miércoles, 20 de noviembre de 2013

LOS JUGUETES ESPERAN QUE SUS DUEÑOS LOS RECOJAN




El silencio sobre la calle Luciano Becerra raya en el absurdo a estas horas de la mañana en la colonia Morelos Zaragoza.

Lo que alguna vez fue un vecindario en el que todo mundo se ayudaba, ahora es un lugar donde sus habitantes se resguardan en sus casas. Hay temor en el ambiente que se traduce en silencio.

El número 1070 de la cuadra luce como si la familia hubiese salido de su hogar. Aún se encuentra un foco prendido afuera de la vivienda cubierta sólo con el gris enjarre de cemento. A través de la malla de metal se aprecia un pájaro de peluche amarillo en el árbol, que espera que su dueño venga a recogerlo.

El multihomicidio de la familia Romero Castañeda, la saña, de los asesinos incluso con los niños… el caso es que va a tener que pasar mucho tiempo para que este vecindario sane sus heridas.

“Creo que ese monito es de los niños”, comenta una vecina que vive al frente de la casa.

“Eran unas personas muy tranquilas, muy reservadas, siempre colaboraban con nosotros”, dice otra vecina.

“Max era un señor que siempre nos ayudaba, si necesitábamos algún favor el siempre estaba disponible, cuando nos pusimos de acuerdo para limpiar el campo de futbol él nos ayudó mucho”, agrega una más que vive frente al domicilio de los Romero Castañeda.

Todas omiten su identidad. El temor y algo más que tristeza les trasluce.

Los niños que se dirigían a los adultos con un ‘buenas tardes señora’, no se encuentran más, ni tampoco buscarán a los hijos de los vecinos para jugar, cuentan.

“Eran niños muy educados, siempre se dirigían a nosotros con mucho respeto”.

Esa casa ya no será más un punto de encuentro de los infantes de la colonia quienes se reunían para disfrutar de algún helado o una paleta.

“Ellos tenían antes una paletería y se juntaban todos los niños que viven por aquí en esa casa”, dice otra vecina.

Narra que el domingo, después de varias llamadas a la casa sin respuesta, una compañera de la congregación llegó al domicilio y al percatarse del crimen buscó ayuda. Tiempo después volvió con una Patrulla.

“El señor se dedicaba a la compra-venta de los carros, pero yo sé que ese negocio no era de él, sino que le ayudaba a otro para venderlos”.

El viento mece de vez en cuando el cordón rojo que rodea la vivienda. Luce cubierto de arena. Las tablas que cubren por dentro la ventana que da hacia el interior hacen más lúgubre la escena. Al frente se puede observar la casita de “Terry”, “Panda” y “Luca”, los pitbulls de Max.

Dice una de las vecinas quer hubo un saqueo en la vivienda la noche del domingo, día que descubrieron el multihomicidio.

“Yo desconozco si en el momento de asesinarlos se llevaron algo, lo que sí es que después del crimen entraron a robar a la casa en el transcurso de la noche”.

Agrega que la familia era muy reservada y religiosa; el padre Máximo Romero era una persona que respetaba a todas las religiones.

“Él no te preguntaba si creías o no, llegaba y te saludaba, siempre con una sonrisa en la cara, al igual que sus niños decían ‘buenas tardes’ a pesar de que estaban muy chiquitos”, dice la vecina que ‘adoptó’ a “Luca”.

La joven dijo que “Luca” tiene un problema de sarna y a lo mejor por eso los los vecinos ya se habían hecho cargo de los otros dos perros.

“En los testigos de Jehová la esposa habla poco y el esposo es quien domina la conversación, sin embargo se veía que siempre estaban unidos, no se faltaban al respeto, los vecinos les llegamos a estimar por su forma de ser”, añade.

Algo que siempre recordará su vecina es el amor que Max tenía hacia los animales.

La joven recuerda que cuando iniciaron un comité de vecinos, Máximo se involucró de una manera comprometida.

“Era una persona muy activa, si necesitabas ayuda, ahí estaba”.

Explica que el funeral se hizo muy reservado por respeto a las diferentes creencias.

Agrega que todas las iglesias que tienen comunión a Cristo, inclusive cristianos y católicos, estarán realizando oración. Mira luego a la calle como queriendo encontrar respuestas…

(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ Mariana Fernández/  2013-11-20 | 00:44)

1 comentario:

  1. Se siente bien que hace más de 4 años de haber escrito esta nota, haya sido compartida por ustedes. Muchas Gracias.

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