Daniel Velázquez
Guerrero “tiene una
problemática histórica en donde se entiende perfectamente bien que de pronto
haya expresiones de descontento”, dijo el comandante de la Novena Región
Militar, el general Genaro Fausto Lozano Espinoza.
Pero aclaró que no
cree “en las formas de expresar esas inconformidades”, porque considera que “hay
mecanismos legales para hacerlo”.
En entrevista en sus
oficinas de la Novena Región Militar, en Acapulco, el comandante confirmó que
en Guerrero prevalece la guerrilla y hay muchos cárteles de la delincuencia
organizada en disputa por los mercados de consumo.
Sostuvo que las
ejecuciones que se registran en Acapulco y en otras regiones del estado son
ajustes de cuentas entre bandas.
Expuso que “casi se
puede decir” que en Guerrero hay una cultura de la violencia, que el cultivo de
amapola y mariguana en la entidad son un fenómeno cultural y que la historia de
la guerrilla en el estado tiene sus raíces en el resentimiento social producto
del rezago en que se encuentra la entidad.
Lozano Espinoza es
general de división diplomado de Estado Mayor tiene 44 años al servicio del
Ejército y su primer acercamiento directo con la entidad lo tuvo entre 2005 y
2007, cuando fue jefe del Estado Mayor de la Novena Región Militar.
Guerrero “tiene una
historia amplia en términos de violencia, se puede decir que casi hay una
cultura de la violencia y que se refleja lamentablemente en muchos incidentes,
homicidios fundamentalmente, en personas que salen heridas y que no
necesariamente son hechos asociados a la delincuencia, que surgen en una riña
familiar, y eso lo vemos todos los días en los medios, de tal manera que nos
refleja cierta proclividad hacia el uso ilegal e indiscriminado de armas y la
comisión de delitos que se persiguen de oficio por estar involucrado el uso de
armas de fuego”, explicó.
Resentimiento social y guerrilla
La guerrilla
“prevalece” en Guerrero, dijo el comandante, pero expresó que él “no le
llamaría guerrilla, le llamaría gente que tiene un gran resentimiento social”,
y en la medida en que se avance en generar condiciones de desarrollo en el
estado habrá mayor seguridad para todos.
“Nadie puede negar
que lo que alimenta estas expresiones sea el resentimiento, si lo vemos hasta
antropológicamente, hay que recordar que a Guerrero en la época virreinal
llegaban barcos con esclavos, esa gente ya traía un resentimiento social por el
hecho de ser esclavos, y luego nuestros indígenas que también fueron agredidos,
hay un resentimiento, por eso me refiero que es histórico, por eso digo que es
antropológico; y luego viene el mestizaje, la relación de razas entre
afromexicanos con indígenas, todo esto integra históricamente un problema de
resentimiento social que pasan muchos años pero en el sentir colectivo
prevalece el resentimiento social”, dijo.
Al preguntarle si
tiene ubicados a los grupos guerrilleros, el comandante Lozano Espinoza
insistió en que “no le llamaría guerrilla, yo le llamo gente con la cual el
Estado tiene una deuda histórica”, y dijo que como el problema de la guerrilla
tiene muchos años en la entidad, “tenemos varios puntos perfectamente ubicados,
caracterizados, pues a lo largo de tantos años en este tema hay mucha
información y mucha experiencia”.
Agregó que lo que
esos grupos buscan son soluciones justas, porque “ellos tienen muy claro que la
vía de la subversión, de subvertir el orden, la ley, no ha sido un camino
adecuado, ha sido estéril a lo largo de los años. Es la vía de la conciliación,
la vía del acuerdo, el consenso, de la participación, la que resuelve”.
Agregó que deben
llegar servicios básicos como agua potable, servicios de salud que no están
peleados con usos y costumbres, y se debe promover el desarrollo para superar
los rezagos históricos generando industrias del potencial que tiene el estado,
“con el empleo, con el trabajo vienen ingresos y viene una mejora del entorno
económico y social de la gente, esa es la vía para crecer y para ser mejores”.
