Las mujeres dedicadas al sexo-servicio
en la Zona Centro de Mexicali viven entre la crisis económica y el temor de ser
agredidas, muchas han migrado a otras zonas de la ciudad y otras más optaron
por los lugares cerrados –como casas de masaje o casas clandestinas– o hacia
las redes sociales y el contacto vía celular, pero quedan fuera de las
necesarias revisiones sanitarias
(EDICIÓN IMPRESA) En Mexicali
hay un padrón de cerca de mil 800 personas –apenas 10 son varones– que ejercen
el sexo-servicio. Están registrados en el Módulo de Servicios Médicos
Municipales, lo que implica que cada dos semanas tengan que acudir a revisión
sanitaria, pero más de 600 no lo hacen de manera periódica.
De estas mujeres dedicadas al
sexo-servicio –sobre todo en la Zona Centro– alrededor de 600 tienen entre 18 y
25 años de edad, pero las hay hasta de la tercera edad. “Yo lo que hago es
entremeterlos, les platico, les cuento charras, gano lo de la ficha y me
aviento mis cervezas de gorra”, confió a un conocido una de estas mujeres de 66
años de edad.
De acuerdo a los registros
cerca del 40 por ciento son bajacalifornianas y le siguen las sinaloenses con
el 16 por ciento, luego Veracruz, Michoacán, DF, Guerrero y hay también
extranjeras de Venezuela, Guatemala y Honduras.
“Cada vez tienen menos
trabajo”, sostiene Altagracia Tamayo, del Comité Binacional (Cobina), un
organismo que presta apoyo no solo a sexoservidoras, sino también a indigentes
y migrantes en la Zona Centro. De acuerdo a la activista, tan solo en el Centro
de Mexicali llegaron a ubicar a cerca de 4 mil trabajadoras sexuales, pero
ahora una buena parte ha migrado a otras esferas, sea contactadas por celular o
quienes optaron por internet y Facebook, lo que implica que sea más difícil el
que sean revisadas medicamente.
“Los servicios cada vez son
más violentos, los clientes cada vez más agresivos”, asegura la activista,
quien aún recuerda la ola de asesinatos de mujeres dedicadas al sexo-servicio
entre el 2008 y el 2011 –calcula que fueron 8 asesinatos tan solo en el 2009– y
sumaron 19 los documentados. Hubo casos de violencia extrema donde las mujeres
no solo fueron golpeadas, poli-traumatizadas y asesinadas, sino además
descuartizadas, cercenadas y sus restos abandonados en varios puntos de la
ciudad.
Aparte se han manejado casos
de mujeres desaparecidas en ese mismo lapso, pero dado que la mayoría son
foráneas y sin familiares cercanos, nadie ha insistido en la violenta ausencia.
La mayoría de estos casos no han sido investigados ni resueltos desde la
Procuraduría General de Justicia del Estado.
COBINA: “MÁS VIOLENTOS, MÁS GROSEROS”
En las oficinas de Cobina,
Altagracia Tamayo refiere el 2009 y los ocho asesinatos de ese año. “Vimos que
la violencia de género había cambiado la sistemática de los clientes del
trabajo sexual, ya se estaban volviendo más violentos, mas groseros”, explica
la activista mencionado que cuando empezaron a entrevistar a las trabajadoras
sexuales exponían que “las peticiones ya habían subido de tono”, masoquismo,
golpes, flagelos.
En cuanto a la protección
refiere que la mayoría de las trabajadoras sexuales ya se han acostumbrado al
uso de preservativo, incluso ahí mismo en Cobina entregan mensualmente cerca de
cinco mil condones que les llegan a través de Jurisdicción Sanitaria del Sector
Salud. Tamayo comenta que, en el mismo Centro hay diferencia entre las zonas de
“trabajo”, por ejemplo los que se ubican entre Morelos y Zuazua son
transexuales y travestis –de hecho entre las muertas cercenadas hubo dos
transexuales–. En la Lerdo, son mujeres.
Calcula Tamayo que en el 2009
había cerca de 4 mil trabajadoras sexuales, pero ahora quedan solo cerca de
420, 450 ahí en la Zona Centro, el resto se contacta con sus clientes vía
celular. De las agresiones refiere que lograron documentar 19 casos de
trabajadoras sexuales asesinadas –de 2008 a la fecha– en un expediente que
entregaron al entonces titular de la Procuraduría de Derechos Humanos,
Heriberto García García, quien no resolvió. Solo se quedó con el documento:
“Mientras el gobierno no tenga voluntad de hacer un programa integral de
prevención a la violencia de género y no nomás a los ciudadanos que dicen que
son de primera, no va a quitarse muchas cosas de zona centro”.
