trabajado durante diez años con
organizaciones contra la trata de personas y como activista contra la violencia
hacia las mujeres, que es activamente la Embajadora Corazón Azul de la ONU
contra esos crímenes; la que ha trabajado con PETA por los derechos de los
animales, la mexicana que pasó un mes en Bolivia trabajando infiltrada con
activistas en el ambiente de la explotación sexual de adolescentes para hacer
una película sobre el tema.
Kate del Castillo es
claramente una gran actriz, pues convenció al mundo de ser una despiadada
narcotraficante. Lo mismo que Michael C. Hall, el actor de Dexter, la serie de
un asesino al que la gente en el supermercado le huía confundiendo al actor con
su personaje; la PGR juega con el imaginario colectivo de Teresa Mendoza.
Guzmán Loera es afecto a las
redes sociales, leyó el tuit y quiso encontrarla. El Chapo, como han revelado
la PGR y el artículo de Sean Penn, buscó a Kate para pedirle que fuese ella
quien contara su vida en una película. Por las conversaciones reveladas por la
autoridad sabemos que el líder del Cártel de Sinaloa era uno entre millones de
fans enfatuados con el personaje de Teresa Mendoza de la narco-novela La Reina
del Sur. Por su parte Kate, llámele ingenua o estúpidamente, creyó que el capo
tendría un lado humano, que leyó el tuit y reflexionó sobre lo que ella le pide
“sea el héroe, use su poder para el bien”, ella creyó que él en verdad querría
contar su historia ya que estaba preso y no tendría mucho que perder. No sería
el primer caso en que un mafioso encarcelado decide revelar su biografía.
Los informes de las
periciales aplicadas al Chapo Guzmán cuando éste estuvo detenido por segunda
vez, revelan que tiene una personalidad megalómana con tendencias depresivas,
que muestra una personalidad escindida con pérdidas del Factor Realidad, ausencia
de empatía, incapacidad para la compasión y una creatividad fuera de serie; al
mismo tiempo que tiene fuertes vínculos de valores familiares, cree en el
matrimonio y es romántico. Es claro que él, como muchos capos, quisiera ser
visto como un personaje de ficción que no paga las consecuencias de sus actos
antes que como un despiadado hombre de negocios criminales imposibilitado de
disfrutar de su riqueza ¿cómo pretendía contarle su historia a Kate del
Castillo? Nunca lo sabremos porque la autoridad está decidida a impedir que esa
película se haga. Sabemos que antes de ser detenido el Chapo ya había ordenado
a sus hombres que investigaran cómo podría cavarse un túnel para salir del
penal de La Palma y que envió a su ingeniero favorito a Alemania a estudiar la
construcción del túnel que le dio la libertad en complicidad con autoridades
federales.
Sabemos que luego de que sus
abogados lograran contactar a Kate del Castillo pidiendo sus datos en la ANDA,
ella tardó semanas en responderles, estaba filmando Dueños del Paraíso, otra
narco-novela. Luego ella viajó a ver a los abogados, quienes explicaron que
desde prisión el jefe pedía que fuera ella la que produjera la película que
Leonardo di Caprio quería hacer. Los registros de las intervenciones
telefónicas en manos de SEIDO nos dicen que seis diferentes productores de
Hollywood habían contactado al capo en La Palma para pedirle los derechos de su
vida para un filme. Hay evidencia que demuestra que la actriz se reunió
inmediatamente con los productores de Oliver Stone: Fernando Sulichin y Jose
Ibanez, quienes prontamente contactaron a su despacho de abogados para
consultar las dudas de la actriz ¿era legal pedir los derechos de su historia
al Capo? PGR tiene en su poder los dos contratos que Kate y los productores
llevaron a los abogados del Chapo (recordemos que todas las reuniones fueron
sólo con los abogados excepto la única con el capo para la entrevista), en las
comunicaciones intervenidas es claro que no habrá ningún intercambio de dinero
entre las partes, esos documentos que demuestran que lo primero que hizo Del
Castillo fue buscar asesoría legal para saber si no incurría en algún delito y
para evitar hacerlo por ignorancia. Recuerdo cuando Kate, hace casi un año me
contó que harían la película, me reiteró su obsesión porque el capo no
invirtiera un solo centavo “deben ser puros inversionistas conocidos” me dijo,
yo asentí.
Sabemos que la PGR filtra la
información a medias para inventar su verdad histórica sobre este caso sin que
siquiera sea juzgado ni hayan interrogado a todos los involucrados. SEIDO tiene
todos los correos y chats intercambiados entre la actriz y los productores que,
mientras tanto, terminaban la película de Edward Snowden y por ello también
estaban bajo vigilancia de las autoridades estadunidenses. Sabemos que fueron
ellos quienes invitaron a Sean Penn a conocer a del Castillo y que fue él quien
insistió en que buscaran al capo para entrevistarlo en persona. El plan
original de del Castillo era el de cualquier productora: enviar a un escritor a
documentar la historia del capo y más tarde preparar un guión. Mientras esto
sucedía las autoridades ayudaron a Guzmán Loera a darse a la fuga.
