sábado, 21 de junio de 2014

LA ÉTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN GUAYMAS: ¿ SERVIR O SERVIRSE ?

Desde hace rato se sabe que los políticos y sus partidos, se encuentran cada vez más divorciados de quienes dicen representar y de quienes se deben, es decir los ciudadanos en general, o como antes se manejaba discursivamente: el pueblo, la nación, el país, etc., etc.   

Por eso la gente que se dedica a la polaca, en más o menor grado, que los policías y los MPs, son los que menos confianza generan en el respetable y tal apreciación no es nada gratuita. Con creces se han ganado la sospecha de quienes se supone sirven, por eso la ley les concede el título de servidores públicos a quienes ejercen una función de gobierno.

El reconocido politólogo Juan Poom Medina, ha venido sosteniendo que un obstáculo para el cambio en México es que no han cristalizado los cambios en las estructuras de poder, lo que ha provocado la persistencia del autoritarismo, lo que se ha traducido en ver a la política pragmática en una ventana de oportunidad para ciertos grupos, en lugar de que la política se convierta en definiciones y soluciones de los problemas.  “¿Ta´claro?”, diría Florentino.

¿Al servicio de quién?
Llama la atención la tranquilidad, el descaro o el franco cinismo con el que cada tres años, en las piscas electoreras, personajes de diversa estofa afloran a la luz pública con intenciones políticas de aspirar a la mano de Doña Leonor.

Hoy como ayer, empiezan a circular en los medios rostros con su mejor cara y nombres –ahí quien sabe que tan buenos— dispuestos a rajársela y sacrificarse por la raza de bronce. Entonces vemos a políticos en funciones o aspirantes a serlo decididos a jugársela por el bien común en los comicios en puerta y si es con la venía de los padrinos de los clanes políticos, más que mejor.

Y así figuran en lo local un José Luis León Perea a pesar del pizzaso, un inventado Luis El Gato Bárcenas, Susana Corella Platt, el polémico alcalde Otto Guillermo Claussen Iberri, Ramón López Meza, el Chimpitas Germán Uribe Corona, Manuel Ibarra Salgado y demás fauna priísta dispuestos a rifársela por el tricolor; un infartado José Bolaños Castro coqueteando con Los Diablos del PRD léanse Oliver Flores y  Santiago El Yito Margarito, ambos con beca del New Son, para lanzarse al ruedo con los colores solaztequinos; un Marco Antonio Ulloa Cadena que busca alguna candidatura por el PT o quien se deje. Sonaban incluso Sara Valle Dessens, José Ramón Uribe Maytorena,   como posibles candidateables por las izquierdas. En el PAN el tiro está entre Manuel Villegas, el Villeguitas y Lorenzo Lencho Décima Dworack, ambos con gran movimiento de gente y mejor padrino. A Alberto Albín también le atraía buscar la local, al igual que a Carlos González Nemer, hombre de todas las confianzas de Roberto Dagnino. En algún momento las aspiraciones electorales del delegado Juan Pedro Montijo, provocó malestar entre los grupos panistas porteños.

Primeros choques…
La detención por órdenes “superiores” de miembros del movimiento de pinta bardas “365 razones para no votar por el PRI”, una organización filopanista por parte de la policía municipal, ha vuelto a poner en evidencia la utilización política de la corporación gendarmeril por parte del alcalde Claussen y sus allegados, como fueron los casos de intervención de jefes policíacos y al menos un elemento en la embichada a Omar Núñez Caravantes a instancias del exsecretario particular del presidente municipal, el prófugo de la justicia Eduardo Chapo Gaxiola y el uso de patrullas y recursos públicos en la entronización de la hija del director de Desarrollo Social de la comuna Víctor Pérez Ascolani en el FJR, un personaje de la vieja guardia priísta, de esos que Carlos Cacho Zaragoza, cuando dirigía la organización “Yo con Bours” consideraba obsoletos y “decrépitos”. Así lo decía sin empacho, aunque se llevara entre las patas al tío Marco Antonio Llano.

El reventón --con apoyo policíaco y esquiroles alquilados-- de la protesta de los sindicalizados que mantenían en palacio es parte del uso faccioso antes señalado.

Los choques PRI-PAN, se ven reflejados en los diferendos Profepa-CEA-Ayuntamiento, en donde han salido a relucir según Marco Antonio Ahumada, trabajos mal hechos por constructoras avaladas por el alcalde guaymense, lo que “ameritó” --show de por medio— la intervención del contralor Héctor El Maizenas Hernández, para “investigar” los hechos. El “fiscal del yerro” no escatima esfuerzos para salvar la cara de su patrón.

Al interior del PRI va a arder Troya cuando la imposición de El Gato Bárcenas en la CNOP, fue visto como una amenaza para las ambiciones de León Perea, cuando es sabido el minino cuenta con militancia en el partido y mucho menos trayectoria política. Por eso el grupo del exalcalde Antonio Astiazarán, con su escudera la regidora Karla Neudet velan armas a la expectativa. Por lo pronto Jesús Aguirre, otro miembro de la cofradía hace de las suyas en el programa Oportunidades al imponer a priístas como vocales, con el disimulo de Lorena Garibay, pues la Sedesol de la Chayo Robles Berlanga, es el brazo electoral del peñanietismo y cuyo objetivo es restar clientelismo al perredismo en el DF y a otras fuerzas en el resto del país.

Si en política las coincidencias no existen, los reacomodos, enfrentamientos y forcejeos que vemos es síntoma inequívoco de que en el tablero de la política local, empiezan a acomodarse las fichas para encarar el reto comicial del año que viene en una guerra en donde la ética no estará presente.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Columna la Viña del Señor/ Viernes, 20 de Junio de 2014 07:14  )

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