Propone entre otras
cuestiones, instalación de casetas policíacas para la protección de los
ciudadanos.
MÓDULOS: MIL 772 REVISADOS EN EL AÑO
Gerardo Landaverde Trejo es
el Coordinador de la Clínica de Infecciones de Transmisión Sexual de los
Servicios Médicos Municipales –mejor conocida como “El Módulo”–, instalada en
la Zona Centro pero con servicios similares en San Felipe, Algodones y el
poblado conocido como Kilómetro 57.
El médico dice que tiene un
padrón de usuarios –entre enero y octubre de este año– de mil 772 personas
revisadas (diez son hombres) y la norma marca que deben acudir cada 15 días a
realizarse exámenes vaginales. Los exámenes consisten en inspección visual,
exudado vaginal, cada tres meses un examen Graham de laboratorio y cada dos
meses pruebas de sangre para procesar hepatitis C, VIH y sífilis. El
Papanicolaou se realiza cada seis meses durante dos años y según la Norma
Oficial Mexicana si resulta negativo se puede variar a realizarlo cada tres
años.
Los servicios son gratuitos
si una persona acude puntual a las citas, en caso contrario debe pagar 90
pesos. Su radio de acción incluye bares que manejan “fichas”, “tables” de la
zona periférica de Mexicali, San Felipe y el Valle.
El doctor Landaverde comenta
que “ha mejorado la asistencia”, mencionando que el último mes acudieron mil
140 personas de las cuales 600 tuvieron que pagar. “En esta administración la
indicación es no ver lucro, sino ver servicio”; además que llega mucha
población flotante, o quienes solo trabajan durante las vacaciones escolares.
De las revisiones expone que
es frecuente que encuentren una bacteria llamada garnerella, también cándida.
De las pruebas de VHI dice que en este año solo han detectado un caso, 3 de
hepatitis y 83 de papiloma. Explica que por ley deben notificar a la Secretaría
de Salud, instancia que le toca el seguimiento.
En lo que va del año han
entregado 102 mil preservativos; con todo y que algunas mujeres que trabajaban
en bar ahora lo hacen con contacto vía telefónica, siguen acudiendo a revisión,
aunque el dato de las que “trabajan por fuera” no hay manera de dimensionarlo.
En cuanto al perfil de origen
dice que de ese padrón de mil 772, el 39.52 por ciento son de Baja California,
16.25 vienen de Sinaloa, 13.92 de Veracruz, 3.34 de Michoacán, 2.37 del
Distrito Federal y 1.92 de Guerrero. De otros países hay ocho casos, entre
Venezuela, Honduras y Guatemala.
Entre los grupos de edad el
especialista menciona que entre 18 a 25 años hay 580 mujeres, de 26 a 33 son
593 –los dos grupos más amplios– y de ahí de 34 a 41 años hay 344 mujeres, de
42 a 49 son 165, de 50 a 57 años hay registro de 69, de 58 a 65 años son 18 y
complementan con 3 mujeres de 66 años.
El doctor Landeverde explica
que la revisión de tarjetas le toca realizarla a personal del Módulo –hay solo
dos personas–, que se encargan de la verificación, aunque directamente no
multan, dado que la sanción le toca aplicarla al departamento de Alcoholes, que
depende de la Secretaría del Ayuntamiento.
NECESARIO REGLAMENTAR
Carlos Martínez, del Consejo
Estatal de la Diversidad Sexual, comenta que ellos como grupo se han abocado a
capacitar a las sexoservidoras en caso que sean agredidas, violentadas.
“Se ha mencionado que han
bajado las agresiones, los incidentes en la Zona Centro, pero no hay que perder
de vista que ha bajado el trabajo sexual en esa zona”, dice en relación a que
ahora las mujeres han optado por migrar a redes sociales. El activista
considera que aparte las trabajadoras sexuales han enfrentado el acoso oficial,
hay retenes de fines de semana que asustan a los clientes.
