La Viña del Señor
Algo
está pasando por rumbos del PAN guaymense, que trae alocados a más de
tres, agrado tal de que se habla de la necesidad de hacer traer desde
Tacamachalco o mínimo de aquí cerquitas de Vícam a algún diablero para
echar afuera al chamuco que parece se les metió a conocido
blanquiazules, otrora católicos de hueso colorado y “meones de agua
bendita”, casi como los del Yunque, esa organización secreta que se
apoderó de espacios en Acción nacional según denunció el periodista
Alvaro Delgado, entre los que identificaba al expulsado Manuel Espino
Barrientos, hoy convencido peñanietista, al igual que su expatrón
Vicente Fox.
Así
la cuestión, parece que la cosa no es para tomársela a broma y ya se
habla de la urgencia de algo cercano al exorcismo para calmar los ánimos
que amenazan desbordar las pasiones y sembrar la semilla del
divisionismo, asunto grave, si se toma en cuenta que fenómeno parecido
cobró su factura en 2012, cuando la soberbia de los empoderados llevó a
la debacle al partido permitiendo que el PRI, con toda su mala fama, los
arrollara escandalosamente en el municipio y en los distritos local y
federal.
Por
eso, el rumor empieza tomar consistencia y algunos de los antes muy
recatados panuchos, están no descartar tan agresiva y salvadora opción,
aun cuando contravenga su ideología procristera y ha provocado que ronde
la siguiente pregunta: ¿Quién tiene la capacidad exorcizar al PAN de
tanto endomoniado en sus filas?
Si
antes, pudieron como sea que “haiga” sido, sacar de circulación a
chepitos como el Maizenas Héctor Hernández y su compadre del alma Oscar
González, el Firulais, ahora la problemática se turna compleja cuando
las tribus azules se han pintado el rostro y han desenterrado el hacha
de guerra, para beneplácito del respetable, porque dentro de todo: ¿A
quien beneficia el divisionismo panista?
En
la pasada elección la desatención a eventos parecidos hizo morder el
polvo a Manuel Aguilar Juárez, a César Lizárraga y al profe Fermín
Trujillo, un buen candidato a quien la carga negativa de sus compañeros
de fórmula arrastró a la derrota.
Ahora,
el contexto que se presenta no parece ser diferente al del 2012, cuando
los candidatos impuestos por el oficialismo no dieron el ancho a pesar
de la enorme cauda de recurso económicos y mediáticos invertidos en sus
campañas, lo que vino a evidenciar que aquella maquinaria electoral
conformada por Fuerza XXI que en 2009 funcionó a la perfección ese año
fracasó en toda la línea, aunque se menciona quedito que gentes como
Adrián Espinoza y Paco Bueno, quedaron cuajados después de la aventura.
Roberto Romero López, el operador a modo
Porque
en honor a la verdad debe mencionarse que a pesar de todo lo que se
diga en contra del secretario de gobierno Roberto Romero López, los
gallos que este empujó salieron avantes en dicha elección, más no así
los de otros grupos panistas, lo cual quizás es lo que tenga bien
posicionado como número dos en el gobierno del Nuevo Sonora. ¿Será?
Otro
dato para los que anotan: Su actual coordinador en la dependencia
Manuel Villegas Rodríguez, llevando las riendas de la campaña de Max
Othón, hizo tronar allá por el sur de la entidad al supónese
experimentado Bulmaro Pacheco Moreno, para vergüenza del poderoso
boursismo muy asentado por aquellos lares.
Ese
hecho le valió al Villeguitas, colocarse en los cuernos de la luna de
la operación política en la entidad, pues como sea la cosa Roberto
Romero, ha sacado avantes temas tan espinosos y controvertidos como la
aprobación del COMUN, dotar de agua a Hermosillo, hoy convertida en
bastión panista, la construcción del Acueducto Independencia y la presa
Los Pilares, amén de capotear los coletazos, presiones y demostraciones
de fuerza de los agrotitanes cajemense y sus aliados del Movimiento No
al Novillo y el bloqueo carretero en Vícam, en pleno municipio de
Guaymas, un conflicto en el que el alcalde Otto Claussen Iberri, se
mantiene prácticamente desaparecido y sin capacidad de maniobra.
