Crónica de una entrevista negada, de voces apagadas e ignoradas, susurros y denuncias clandestinas
Fue por lo menos un minuto y medio de valor, coraje, frustración,
impotencia… de invisibilidad. Después el silencio… un grito sin eco.
El viernes 31 de mayo, día de la elección del nuevo rector, el
profesor de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de
Sinaloa, Roberto Zepeda Valdez, fue la única voz fuera del Consejo
Universitario que encaró y cuestionó, a grito desgarrado, lo que todos
saben que está sucediendo en la UAS, pero que también todos, o la
mayoría, ha decidido, no callar, porque lo comentan en voz baja, pero sí
cuidar que no los escuchen: en la UAS gobierna el mismo que dirige el
Partido Sinaloense (PAS), Héctor Melesio Cuen Ojeda.
En un video que dura un minuto 29 segundos y que fue publicado en
Youtube el sábado 1 de junio, el universitario habla de lo que pasa en
la UAS.
Se le llega incluso a cortar la voz, como señal de impotencia,
ante el desdén de todos los presentes, que siguen platicando, en lo
suyo, sin inmutarse; las mujeres que atienden en la mesa de registro de
consejeros también se muestran impasibles y hasta con pena ajena.
Algunos periodistas lo graban, y otros universitarios pasan por un lado
de él, indiferentes.
Es la síntesis de lo que vive la UAS. Y así se escuchó:
“¿Y quién dice algo? ¿Quién dice nada? Ya es hora compañeros, de que
por lo menos alguien diga: ¡Esta es mi voz! La voz de la dignidad. En la
universidad no todo está perdido: hay alguien que grita, hay alguien
que dice: ¡Tengo vergüenza! ¡Tengo vergüenza!
‘Todo mundo’ está atrás
diciendo que esto es algo indigno, pero ¿por qué no dicen enfrente?,
¿por qué no tenemos esa valentía? ¿Por qué no mostramos (con) coraje lo
que está pasando en estos momentos?… Cuando las voces atrás están
diciendo todo lo contrario, cuando ‘todo mundo’ tiene un sentimiento de
coraje, hay que decirlo, hay que expresarlo… Lo primero que se hizo, es
quitar a uno de los candidatos, para así asegurar el camino, ¡eso fue lo
que se hizo!”.
Y el hombre salió de cuadro.
¿Qué va a pasar con este maestro?, se le pregunta a un catedrático
que prefiere omitir su nombre: “Yo no sé qué le vayan a hacer, pero
puedo asegurarle que tarde o temprano se van a deshacer de él, lo van a
correr, ¿y por qué?, porque el Consejo lo va a calificar de enemigo de
la Universidad, como pasó con Ana Luz Ruelas”.
El silencio de los corderos
Ríodoce publicó en la edición 540 un trabajo que expone un
dato irrebatible en la idea generalizada de que el PAS cuenta con el
apoyo de la UAS: el 54.76 por ciento de sus candidatos está en la nómina
de la Universidad. Jubilados o activos, pero cobran en la máxima casa
de estudios superiores.
El hecho evidenció a su vez el fracaso de los líderes del PAS a la
hora de resolver sus candidaturas a diputados locales y presidentes
municipales para la contienda del domingo 7 de julio, pues al final de
dicho proceso interno de selección tuvo que voltear a la UAS para echar
mano de académicos y directivos universitarios.
Por ello se buscó el posicionamiento del nuevo rector, Juan Eulogio
Guerra Liera, pero después de tanta insistencia por varias vías y de no
responder el llamado, fue a través del doctor Juan Ignacio Velázquez
Dimas, su contendiente por la rectoría, que Guerra Liera ofreció
conceder la entrevista pero después de su toma de protesta.
Otros intermediarios, como Arnoldo Valle, del área de Comunicación de
la UAS, coincidieron en justificar que andaba muy ocupado y que no
estaba dando entrevistas.
Para el contrapeso de la información, se cuestionó al respecto al
propio Velázquez Dimas, quien de entrada atajó: “Es muy amplio el
espectro universitario como para decir que están subsidiando a tal o
cual partido político”.
Y agregó: “Han querido hacer ver que toda la comunidad universitaria
la tienen sometida a un partido y eso es mentira, es imposible que
tengas 135 mil almas pensando igual. Es algo que se ha mediatizado
mucho”.
—¿Por qué tanta insistencia en lo del sometimiento para apoyar al PAS?
—No… Mínimo no hay sometimiento, el asunto es libre, y no sé… aquí
hay líderes priistas, perredistas, comunistas, es normal… Y no sé…
Para Velázquez Dimas, quien con 22 votos quedó en segundo lugar en el
proceso de sucesión rectoral, una cosa es la UAS y otra el PAS: “Creo
que hay una distancia. No podemos hacer una simbiosis, o decir: esto
representa lo otro, no, no, no. No creo en esa asociación”.
Ante esa circunstancia, Ríodoce buscó entre el silencio y
encontró voces aisladas en la Universidad. Pocas, pero suficientes para
retratar lo que sucede en la UAS. Algunas con nombre y apellido y otras
anónimas, temerosas.
Consultado al respecto, el maestro Isaac Tomás Guevara Martínez,
profesor e investigador de tiempo completo adscrito a la Facultad de
Psicología de la UAS, confirmó que el temor a hablar es real y hasta
entendible.
“Yo sí definitivamente creo que hay un uso perverso, indebido, ilegal
del recurso humano, del recurso financiero, de la institucionalidad a
favor del PAS. Uno de los problemas de la funcionalidad que ha tenido la
Universidad y que creo que es lo que va a tener el nuevo rector, es que
algunos funcionarios, en las áreas vitales, por ejemplo el área
financiera, que es gente que directamente pondrá el maestro Cuen, y
digamos otros espacios que no tienen relevancia política, pero sí
académica, de investigación, etcétera, pues es la cobertura que tiene el
rector para acomodar a su equipo. Creo que por lo menos eso le pasó al
rector Corrales Burgueño”.