“Las trabajadoras sexuales
han optado por salir de la Zona Centro, se han ido a las salas de masajes, las
casas clandestinas y las redes sociales como Facebook y WhatsApp”, asegura
Martínez, quien explica que hay otros factores que tienen que ver con la
violencia hacia estas mujeres, como el consumo de drogas, tanto en los clientes
como en las mismas muchachas.
Insiste en que la cuestión
económica ha pegado mucho en el trabajo sexual, refiriendo que hay mujeres que
hacen un “servicio” hasta por 150 pesos.
Recuerda que hace poco hubo
una denuncia de trata a una persona que estaba promoviendo muchachas a través
de las redes sociales, pero los investigadores descubrieron que las muchachas
se promocionan a sí mismas, el sujeto solo les apoyaba técnicamente con la
página de internet.
“Hay muchas madres solteras
que para evitar ser descubiertas por familiares, hacen sus Facebook
clandestinos y se promueven por ahí, es más seguro”, comenta Martínez. Otra
nueva modalidad es que venden fotos y videos también por Facebook ya que suben
su catálogo, el cliente escoge, va y paga en un Oxxo y recibe la imagen.
Aparte comenta que las trabajadoras
sexuales ahora enfrentan una nueva adicción, los casinos. Martínez cuestiona el
servicio de salud que otorga el Ayuntamiento, ya que desde su punto de vista no
se otorgan preservativos como se hacía antes, la revisión no es rigurosa y hay
falta de recursos. Asegura que en el Valle –como en el Kilómetro 43– ya no se
está haciendo el trabajo municipal de salud, tampoco en San Felipe.
Considera que es un tema de
salud donde el gobierno del estado también debería entrarle al quite, “Sigue
teniendo control los Ayuntamientos, y dista mucho lo que se necesita para el
trabajo sexual. En Baja California el trabajo sexual no está ni legalizado ni
reglamentado en ningún aspecto, creo que sí se debería reglamentar”
Martínez considera que ni
partidos ni alcaldes le han querido entrar al tema por el posible costo
político de organizar una zona de tolerancia, de atender el tema de salud. “Es
una situación que existe, que ahí está y que le está costando a la sociedad un
problema”.
De los casos de
sexoservidoras asesinadas, señala que todo ese tema quedó en el olvido, “Como
son trabajadoras sexuales nadie vela ni pide por ellas, ni insiste, muchas no
tienen familias aquí, vienen de afuera. ¿Qué pasa con cada uno de los casos
tanto de las desaparecidas como las que fueron asesinadas? No hay un
seguimiento”.
TRABAJADORAS SEXUALES ASESINADAS, TODAS DE LA ZONA
CENTRO
21 de junio de 2013.- Asesinada a golpes, encontrada
en un lote baldío en la Colonia Santa Clara.
13 de junio de 2011.- Concepción Peinado, 35 años,
localizada en el Hipólito Rentería, frecuentaba bares de la Zona Centro.
Octubre de 2010.- Guadalupe Beltrán Olmos, encontraron
parte del cuerpo en el basurero del ejido Hipólito Rentería y cabeza cercenada
en Pueblo Nuevo, cerca de la Zona Centro.
18 de febrero de 2010.- Rocío, fue salvajemente
golpeada y encontrada en una zona aledaña al Ejido Hipólito Rentería.
18 de septiembre de 2009.- María Dolores Nuño Ibarra,
primero se localizó un tórax femenino cercenado en el callejón Nayarit, cerca
de la Zona Centro, días después encontraron las piernas.
10 de mayo de 2009.- Esther Calderón Pérez, la
encontraron en un dren de la parte sur de Mexicali.
17 de mayo de 2009.- Esperanza Valenzuela Pérez, 62
años, cobraba 200 pesos.
9 de enero de 2009.- Blanca Elizabeth Hernández, de 31
años, encontrada en un canal cercano a la colonia Gabriela Mistral, Zona
Poniente.
Diciembre de 2008.- María de Los Ángeles Salazar “La
Chapis”, encontrada en un canal en la zona de Las Misiones, en la parte
poniente.
Octubre de 2008.- Gloria Partida León, de 35 años,
asesinada a golpes en Villas del Rey.
21 de septiembre de 2008.- Vilma Arellano Díaz, de 48
años, fue arrojada a un canal aledaño a la colonia Gabriela Mistral, al
poniente de Mexicali.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Sergio Haro
Cordero / Fotos. Sergio Haro/ 09 de
Diciembre del 2015 a las 18:51:10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario