MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- Hartos de los problemas generados por un
bloqueo en la carretera Lázaro Cárdenas-Manzanillo, a la altura de la
desviación a Tepalcatepec, cientos de indígenas nahuas y pobladores de
los municipios costeros de Aquila y Coahuayana realizaron este sábado
una marcha del pueblo de La Placita de Morelos al crucero de Las Brisas,
para exigir a los gobiernos federales y estatal que frenen
inmediatamente a los grupos de encapuchados armados.
Los
habitantes denuncian que los supuestos guardias comunitarios encabezados
por Agustín Villanueva Ramírez generan un clima de violencia e
intranquilidad para todo el municipio tras apoderarse del pueblo de
Aquila, Michoacán, donde se ha registrado la expulsión de familias,
secuestros y robos a las casas de los desplazados.
Durante la
marcha -organizada por cuatro comunidades nahuas y dos ejidos
municipales, así como por jefes de tenencia, encargados del orden y
representantes de organizaciones productivas y sociales- se anunció que
el bloqueo será permanente hasta que las autoridades federales y
estatales restauren el Estado de Derecho en Aquila y se haga justicia a
los afectados por los encapuchados, destacando que la movilización es
pacífica y que los inconformes no traen capuchas ni armas.
“Estamos
hasta la madre de los abusos de las autoridades y los encapuchados”,
afirmaron a la vez que manifestaron su apoyo al alcalde Juan Hernández
Ramírez.
Invitados por los manifestantes, acudieron los
integrantes del cabildo encabezado por Hernández Ramírez, quien durante
el plantón habló con un contingente de marinos sobre la situación que
priva en Aquila y les pidió que comunicaran a sus mandos que brinden
apoyo para restaurar la paz y la tranquilidad en la región.
Los
marinos pidieron a los inconformes que los dejaran pasar, pero el edil
dejó a criterio de los inconformes esa decisión. No obstante, los
habitantes les impidieronel paso.
El alcalde se retiró del plantón
para comunicarse con diversas autoridades federales y estatales con el
fin de buscar una pronta solución a las demandas de los aquilenses.
Los
marinos regresaron al bloqueo e informaron que tendieron un cerco de
seguridad para proteger a los manifestantes de una posible agresión,
además de que pidieron se abriera la circulación a los vehículos que a
esa hora ya formaban largas filas; sin embargo, se determinó sólo dar
paso a vehículos con personas enfermas.
Más tarde la manifestación indígena decidió realizar una velada literaria en náhuatl y se formaron comisiones de vigilancia.
Cerca
de las 13:00 horas, Fernando Cano García, encargado del despacho de
Gobernación, se reunió con los manifestantes a quienes les prometió que
si levantaban el bloqueo carretero se resolverían la situación. Luego
una comisión de guardias comunitarios informó sobre la propuesta de
Cano García.
/3 de agosto de 2013)
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