España votó este domingo 20 de diciembre
para renovar las Cortes Generales, pero el resultado ha dejado un
complicadísimo mapa político donde nadie puede gobernar si no es pactando. La
irrupción de dos partidos nuevos, Podemos y Ciudadanos, arrebató más de 8
millones de votos a los tradicionales PP Y PSOE. Si no se ponen de acuerdo
antes de que termine marzo, los españoles tendrán que volver a acudir a las
urnas.
(POR: Lourdes Téllez) MADRID,
ESPAÑA.- Por primera vez en los 40 años de democracia reciente en España,
ningún partido consiguió el suficiente número de votos para formar gobierno. El
Partido Popular del ahora presidente en funciones Mariano Rajoy logró convencer
al 28.7 por ciento del electorado; mientras que el Partido Socialista consiguió
un pobre 22 por ciento de votos. Las formaciones políticas de reciente
creación, el izquierdista Podemos y el centrista Ciudadanos, fueron en realidad
los triunfadores al entrar con fuerza con el 20 por ciento y el 15 por ciento
respectivamente.
“Se abre una nueva etapa
política que no tiene referente en ninguno de los procesos electorales de la
democracia española. El bipartidismo que ha sobrevivido durante casi cuatro
décadas, llega ahora a su fin”, explicaba a ZETA el analista político Ignacio
Escolar, quien como el resto de españoles ven claro que hegemonía de dos únicos
partidos, PP y PSOE, está más que enterrada.
“Por primera vez se rompe el
modelo político que nació en la transición donde había dos grandes partidos,
uno de centro izquierda y otro en el centro derecha, que se alternaban en el
poder y que juntos sumaban entre el 75 y el 80 por ciento de los votos. En esta
ocasión no ha sido así. La suma de los dos se queda en poco más del 50 por
ciento”, comentaba Escolar.
ESPAÑA EN CUATRO PARTES
La campaña electoral, que en
España dura solo 15 días, ya preveía un complejo escenario postelectoral no
sólo por la aparición de Podemos y Ciudadanos en sí misma, sino por el tenso
clima político que se respiraba esos días.
La celebración de dos
debates, uno al que Mariano Rajoy no quiso enfrentarse con sus tres oponentes
principales, otro en el que solo debatió con el socialista Pedro Sánchez entre
reproches por los numerosos casos de corrupción e insultos.
Sumando, a sólo tres días
antes del cierre de campaña, el esperpéntico puñetazo que recibió el ahora
presidente en funciones de España a manos de un menor de 17 años -que resultó
tener vínculos con su familia-, la tensión y la división en el país ibérico estaba
servida.
Por eso el domingo 20 de
diciembre, día de la elección, se esperaba la participación de 36.5 millones de
españoles. Aunque la afluencia de votantes a los más de 23 mil colegios
electorales repartidos por todo el país fue masiva en algunas horas, finalmente
el porcentaje de electores que acudieron a votar fue del 73 por ciento (25.3
millones), solo cuatro puntos más que la anterior elección de 2011.
Un tranquilo día sin
incidentes reseñables, marcado eso sí por el nivel 4 de alerta antiterrorista,
que desplegó a 91 mil agentes (guardias civiles, policías nacionales y locales)
para velar por la seguridad y el buen desarrollo de la jornada.
Una vez cerraron todos los
colegios electorales a las 9:00 de la noche, el recuento de votos tardó tres
horas. A medianoche se constató que lo augurado por los últimos sondeos de
intención de voto calcó casi milimétricamente el resultado de las elecciones.
El Partido Popular logró el
mayor número de votos, 7.2 millones, lo cual representó el 28.72 por ciento. El
Partido Socialista consiguió 5.5 millones de votantes, el 22 por ciento del
electorado.
Con tan solo dos años de
existencia, el partido Podemos, el cual englobaba a cuatro partidos regionales
(Podemos, Podemos-Compromís, Podemos-En Marea-ANOVA-En Comú) entró directo al
tercer puesto con casi 5.2 millones de votos, el 20.6 por ciento del total.
Ciudadanos, nacidos en Cataluña para luchar contra el proceso independentista,
consiguieron 3.5 millones de votos, casi el 14 por ciento de los electores.
BAILE DE PACTOS
España es una monarquía
parlamentaria en la que el jefe del Estado es el Rey y el presidente y su
gobierno emanan de las Cortes Generales. La renovación de los 350 diputados y
los 208 senadores fue lo que se votó el domingo. Con los votos y porcentajes
obtenidos, el PP se hizo con 123 escaños y el PSOE alcanzó los 90 diputados.
