Chilpancingo, Gro.-
Un total de 12 alcaldes de Guerrero pueden tener vínculos con diferentes grupos
criminales, sea por voluntad propia o debido a actos de coerción de
asociaciones delictivas.
De acuerdo con
información de Milenio, es una carpeta informativa que registra algunos de los
trabajos de inteligencia realizados por cuerpos de seguridad del Estado, hasta
julio del presente año.
Estos ediles del
estado están catalogados como “objetivos de atención especial”, con el fin de
vigilar con más énfasis sus actividades cotidianas y relaciones.
Ocho presidentes
pertenecen al PRD y cuatro al PRI; de estos 12, ya han sido capturados José Luis
Abarca (Iguala) y Feliciano Álvarez Mesino (Cuetzala del Progreso), ambos
militantes del sol azteca.
Además de estos
hechos, se han registrado otras historias e imputaciones con otros alcaldes del
mismo estado, como es el caso de Ignacio de Jesús Valladares Salgado,
presidente municipal en Teloloapan, con posibles vínculos con el cártel de “La
Familia Michoacana”.
Otros casos que se
señalan, son los de Efraín Peña Damacio (Apaxtla de Castejón), Salomón Majul
González (Taxco), el ex presidente municipal de Iguala Eric Fernández
Ballesteros, Francisco Javier García
González (Chiapa de Álvarez), Mario Moreno Arcos (Chilpancingo), Crescencio
Reyes Torres (La Unión de Isidoro Montes de Oca), Mario Alberto Chávez Carbajal
(Tlacotepec), Leopoldo Ramiro Cabrera Chávez (Leonardo Bravo), y Rey Hilario
Serrano (Coyuca de Catalán).
En fechas recientes,
fuerzas federales han tomado el mando de diferentes alcaldías de Guerrero, ante
investigaciones de sus cuerpos policiacos, así como de sus alcaldes, por
posibles nexos con grupos de la delincuencia organizada. Lo anterior también se
ha aplicado en algunos municipios del Estado de México.
RECHAZAN RELACIONES
Alcaldes perredistas
en Guerrero rechazaron tener vínculos con el crimen organizado, por lo que
incluso exhortaron a las autoridades realizar las investigaciones
correspondientes, para deslindarse de estas imputaciones.
Rey Hilario,
presidente municipal de Coyuca de Catalán, consideró que estos supuestos
indicios derivan de la relación del ex presidente municipal de Iguala, José
Luis Abarca, con la organización criminal Guerreros Unidos, misma que es
señalada por la desaparición de los 43 normalistas.
“Si hay
investigación... Pues dicen que el que nada debe nada teme, entonces que se
haga la investigación.
“Por el caso Iguala,
por unos pagan otros”, enfatizó luego de una reunión con el gobernador interino
de Guerrero, Rogelio Ortega.
“Si estamos en la
mira de todos tenemos que darle una satisfacción a la ciudadanía y a mí me
interesa mucho que mi nombre esté completamente limpio y si para ello tienen
que investigarnos las dependías correspondientes, por supuesto que estoy a la
disposición”, subrayó Ignacio Valladares, munícipe de Teloloapan.
Incluso, en el caso
de Tlacotepec y Apaxtla, los alcaldes Mario Chávez y Efraín Peña, destacaron la
disminución en los índices delictivos en sus respectivos ayuntamientos y en
particular con ilícitos de alto impacto.
“En el caso de
Tlacotepec en el que dicen que ha existido la inseguridad y la violencia, hasta
el momento yo no he recibido queja de algún ciudadano y menos a hacer alguna
denuncia”, aseveró Chávez.
“Tenemos un año sin
ningún secuestro, sin ningún homicidio, sin ningún robo, absolutamente nada,
muestra de que cuando la gente se organiza se combaten todos los males”, dijo
Peña respecto a Apaxtla, donde se encuentra un movimiento de Policía
Comunitaria.
YA ESTABAN ADVERTIDOS
El Departamento de
Estado de Estados Unidos publicó en un documento oficial, fechado en marzo de
2014, que el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, podía estar
involucrado en asuntos del crimen organizado tras la muerte de tres activistas,
así como el secuestro y tortura de otras cinco personas.
En el texto
elaborado por el órgano de Gobierno estadounidense, dedicado sólo a México, se
detallan más de 20 casos de violación de derechos humanos, incluido el caso
Abarca.
“El 3 de junio
(2013) las autoridades del estado de Guerrero encontraron los cuerpos de tres
activistas políticos que fueron secuestrados el 30 de mayo. Otros cinco
activistas escaparon de sus captores y alegaron que el alcalde de Iguala, José
Luis Abarca, había ordenado su tortura y mató a un activista con una escopeta.
Un amigo o conocido del secuestrado dijo a periodistas que Abarca tenía
relación con el crimen organizado”, detalla el documento.
En una entrevista
con el diario español “El País”, Nicolás Mendoza Villa, quien era chofer de uno
de los activistas asesinados en las orillas de Iguala, dijo que vio a Abarca
apuntar a la cabeza de Arturo Hernández Cardona, ex líder del movimiento
campesino Unidad Popular.
“Vi cómo Abarca le
apuntaba a la cabeza, en la mejilla izquierda, y le disparaba. Una vez caído en
la fosa, le volvió a disparar”.
Mendoza Villa quien
desde junio de 2013 vive escondido, pensó que sería el siguiente en ser
asesinado después de Hernández Cardona.
“Sólo pedí que
arrojaran mi cuerpo cerca de una carretera para que mi familia pudiera
hallarlo”, recuerda, pero en ese momento él pudo escapar.
Sin embargo, durante
más de un año, sobre el alcalde no cayó ninguna denuncia penal por el caso.
QUERÍAN MÁS ‘IMPERIO’
Entre los escombros
del Palacio Municipal de Iguala, que fue incendiado por manifestantes el 23 de
octubre, se halló una estrategia para que el matrimonio Abarca-Pineda se
mantuviera al frente del Ayuntamiento de la localidad, y para que extendiera su
influencia a Taxco y Teloloapan, a través de candidaturas ciudadanas.
La propuesta,
elaborada por los asesores políticos del matrimonio, revela que los Abarca
serían expuestos todos los días en los medios de comunicación entregando apoyos
económicos masivos.
(ZOCALO/ Agencias/18/11/2014
- 10:13 AM)
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