BERLÍN,
(apro).- “El precio por vivir mi sueño en la Bundesliga es muy alto.
Cada día me doy al jugador de futbol y me niego a mí mismo”.
Con
esas palabras definía su vida un jugador de la liga profesional de
futbol alemán, Bundesliga, hace poco menos de un año, cuando a través de
una entrevista anónima reveló su homosexualidad y desató, con ello, un
debate nacional al respecto.
Su historia se publicó en septiembre de 2012 en fluter., la revista de la Central Federal para la Formación Política del Ministerio del Interior del gobierno alemán.
Diez
meses después de aquella revelación, la Federación Alemana de Futbol
(DFB, por sus siglas en alemán) sentó un precedente único en el mundo
del balompié al publicar el 16 de julio un folleto titulado Futbol y homosexualidad,
en el que establece una serie de recomendaciones para aquellos
jugadores que deseen hacer pública su homosexualidad. Los destinatarios
son todos los integrantes de las ligas regionales y de la profesional
Bundesliga, así como quienes juegan en los 26 mil clubes que existen en
todo el país.
No sólo eso. Un día después de haberse hecho público
el folleto, el gobierno federal junto con siete clubes profesionales de
la Bundesliga y la Confederación Alemana de Deportes Olímpicos firmaron
la Declaración Conjunta de Berlín contra la Homofobia y por la
Diversidad, Respeto y Aceptación en el Deporte, en la que se comprometen
no sólo a promover un clima de inclusión sin prejuicios, sino a crear
una cultura de la diversidad y respeto mutuo.
Con ello Alemania
parece decida a abrir brecha en un campo que hasta ahora está colmado de
estereotipos. Uno de ellos: que el futbol es sinónimo de masculinidad,
rudeza y fuerza. Nada más alejado de la realidad, si se considera que
entre 10% y 15% de los jugadores de la Bundesliga son homosexuales,
señala en entrevista con Apro Marcus Urban, asesor en diversidad.
“Son
números que corresponden a estudios demográficos. Y (dentro de la
Bundesliga) son más de los que la mayoría puede imaginar”, dice.
Este
alemán de 42 años sabe de lo que habla. Urban es hasta ahora el único
jugador profesional de la Bundesliga que ha hecho pública su
homosexualidad. Nacido en la extinta República Democrática Alemana
(RDA), Urban fue considerado un gran talento del futbol y en la década
de los noventa jugó profesionalmente en el segundo equipo del Club
Rot-Weiss de la ciudad de Erfurt. Fue justamente el tema de su
homosexualidad lo que lo obligó a dejar el futbol profesionalmente y no
fue sino hasta 2007, ya lejos de los reflectores de la cancha, cuando
reveló su preferencia sexual.
“Negarme a mí mismo”
“Al
principio era como un juego y no tenía problema con ello, pero con el
tiempo es algo que me consume. No sé si aguantaré hasta el final de mi
carrera la presión permanente entre asumir una apariencia de jugador
heterosexual y la posibilidad de que se descubra que no lo soy”,
confiesa el jugador anónimo al periodista Adrian Bechtold de la revista fluter..
La
entrevista fue concedida con la condición de mantener en el anonimato
la identidad del jugador y desató un debate en Alemania, en el que hubo
incluso quién puso en duda su veracidad.
Pero lo que nadie
cuestionó fue la importancia del tema: que en el futbol profesional
alemán, uno de los mejores del mundo por su calidad y organización, la
homosexualidad es una realidad.
Durante la entrevista, el
futbolista deja entrever que existen dentro de la Bundesliga muchos más
como él. ¿Una especie de asociación interna? Imposible. “Por el
contrario. Aunque conozco más jugadores en la liga, no hay ente nosotros
encuentros. Sería demasiado llamativo. Y esto es una existencia
paralela muy difícil que se extiende a la selección nacional”, señala.
Desde
su punto de vista salir a la luz como un futbolista profesional gay no
era en ese momento una opción real: “Todo suena muy bien, siempre y
cuando uno no tenga que salir a la cancha a jugar. Quizás sería mejor si
más jugadores lo hicieran, pero de momento no veo muchas posibilidades
para ello”, dice.
A un año de ello, las condiciones han cambiado. La entrevista publicada en fluter.,
así como los casos de los jugadores profesionales de futbol Robbie
Rogers, que milita en el Galaxy de Los Angeles, y de basquetbol Jason
Collins, estrella de los Wizards de Washington, quienes en febrero y
abril de este año, respectivamente, hicieron pública su homosexualidad y
se han convertido en los primeros y únicos jugadores dentro de sus
respectivas ligas en develar sus preferencias sexuales, pusieron
nuevamente el tema a discusión en este país.
“Todos estos sucesos
también plantearon en Alemania muchas preguntas. ¿Qué sucedería si un
jugador de la Bundesliga reconociera su homosexualidad públicamente? ¿Y
cómo podría un club apoyar a sus jugadores o a otros miembros de éste
que quisieran hacer pública su condición?
“El futbol es el deporte
más popular en Alemania. No es sólo el juego en sí, que apasiona a la
gente, sino también lo que hay en torno a él: la vida del club, la
experiencia comunitaria, la identificación con un club o equipo. Pero
todavía no todos pueden moverse libre de miedos y sin preocupación
dentro de este mundo.
