Distrito Federal ─ Autoridades estadounidenses detuvieron a
dos indocumentados mexicanos que habían montado en California una fábrica
ilegal que produjo cientos de fusiles de asalto y rifles, sin marca ni
registros, que eran vendidos únicamente por dinero en efectivo.
Al detener a los
hermanos Luis y Emiliano Cortez García, de 44 y 37 años, las autoridades
recuperaron 345 armas, incluidos fusiles de asalto, rifles de repetición y
silenciadores.
Las armas que
fabricaban los hermanos Cortez eran similares a los fusiles R-15 y los podían
modificar según instrucciones de sus consumidores, de acuerdo con las
acusaciones del Gran Jurado Federal.
La administración
federal para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) obtuvo de
manera encubierta siete fusiles de salto que manufacturaron los hermanos.
La dependencia
informó que son armas imposibles de rastrear porque carecen de número de serie
y se vendieron sin registros.
La ATF trata de
averiguar cuántas armas fabricaron y vendieron los hermanos Cortés García antes
de que fueran detenidos y si las armas que distribuyeron ilegalmente fueron
utilizadas en delitos y crímenes en Estados Unidos.
La ATF identificó a
un exconvicto que compró “tres docenas de armas de fuego a uno de estos
hermanos”, dijo el jefe regional de la ATF en el norte de California, Joseph
Riehl.
Si una arma de ese
tipo fuera recuperada en una escena de un homicidio “representa un enorme reto
para las autoridades; no hay idea de dónde procede, no tiene ningún registro ni
seña particular”, insistió Riehl.
Según la ATF, los
Cortés García vendían las armas que fabricaban en dos mil dólares en promedio
cada una, pero aumentaban el precio si los compradores eran personas que tienen
prohibido poseerlas por antecedentes delictivos o médicos.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Excélsior | 2014-03-09 | 08:44)
No hay comentarios:
Publicar un comentario