El sistema de reparto de
curules, en donde debe primar la representatividad geográfica, ha hecho que
Podemos, que casi empató con el PSOE en número de votos, sólo logró 69 escaños.
Ciudadanos con su 14 por ciento de votos obtuvo, 40 diputados.
Cualquier partido que quiera
gobernar, necesitará tener mayoría en apoyos que sumen más de 175 escaños. El
juego de los pactos ha comenzado.
“No solamente va a hacer
falta un acuerdo a dos, sino que por primera vez habrá un parlamento riquísimo
con un montón de voces. Mariano Rajoy, el primero que va a intentar formar
gobierno, necesita tener más votos a favor que en contra y ahora no los tiene.
El bloque formado por Partido Popular y Ciudadanos suma un total de 163
escaños, insuficiente para constituir un Gobierno con manos libres”, explica
Escolar.
Si las alianzas naturales por
cuestiones ideológicas no bastan, la “otra opción que algunos citan es la gran
coalición PP-PSOE juntos para gobernar, aunque si eso sucede sería la muerte
del partido socialista”.
Esa fórmula es la primera que
Mariano Rajoy se ha planteado al invitar al líder socialista a una reunión en
el Palacio de la Moncloa (a Los Pinos en México), tres días después de la elección.
“Vamos a votar contra la continuidad del gobierno de Mariano Rajoy. El no a
Rajoy es el sí al cambio”, declaró Pedro Sánchez tras visitar a Rajoy.
El 13 de enero de 2016, se
constituirá el Congreso y comenzarán de forma institucional las conversaciones.
La aritmética no cuadra si no hay un gran pacto de los dos grandes partidos.
“Que Pedro Sánchez intente
formar gobierno lo tiene también dificilísimo porque necesitaría del apoyo de
los independentistas catalanes”, dice Escolar.
PEDRO SÁNCHEZ
PSOE y Podemos, la tercera
fuerza, apenas llegan a 159 diputados. Si sumaran los suculentos 9 escaños de
Esquerra Republicana y los 8 de Democracia i Libertat, ambos independentistas
de Cataluña, junto a los 6 del Partido Nacionalista Vasco… tendrían hasta 23 diputados
a su favor.
Un gobierno con cinco
jugadores que en cualquier momento se podría caer y que implicaría ceder, sobre
todo a los catalanes, no sólo más autonomía, sino el derecho a decidir su
permanencia dentro de España.
Los cuatro partidos mayoritarios
ya han trazado las líneas rojas que no traspasarán a la hora de la negociación.
Podemos, Ciudadanos y PSOE
tienen en común que no quieren a Rajoy gobernando en la Moncloa, aunque en el
caso de Ciudadanos y los socialistas no está claro si aceptarían un gobierno de
derechas si el actual presidente en funciones renuncia y le cede el puesto a
alguien más de su partido (como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría).
La reforma de la Constitución
(que no se ha tocado desde que Franco murió y dio paso a la Transición), frenar
los recortes en cuestiones clave como la educación o la sanidad y la unidad
territorial de España, son algunos de los temas que pesarán a la hora de
negociar el poder.
NUEVAS ELECCIONES
A partir del 13 de enero, los
nuevos y divididos diputados tienen dos meses para llegar a un acuerdo. Si no
lo consiguen, irremediablemente se tendrán que disolver las Cortes y volver a
convocar una segunda elección que se estaría celebrando hasta abril o mayo.
Meses en los que España
vivirá sin una cabeza visible. Una incertidumbre postelectoral que los
españoles han propiciado con su voto y que para Ignacio Escolar es en el fondo
muy positiva. “Para nosotros es muy extraño todo esto, pero normalmente en
Europa era muy raro que hubiese dos partidos por encima del 40 por ciento y
ahora ningún partido llega al 30 por ciento.
Eso nos asemeja mucho más a
países como Alemania, Holanda o Dinamarca. El fin del bipartidismo en el fondo
nos convierte en un más país más europeo de lo que éramos hasta ahora. Sin duda
más democrático. Esa cerrazón de un gobierno que es impermeable a la crítica se
ha acabado para siempre”, concluye el analista.
(SEMANARIO ZETA/ SIN REPORTERO ASIGNADO
/ FOTOS. INTERNET/ 23 DE DICIEMBRE DEL
2015 A LAS 10:00:43)
No hay comentarios:
Publicar un comentario