Para sorpresa de la actriz,
según consta en la evidencia en manos de SEIDO, Segob y el FBI, los abogados de
Guzmán Loera la volvieron a contactar cuando ya se había fugado. Los
coproductores Fernando Sulichin y Jose Ibanez consultaron con su despacho de
abogados; era aceptable que se reunieran siempre y cuando nadie recibiera ni un
centavo del capo o su gente y no supieran la locación a la que irían; eso era
sencillo pues los narcoabogados habían advertido que les llevarían a diferentes
lugares porque debían cuidar que el paradero de su jefe no fuera revelado; fue
entonces que la PGR y las autoridades federales de Estados Unidos intervinieron
las cuentas bancarias de la actriz (no sabemos si las de los productores
también, porque este dato no aparece en el informe de inteligencia).
Por otro lado un informe de
inteligencia de la Marina revela que los abogados que contactaban a la actriz
intermitentemente se veían también con los dos hijos de Guzmán Loera y que se
sabía que la familia entera estaba en Sinaloa (eso lo supe yo misma cuando
estuve en Sinaloa el pasado diciembre), viajaban entre Mazatlán, Los Mochis y
la sierra en la que el padre del capo les enseñó a cultivar amapola y mariguana
a las 15 años. ¿Por que no lo detuvieron entonces? ese mismo informe muestra
que la autoridad mexicana y la DEA siguieron a los actores y a los productores
(les tomaron fotos y grabaron su encuentro para subir a la montaña).
Por su parte Secretaría de
Marina se ha ganado sin duda gran credibilidad por su efectividad de
Inteligencia y su planeación estratégica como en el caso de Beltrán Leyva por
mencionar uno. La Semar tiene una versión diferente a la de PGR.
La autoridad sabía que el
conductor del vehículo, como nos ha revelado Sean Penn, era Alfredo Guzmán,
hijo del capo y operador del cártel ¿por qué los dejaron ir?.
Dos días después de que los
actores y productores estuvieran en la sierra entrevistando al narcotraficante
el operativo Cisne Negro entró al sitio y murieron casi doscientas personas en
una balacera en la que dejaron ir al Capo porque supuestamente iba acompañado
de una mujer y sus niños; esa versión de compasiva actitud damas y niños
primero resulta insólita luego de que hemos visto cientos de cadáveres de
mujeres y jóvenes aniquiladas por balas del Ejército y de los cárteles.
Sabemos que Kate se
reencontró con los abogados dos veces más en Xochimilco para que le entregaran
las fotografías que Sean Penn necesitaba para la revista. El mismo Penn en su
frívola crónica narra cómo presionaba a Kate para conseguir la información de
pertinencia periodística, Kate había pedido a Sean Penn que la incluyera como
coautora de la crónica, después de todo la que de verdad se había arriesgado
como una buena reportera era ella, Rolling Stone y Penn se rehusaron a darle el
crédito merecido, la usaron como si fuera una fuente cualquiera y ser mexicana
le impedía tener el estatus para aparecer como autora de tan reconocida revista
americana.
Ya para entonces la
productora y actriz había contactado a un despacho de abogados del más alto
nivel en México, el abogado ya comprometido con representarla y luego de haber
escuchado toda la historia, dos días antes de la publicación de la pieza
renunció avisando a la actriz que tenía conflicto de intereses porque, había
olvidado comentarle, era asesor de la PGR; en cualquier otro país Aguilar
Sínzer perdería su licencia por manipular a un cliente que ha contratado
defensa legal. Cabe mencionar que el despacho de Gómez Mont defiende mientras
tanto a todos los involucrados en la fuga del Chapo; a esos abogados que
reciben pago de quien a su vez hizo negocios con el narco ¿no los espían?
Muchos medios han dado
grandes muestras del peor periodismo. Han recibido casi sin cuestionar las
filtraciones de la PGR, siempre parciales, han editado los chats entre la
actriz y uno de los grandes empresarios criminales del mundo para convertirlos
en una sátira de telenovela, y claro, han inventado historias frívolas sobre un
tema por demás grave que podría costarle la vida a Kate del Castillo y al
propio Sean.
Ciertamente Kate y Sean
tuvieron acceso a estos mafiosos gracias a su fama, ella en particular debido a
su personaje Teresa Mendoza. Ella sólo aceptó producir la película porque él
estaba preso, me lo dijo hace meses cuando comenzaba el proyecto. La forma en
que se ha ridiculizado a la actriz no es nueva, el sexismo es notable en todos
estos casos, con ella, y no con Penn, mencionaron su edad y la retrataron como
si en verdad fuese la Reina del Sur, hasta el excorresponsal de guerra Arturo
Pérez Reverte, quien conoce el grave riesgo, se burló de la actriz diciendo “no
esperaba menos de mi Teresa Mendoza”.