La
figura de Romero, es vista en otra dimensión, cuando son conocidas sus
diferencias con Adrián Espinoza, secretario general del PAN estatal,
quien perdió su areola de “chico maravilla” en el rubro de mapacherías
electorales luego de la debacle del año pasado y quien navega sin rumbo,
y a quien hubo de enmendarle la plana Juan Valencia, después de su
llamado a los funcionarios del gobierno del estado a pedir perdón a los
cajemenses por su maldito proceder. Para ciertos conocedores el tipo no
aguantó las presiones, perdió el rumbo y se deschabetó y no tardan en
pedirle la bola y en salir de la cartera que ostenta.
Lo
anterior sin duda pesará al momento de las definiciones de cara al
2015, cuando en una adelantadísima carrera los panistas porteños están a
punto de colisión, al emerger dos figuras como que han soltado amarras
rumbo a la candidatura a la alcaldía.
Las tribus azules
Así,
tanto Lorenzo Décima, agente fiscal en el puesto y el mentado
Villeguitas, han venido realizando trabajo para aglutinar a reconocidos
panuchos en torno a sus propuestas y proyectos, tal vez embrionarios,
pero que han levantado revuelto al interior de la clica albiceleste, con
reuniones a todo lo largo y ancho del municipio.
De
esa manera alrededor del Chencho, por cierto un excelente funcionario
de reconocida imagen y solvencia social, aparecen gentes como Omar
Calamardo Núñez Caravantes, Jesús Chuy Baray, Luis Felipe Grillo
Valenzuela, Javier Tacitas Peralta, Francisco Paco Bueno, Manuel Aguilar
y otros y como apoyadores de la causa de Villegas, destacan Gregorio
Cota Almodóvar, Carlos Dueñas, Alberto Albín, Francisco López Lucero,
Irasema Ramírez, Víctor Moño Flores, Cuauhtémoc Benavides y algunos
otros. De ese tamaño los trabucos que para abrir boca traen en
revolución al PAN local.
El regreso del zorro
Si
en 2012, los candidatos del PAN fueron impuestos y perdieron, la
conyuntura se presenta propicia para que sean otros parámetros los que
se tomen en cuenta a la hora buena y a eso apuestan los que se la juegan
en la búsqueda de su posicionamiento interno y externo.
En
todo ese ríspido enredo, Paco Bueno se mantiene a la expectativa y
espera paciente a que la sangre llegue al río para surgir como el
tercero en discordia, ajeno a las broncas entre las tribus para ser
agraciado por el dedo del gran elector. Esa es su apuesta y así lo
vislumbran quienes lo reconocen, por ello se mantiene zorrunamente
cercas de Manuel Aguilar, sabedor de la cercanía del armador con Padrés.
Partido con historia
En
1997, cuando el PAN andaba escaso de cartas para lanzar a la alcaldía,
en diversa reunión en donde estuvieron presentes Ramón Corral, Alberto
Albín Cubillas, Oscar Acosta Castro y el ingeniero Alfonso Valencia
entre otros, y en la que al final se optó en invitar a Margarita Romo de
Anduela, una dama con buena imagen en la comunidad, como abanderada,
Corral, en plena ronda de comentarios soltó: “Hay un tal Guachobi que
anda muy acelerado metiéndose en los asuntos del PAN”
Sintiéndose
aludido el inge Valencia, mostrándo su delgada lamina respondió
molestó: “!Qué delicados salieron los panistas. Con que poco se
arrugan!”
El
Beto Albín, sintiéndose aludido le retrucó al metado Guachobi (dos
veces guacho, quiere decir): “Si se arrugan los bulevares, que no se
vayan a arrugar los panistas”
Los
ahí presentes soltaron las carcajadas debido a la clara alusión al
hecho de que el bulevar Pedro G, Moreno, por esos días fue rebautizado
por la raza amarga porteña como bulevar Juventino Rosas, el autor del
famoso vals “Sobre las olas”, porque se decía al circular por el,
parecía que se navegaba sobre un oleaje muy picado, debido a que por el
mal trabajo de construcción que realizó el Guachobi en el lugar.
¡ Ah raza de bronce!
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Columna la Viña del Señor/ Miércoles, 07 de Agosto de 2013 12:01)
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