En voz baja
Fuera de las voces que se han atrevido a romper el silencio, el resto
solo murmura. El miedo está siempre presente cuando se refiere el uso
político que se le a la UAS para beneficiar al PAS.
Pero se alcanza a escuchar.
Entre otras cosas, se asegura que hubo funcionarios que renunciaron a sus puestos porque los cuenistas no los dejaban trabajar.
“Hay mucha presión. Te dicen: le entras a esto, tienes acceso a esto:
vas a tener tus clases, horarios de cinco estrellas, las materias que
quieras. ¿No le entras? Entonces te friegas: clases en la mañana y en la
tarde, grupos dispersos, etcétera… ¡te complican la vida!”, comparte un
académico entrevistado en los pasillos de CU Culiacán, afuera del
auditorio Héctor Melesio Cuen Ojeda de la Facultad de Contabilidad y
Administración.
El diagnostico asegura que hay muchas formas de molestar al
académico, bajarle el nivel de la beca, hacerle una persecución con sus
alumnos. Y eso ocurre porque tienen las direcciones de las escuelas. Es
toda una red que tiene acceso a estas formas de poder a partir de
favores y demás.
Un empleado administrativo, sindicalizado, accede a hablar pero aclara: “Acá entre nos, ¿eh?”.
—¿Te han pedido que entres a la campaña del PAS?
—Sí, pero a los trabajadores de confianza les dan trabajo extra, los
mandan a volantear, y es de a fuerza que tienen que votar por el partido
porque es de la Universidad, y si no jalan los corren.
Se trata de checadores, mandaderos, secretarias, etcétera. Todos
ellos a fuerza tienen que estar con el partido. Pero aparte les están tirando con préstamos del sindicato condicionado a que apoyen al partido en las campañas.
Coincidentemente con un maestro de tiempo completo que asegura,
espantado, que se enteró a través de las redes sociales que estaban
ofreciendo liberar el servicio social o mejorar calificaciones a cambio
de activismo político en Mazatlán, el administrativo confirmó: “Eso se
da sobre todo en las extensiones, e incluso se les compensa con dinero”.
Eso ocurre porque hay mucha gente trabajadora que no puede ir a
estudiar por irse a las labores del campo a ganarse la vida, y cuando
vuelven a la escuela les dicen que para compensar y no reprobarlos, les
pueden “echar la mano” siempre y cuando trabajen para los candidatos del
PAS.
También se habla con insistencia del reparto de puestos a gente líder que jala
con el equipo cuenista. A esos se les dan mejores puestos. A los
trabajadores de confianza se les amenaza con correrlos, pero a los de
base, sindicalizados, se les ofrece apoyos, mejores ingresos a cambio de
que colaboren.
“A mí me mandaron un correo electrónico diciéndome: ‘Maestro, a usted
le toca el crucero fulano’”, revela un administrativo al que por error
le mandaron un mensaje para que acudiera a hacer proselitismo.
Los académicos consultados, que admiten temor a represalias —por eso
su silencio o su denuncia clandestina—, dicen estar conscientes de que
es un contrasentido ser parte del espacio más inteligente de la sociedad
y pertenecer a la vez a una borregada sumisa, agachada.
Reconocen también que la UAS es presa de un partido o de un grupo que
tiene el control de la Universidad, por lo que la única manera que se
tiene para que esto cambie, es que la gente conozca lo que pasa.
El cálculo de los maestros es que a como están las cosas, el primer
paso se tendrá que dar desde el exterior, pues los partidos opositores
al PAS ya saben que hay en la UAS un uso desmedido de recursos humanos y
materiales al servicio del Partido Sinaloense.
Cosas buenas que parecen malas…
CUEN Y CORRALES, ENCAMPAÑADOS
El domingo 26 de mayo hubo una reunión en el restaurante La Campiña de Guasave a partir de las 6 de la tarde.
El rector de la UAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño, fue a decirle a
los universitarios lo importante que era movilizarse para protestar por
la no entrega del subsidio por parte del Gobierno.
La segunda planta del local estaba a reventar. Unos 250 o 300
universitarios fueron convocados para eso: para que no faltaran a la
marcha, para protestar.
“Venían todos, el maestro Cuen, el del sindicato de maestros, de los
administrativos, los pesados del PAS, candidatos, la maestra Virgen
(Montes), los candidatos de Guamúchil, varios personajes estaban ahí.
Puros grandes, los que mueven el sistema”, dice un asistente.
—¿Y Cuen?, ¿qué estaba haciendo Cuen ahí?
—Estaba ahí para explicar que el dinero que está utilizando en sus
campañas no es el de la Universidad, sino que es una guerra sucia en
contra de la UAS que usa el Gobierno.
—¿Y tú qué piensas?
—Yo no le creí. Yo digo que están usando el dinero incluso del
fideicomiso de la UAS para las campañas. No se sabe nada de ese dinero,
nos están descontando pero no conocemos montos ni nada.
Cuen quiso dar explicaciones, sin que nadie se lo pidiera. Guasave
solo era una escala. Andaban juntos, Cuen y Corrales en reuniones por
todo el estado. Fue el todavía rector quien inició la reunión y luego le
dio la palabra a Cuen para que explicara sobre la guerra sucia del
Gobierno por impulsar al PAS.
Tres horas después concluyó la singular reunión y la estrategia
falló: “Nos quería lavar el coco. Dijo que al contrario él metía dinero
al PAS de su bolsa. Pero ya sabemos cómo está la cosa”, dijo.
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