Univisión ha sido
probablemente el peor de todos al crear una narrativa sexista sobre una mujer
más parecida al personaje de ficción que la persona real. Todos han minimizado
el rol que el actor de 21 gramos jugó en esto; Sean y El Chapo se llamaban “amigos”
pero a él no le endilgan una relación afectiva ni hablan de la apariencia de
Penn ni de su capacidad de seductor. Lo mismo va para los productores a quienes
Sean si protege con nombres falsos en la revista ¿por qué ellos no aparecen en
la narrativa si son los socios legales de Kate y los que le insistían, a pesar
de que ella ya estaba aterrada, en mantener el vínculo de comunicación con la
gente del capo y eventualmente con el capo?
Todo parece indicar que para
las autoridades esos tres hombres mucho más poderosos que la actriz, y por
cierto ninguno de nacionalidad mexicana, acostumbrados a entrevistar a
personajes controversiales como Snowden, Chávez, Fidel Castro y otros, que han
enfrentado espionaje por su trabajo, están libres de toda responsabilidad. El
cine como el periodismo están protegidos por las leyes de Libertad de Expresión
y Libertad de información, pero de eso nadie habla.
SEIDO pretende inculpar a
Kate del Castillo de hacer operaciones financieras con recursos de procedencia
ilícita, comparándola con el exgobernador Moreira cuyos vínculos con el narco y
con el intercambio de dinero ilícito sí están más que probados.
El problema para la PGR es
que ni en las fotografías que le tomaron desde le primer día que la siguieron,
ni en los intercambios de mensajería y correos electrónicos con los abogados,
ni en sus estados financieros aparece una sola transacción ni una sola fotografía
en que ella salga con maletines, bolsas o cualquier otra cosa que haga creer
que le entregaron dinero.
En el despacho de abogados
contratado por ella en los Estados Unidos se discutió reiteradamente que nunca
se aceptaría ni un centavo de dinero del capo; de hecho Sulichin e Ibanez ya
buscaban inversionistas en el ámbito cinematográfico. Kate y sus empresas
estuvieron híper vigiladas durante casi un año por una cooperación binacional
digna de película, y no encontraron nada.
Ignoramos si el narcoabogado
detenido haya declarado algo contra ella, en tal caso habrán de determinar si
el testimonio de un solo delincuente tiene mayor validez que el de una
ciudadana que pecó de ingenua al querer hacer una película como muchos otros
antes las han hecho. No sería la primera vez que un solo testimonio sin
evidencia permite a la PGR perseguir injustamente a alguien.
Recuerdo que don Julio
Scherer me comentó alguna vez que le incomodó cómo “El Mayo” le hablaba con
frases afectuosas, tales como amigo mío, en usted confío; puedo decir por
experiencia como periodistas de investigación que cuando una habla con
delincuentes para sacar información debe ser cuidadosa con el lenguaje, después
de todo ellos hablan porque han establecido un vínculo de confianza con su entrevistador,
tal como pasó con Peter Arnet y Peter Bergen quienes entrevistaron a Osama Bin
Laden en 1997 en Afganistán mientras estaba oculto.
Bin Laden estableció una
especie de camaradería ilusa que ayudó a los periodistas de CNN a obtener una
entrevista antológica. Lo que sabemos está sobre la mesa, lo que no sabemos es
lo más pertinente de investigar ¿qué cree la PGR que El Chapo le reveló a Kate
en esas seis horas de entrevista? ¿creerán que les contó sobre sus vínculos con
Televisa, esos de los que ya había hablado Carmen Aristegui?
Acaso temerán que se sepa
cómo funciona el sistema de inversión de dinero del Cartel en las elecciones de
diversos estados, o sobre su relación con los presidentes de México durante los
últimos treinta años; acaso sospechen que el capo dijo cosas que ningún
periodista hubiera sido capaz de extraer de un asesino como Guzmán Loera, tales
como las estrategias para trazar sus rutas internacionales.
Yo dudo que el Chapo hubiese
hablado demasiado, después de todo habían acordado que en ocho días se
reencontrarían en otro lugar para que él les diera la entrevista completa, pero
la autoridad lo impidió. Ciertamente hay que celebrar la detención del capo, él
y todos sus cómplices han hecho un daño irreparable al país, pero enfocarnos
pasivamente en una persecución de Estado en contra de Kate del Castillo,
persecución que a todas luces se ve forzada, nos hace sospechar que hay algo
más detrás de esta historia, algo que la autoridad no quiere que preguntemos.
Mucha gente de Hollywood y
quienes hemos sido cercanas a Kate del Castillo durante años sabíamos de este
proyecto cinematográfico que tendría mucho de documental. Es claro que hay una
parte de esta historia que no será contada mientras no comprendamos el porqué
de la insidiosa persecución a la actriz y productora mexicana.
(PROCESO / REPORTAJE ESPECIAL/ LYDIA
CACHO/ 18 DE ENERO DE 2016)
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