Gays y lesbianas son ignorados e incluso
abiertamente rechazados con mucha frecuencia en el futbol, deporte
caracterizado por un rol masculino”, argumenta la DFB en la presentación
del folleto.
En 28 páginas, el cuadernillo ofrece una serie de
recomendaciones tanto para los jugadores como para los clubes sobre cómo
planear y acompañar, en su caso, una revelación de este tipo.
La
asesoría que brinda el documento no se limita a una primera fase entre
jugador y club, en la que éste deberá brindar confianza, seguridad y
apoyo a quien desea hacer el coming-aou. También plantea una fase
de “ofensiva” en la que juntos, jugador y club, dan a conocer en los
medios –prensa y televisión– la condición del primero. Al respecto, la
Federación Alemana aconseja, por ejemplo, que junto con las entrevistas
pactadas con determinados medios para dar la noticia también se
produzcan programas y documentales sensibles con el tema.
En otra
fase denominada de “contraataque”, en el caso en el que se decida que la
revelación será no mediante entrevistas individuales sino a través de
una conferencia de prensa, el folleto presenta una serie de preguntas
incómodas que podrían venir desde afuera y una guía de posibles
respuestas.
Por ejemplo, ante la siguiente pregunta posible: “Si
en un equipo hay homosexuales, ¿no es inevitable que vengan problemas en
la ducha?”. La respuesta sugerida es: “Las personas homosexuales
piensan en sexo tan poco como puede hacerlo un heterosexual. Simplemente
es una falacia asumir que un gay o una lesbiana van a estar interesados
en cada hombre o cada mujer, respectivamente, que tengan frente a sí”.
Por
último, como el silbatazo final del partido, el folleto enlista la
serie de conceptos relativos al tema, con su respectiva explicación, y
brinda una serie de contactos y direcciones de especialistas a los que
se puede acudir para pedir ayuda y asesoría.
“Con este folleto la
DFB busca retomar el tema de la identidad sexual. Mientras que la
homosexualidad es aceptada en muchas áreas de nuestra sociedad y en la
mayoría de los casos se ve ya como algo normal, en el futbol todavía
existen estereotipos y prejuicios.
“No sólo la entrevista en fluter.,
sino también el foro de discusión que impulsó la DFB en enero 2012 con
el mismo tema dejan en claro que se trata de un tema muy sensible. Y es
sensible porque todavía resulta muy difícil hablar de él. La
homosexualidad no sólo es un tabú, sino que está acompañada de muchos
prejuicios y reservas basadas en ignorancia, miedo y falta de
información”, concluye la DFB.
Reacción en cadena
Después
de haber dejado el futbol, Marcus Urban se dedicó a ser entrenador
físico y consultor en temas de diversidad. En 2007 publicó su biografía
con el título El jugador oculto. La historia de un futbolista gay.
Desde entonces asesora a distintas organizaciones en la materia y
brinda apoyo a todo aquel que lo requiere para revelar su condición
sexual.
Hoy no sólo está convencido de que la afición alemana está
lista para aceptar jugadores homosexuales, sino que confía en que tarde
o temprano los jugadores homosexuales podrán desarrollarse plenamente.
–Actualmente
hay condiciones distintas a las de hace 25 años cuando usted era
jugador. ¿Se puede decir que el camino está listo para las revelaciones
de los jugadores que así lo deseen? –se le pregunta.
–Las
condiciones han mejorado de manera lenta, pero lo cierto es que también
avanzan de manera positiva y permanente. Me parece que la Declaración de Berlín
(firmada el 17 de julio pasado) es una declaración de intenciones muy
importante porque son una postura del deporte, la política y economía en
contra de la homofobia y por la diversidad en el deporte.
“Ahora
lo que debe venir son las acciones concretas (en clubes) como incluir
asesores en materia de diversidad, contar con entrenadores personales
dentro de las organizaciones a quienes se les pueda consultar en la
materia, hacer fuera de los estadios grandes actos de publicidad en
torno a la apertura e implementar medidas para la formación a jóvenes y
entrenadores”, abunda en entrevista.
Para Urban el significado más
trascendente e importante de lo que está pasando en este momento en el
futbol alemán es el cambio en la sociedad y de paradigma: del futbol
como reflejo de hombría al de un deporte donde prevalece la tolerancia y
la pluralidad en la preferencia sexual.
“Si tenemos estrellas de
futbol gays y lesbianas, entonces cambiará el punto de vista de millones
de personas. La vida de muchos niños y jóvenes puede mejorar. Es una
reacción en cadena que a largo plazo puede salvar incluso la vida de
hombres, si tomamos en cuenta que existen países en donde la
homosexualidad está castigada con pena de muerte. El mundo del deporte
puede ser un puente para la apertura al mundo, si así se quiere”,
explica.
Aunque hasta el momento todavía ningún jugador
profesional de la liga alemana ha develado públicamente su
homosexualidad, el club St. Pauli de Hamburgo, que actualmente juega en
la segunda división de la Bundesliga, colocó ya en su estadio de manera
permanente desde el 11 de julio pasado una bandera con los colores del
arcoiris en clara solidaridad con la comunidad homosexual.
/15 de noviembre de 2013)
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