Redacción/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- La reducción de homicidios relacionados con el crimen organizado está
asociada a los reacomodos y acuerdos entre los grupos criminales más que a la
estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal, afirmó Javier
Hernández Valencia, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
“Una de las alertas
que los involucrados en las instituciones de seguridad pública están haciendo
es que, en algunas regiones, la consolidación de un grupo del crimen
organizado, es decir, su hegemonía ante otros grupos que se disputan la plaza,
lleva al cese de la conflictividad, y eso explica también la reducción de
muertes violentas”, señaló.
En el caso de
México, la aplicación de las políticas que integran la estrategia del gobierno
de Enrique Peña Nieto, sostuvo, “aún no están maduras”.
Entrevistado en el
marco de la Mesa Sectorial “Política de Igualdad y no discriminación”,
organizada por la Secretaría de Gobernación, Segob, Hernández Valencia sostuvo
que la reducción, en el primer cuatrimestre, de 17% en el número de homicidios
con respecto al periodo inmediato anterior, tiene otras causas y algunas de
ellas no son positivas.
Alegrarse porque se
redujo la cantidad de muertes en una localidad, explicó, puede llevar al
“efecto perverso” de no darse cuenta de que en esa localidad tal vez el mayor
mal continúa: “el control, sin disputa, de una organización criminal, con todo
el potencial de sustituir la voluntad ciudadana y de las autoridades”.
Otra preocupación,
dijo, es que se perciba la reducción de índices delictivos como una solución
del problema cuando en realidad, por ejemplo, “el cese de la matazón de
periodistas en una localidad o un estado (ocurra) sobre la base de que ahora
todos los periodistas estén amordazados por los líderes del crimen organizado”.
La percepción de un
menor índice de delitos, añadió, tiene que ver también con la difusión que se
le da en los medios de comunicación a los sucesos violentos y según los
especialistas lo que resalta más bien es una reducción en la cobertura.
“Mi impresión del
último cuatrimestre es que no hay temas prohibidos sino que se enfocan de una
manera diferente, es decir, no estamos siendo sometidos a la censura pero
admito que el cambio de discurso (del gobierno actual) tiene un poderoso efecto
de arrastre en toda la conversación social”, consideró.
Según el
representante de la ONU el “camino de salida” a la situación de violencia en
México incluye la toma de decisiones al más alto nivel, por ejemplo, en el
retiro del Ejército y la Marina en tareas de seguridad pública o de la puesta
en marcha de la anunciada Gendarmería Nacional.
(PROCESO/ Redacción/ 11 de abril de 2013)
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