Pagos sin órdenes de compra, facturas de
reparación por patrullas que se desecharon, garantías que no se hicieron
efectivas, adjudicaciones directas que debieron ser licitaciones fueron algunas
de las irregularidades detectadas en la auditoría a la relación comercial entre
la DSPM y Grupo Racota. Sindicatura ordena suspender cualquier trato
(EDICIÓN IMPRESA) Desde abril
de 2015, el regidor Abraham Medina denunció ante el cabildo los sobreprecios y
otro cúmulo de irregularidades que estaban cometiendo las autoridades
municipales en la Dirección de Seguridad Pública Municipal, en colusión con
Grupo Racota, al que al que beneficiaron con cuantiosos contratos por
reparación y mantenimiento de patrullas.
Sin embargo, esas acciones
fuera de ley y reglamento continuaron por siete meses hasta que a finales de noviembre, en un oficio dictado
por el Director de Fiscalización de la Sindicatura Municipal, Santos Fabián
Montaño se concluyó que la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) debe
de suspender cualquier servicio o compra en favor del Grupo Racota S de R. L.
de C. V.
Además de iniciar una
investigación por diversas faltas administrativas que pudieran haber cometido
al menos 3 servidores público, por lo pronto solo van sobre los que firmaron o
dejaron de firmar: Jesús Eduardo Gutiérrez Martínez, Jefe del Departamento de
Recursos Materiales de la DSPM; María
Rosalina Curiel Terán, encargada de despacho de la Subdirección Administrativa:
y Gabriel Mascareño Gutiérrez, responsable del taller de la DSPM.
El documento señala que el 01
de julio del 2015 se notificó a la DSPM la Auditoría Número 7 con oficio
SM/129/201, con el objetivo de supervisar las adjudicaciones y contrataciones
de la dependencia relativo al servicio de mantenimiento preventivo y correctivo
de vehículos automotores.
En 20 hojas informa sobre
diversas irregularidades, entre ellas la ausencia de un contrato, que el 66 por ciento del presupuesto asignado
al taller de la DSPM en 2014 equivalente a 8 millones 955 mil pesos fue destinado
a la empresa Racota, además del 73 por ciento del recurso del primer trimestre
del 2015 equivalente a 9 millones 412 mil pesos, lo que en total significó un
importe por 18 millones 368 mil pesos, los cuales además se asignaron sin
contrato de por medio.
Al revisar las órdenes de
servicio los auditores encontraron que éstas fueron expedidas en fechas
posteriores a la orden de compra, además de carecer de firma del proveedor,
dichos documento solo fueron signadas por Gabriel Mascareño Gutiérrez
responsable del taller de la DSPM.
Otra irregularidad se detectó
el 31 de diciembre de 2014, cuando la
Dirección de Policía solicitó a la Tesorería el pago de 18 servicios de
mantenimiento y/o reparación de vehículos por un importe de 854 mil pesos, en
ninguno de los servicios pagados se contó con la factura del proveedor.
Estas solicitudes de pago
fueron realizadas por Jesús Eduardo Gutiérrez Martínez Jefe del Departamento de
Recursos Materiales de la DSPM y autorizadas por María Rosalina Curiel Terán
encargada de despacho de la Subdirección Administrativa, finalmente las
facturas fueron recibidas los días 6, 12 y 15 de enero del 2015.
Un señalamiento más fue que
la DSPM remitió a Tesorería peticiones de pago, cuyos conceptos no concuerdan
con los descritos en las facturas emitidas, las cuales ascienden a 3 millones
281 mil pesos durante 2014 y 5 millones 406 mil pesos del primer trimestre del
2015.
Adicionalmente, la dirección
de policía tramitó órdenes de pago por 1 millón 995 mil pesos favor de Racota sin tener sustento del taller
municipal.
Las acciones fuera de la Ley
continuaron con el otorgamiento de una “garantías verbales” que no se hicieron
valer. Los auditores detectaron por lo menos 7 casos en los que unidades que
habían sido reparadas, reingresaron a los talleres en un lapso menor a los 90
días por los mismos conceptos teniendo que pagar 754 mil pesos adicionales por
esos servicios. Como ejemplo, la Sindicatura constató que la unidad 0628 fue
mandada reparar y luego dada de baja por las mismas reparaciones.
Otra muestra de las múltiples
formas en que se violentaron los reglamentos para el manejo del erario que
repercutieron en gastos inflados, la encontraron el 1 de septiembre del 2014,
cuando se expidió la orden de compra por 61 mil pesos y fue enviado a
reparación a la empresa Baja Master, nombre comercial de Grupo Racota,
supuestamente se reparó la transmisión, pero en la orden de servicio los
conceptos fueron transmisión, switch, ventilador, flecha, bujías, bomba de
gasolina y batería, y en la transacción no se encontró cotización del servicio.
El 10 de noviembre del mismo
año la misma unidad fue dada de baja al depósito vehicular, el diagnóstico del
taller municipal se realizó 4 meses después dando como resultado que el motor
no servía, pero tampoco la transmisión, suspensión, frenos, llantas,
parabrisas, no contaba con batería ni abanico, reparaciones que supuestamente
había realizado la empresa.
MÁS GRAVE
Apenas el 23 de noviembre del
2015, la coordinadora de la fracción del PRI en el cabildo de Mexicali, Alicia
Martínez presentó un informe parcial del Órgano de Fiscalización Superior que
contrasta que expone una situación más grave que la expuesta públicamente por
la Sindicatura y que señala gastos excesivos en las reparaciones de
vehículos por importes superiores en un
127 por cientos al valor de la unidad.
En las observaciones
correspondientes al 2015 constatan como diversas unidades, entre ellas un Dodge
Ram con número económico 78301, comprado por 269 mil pesos, en 2008, recibió
reparaciones por 343 mil 356 pesos.
De acuerdo al mismo reporte,
una unidad Ford F150 comprada en 138 mil pesos el año 2000 recibió reparaciones
por 163 mil pesos, superando en 18 por ciento su valor comercial, en el mismo
caso se encuentra un Dodge Ram 2010 valorada en 272 mil pesos con reparaciones
de 299 mil pesos y una Dodge Avenger 2013 que costó 213 mil pesos y fue
reparada por 202 mil pesos.
Además el Orfis señaló
diversas irregularidades en contratos que debieron licitarse y se entregaron en
adjudicación directa, dos muestras fueron los 23 millones de pesos por
mantenimiento y servicio de equipo, así como 26 millones 61 mil 274 pesos por
los conceptos de refacciones, lubricantes y aditivos.
Los beneficiados de nuevo
fueron Grupo Racota con la mayoría del recurso, Silvia Campos de Lucas por 8 millones
259 mil 730 pesos y la empresa MJ Industrial, S.A. de C.V., con 5 millones 989
mil 483 pesos.
(SEMANARIO ZETA/ GENERALEZ/ Cristian
Torres Cruz/ 10 de Diciembre del 2015 a
las 12:00:10)
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