MONTERREY,
N.L. (apro).- Un hombre asesinó a su esposa en el 2003 y durante 11
años mantuvo oculto el cadáver, enterrado en un taller mecánico, en el
municipio de García.
A los familiares de la víctima los engaño: les dijo que estaba viva y que se había fugado con un trailero a Estados Unidos.
El mes pasado el cuerpo fue descubierto y el marido confesó que la mató con un golpe en la cabeza.
Para
prolongar la mentira, el marido pagó a una mujer para que telefoneara a
la casa familiar, donde dejó un mensaje en el que afirmaba que se
encontraba bien de salud.
El homicidio ocurrió en la colonia
Sobrevilla, del municipio conurbado de García, 30 kilómetros al poniente
de la capital, donde Noé Ramírez Robles, entonces de 45 años, rentaba
un taller mecánico.
El 18 de noviembre del 2003, Eva María
Guerrero Cruz, de 31 años fue a visitar a su esposo, en el
establecimiento ubicado en la calle Fray Juan de Zumárraga. Ahí tuvieron
una discusión por celos y él la golpeó, hasta dejarla inconsciente.
Posteriormente la mató estrellándole un fierro en la cabeza.
Ramírez echó el cadáver en la fosa que usaba para revisar coches y la cubrió con tierra.
Cuando
los familiares se extrañaron por su ausencia, les dijo que había ido a
la Cruz Verde a tratarse la picadura de una abeja. Como la mujer no
regresó a la casa al día siguiente, él acudió al Ministerio Público a
presentar una denuncia por abandono de hogar.
Poco después, el hombre desocupó el taller con el argumento de que le habían incrementado la renta.
/ 6 de junio de 2014)
El
10 de mayo del 2008, Ramírez pagó a una mujer quien habló suplantando a
Guerrero Cruz, para dejar en la contestadora de voz de su domicilio en
García, un mensaje en el que decía que se encontraba bien y que vivía en
Estados Unidos.
Según las investigaciones, el mensaje fue
escuchado únicamente por la hija menor del matrimonio. Ramírez se
apresuró a borrarlo para que nadie más lo escuchara, suponiendo que los
familiares podrían detectar el engaño.
El hombre dijo también, que
Guerrero se había fugado con un trailero o un narcotraficante. Durante
este tiempo, mantuvo convivencia con los familiares de quien fuera su
mujer.
El 19 de mayo pasado, fueron localizados restos humanos en
el taller que anteriormente ocupaba Ramírez, cuando los nuevos renteros
hacían trabajos de limpieza.
Los familiares, al sospechar que eran
restos de Eva, pidieron hacer pruebas comparativas de material
genético, que el 29 de mayo arrojaron resultados positivos.
Ramírez Robles fue interrogado y confesó el crimen.
Eva María fue velada el jueves en García y hoy será sepultada.
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