Dijo que el
presidente de la República está preocupado por atender a los grupos más desprotegidos
“y seguramente en los próximos meses estaremos viendo ya acciones muy concretas
para ir rescatando y resolviendo estas
deudas históricas del estado con estos grupos que se expresan, al principio lo
dije, justifico ampliamente su resentimiento y su queja, lo que no justifico
son las formas, porque las formas sí están al margen de la ley y si queremos un
estado mejor pues tenemos que empezar todos por respetar la ley y canalizar
nuestras demandas por las instancias legales, las instancias políticas y al
final de cuenta son las que dan resultados”.
Dejar que actúe la política
Sobre los
movimientos de autodefensa surgidos el 6 de enero de este año en Ayutla,
Tecoanapa y San Marcos, y que se han ido extendiendo a otros municipios como
Iguala, Tixtla, Copala, Florencio Villarreal y Tlapa, el general Lozano
Espinoza no quiso opinar.
“En estos momentos
está operando la acción política, debemos privilegiar la acción política, y
pues en este momento, para no crear ninguna interferencia con ello, pues vamos
a dejar que opere la acción política que seguramente madurará, tendrá
resultados y eso será en beneficio para todos”.
Explicó que con la
acción política en esas zonas donde surgieron los grupos de autodefensa están
llamando a la legalidad para que los vecinos regresen a sus labores y que dejen
que las autoridades hagan su trabajo. “Eso está haciendo la acción política,
dejemos que prospere”, dijo.
A pregunta expresa
de que la aparición de esos grupos de ciudadanos en autodefensa demuestra la
desconfianza en las autoridades y por ello prefirieron hacer justicia por sí
mismos, Genaro Lozano reiteró que no opinaría al respecto.
“Quizá más adelante
podamos abundar sobre el tema, quizá lo pertinente será que la acción política
siga trabajando y que encauce estas acciones por la legalidad, que la gente
entienda, comprenda que lo mejor es la vía de la ley, la justica de lo legal y
la concertación política para llegar a obtener mejores resultados de la gestión
pública”.
De la Policía
Comunitaria, que tiene 17 años de funcionar en diversas comunidades del estado,
el general reiteró que su postura es “no crear ninguna interferencia” en la
labor de conciliación que realiza el Estado con los grupos de ciudadanos
organizados.
“Estamos apoyando de
manera muy solidaria a las autoridades, estamos siendo absolutamente prudentes,
cuidadosos para abrir los espacios de seguridad para que la política pueda
actuar”, excusó.
Del caso de las seis
turistas españolas que sufrieron un ataque sexual la madrugada del 4 de febrero
en una casa de playa ubicada en San Andrés Playa Encantada, el comandante de la
Novena Región Militar dijo que en ese lugar opera “una banda de delincuentes”
donde constantemente se cometen “robos a vehículos, camiones de carga,
violaciones que han ocurrido, es un tema de seguridad pública absolutamente,
pero que el Ejército le da el respaldo a las autoridades de seguridad pública”.
Dijo que el Ejército
desplegó Bases de Operaciones Mixtas en la zona en las que participan
militares, marinos, policías federales, policías estatales, “que están haciendo
los recorridos, que están trabajando en localizar a los responsables,
seguramente en los próximos días habrá unos actos”.
“Estamos
precisamente ubicando a los delincuentes que cometieron esta atrocidad,
seguramente en los próximos días ya tendrán noticias del resultado del trabajo,
en este momento no es pertinente hablar más sobre el tema para no entorpecer la
investigación, pero se está actuando y en los próximos días habrá datos
específicos”.
Las declaraciones
del comandante de la Novena Región Militar coincidieron con el día en que la
vigilancia en la zona donde ocurrió la agresión empezó a relajarse, pues los
retenes que había instalado el Ejército se retiraron y sólo quedaron dos
patrullas, una de la Marina y una de la policía estatal.
Se le preguntó si el
problema de la inseguridad en el puerto es muy complejo y por esa causa el
Ejercito asumió la coordinación de la Operación Guerrero Seguro, pero el jefe
militar insistió en que la coordinación “tiene que recaer en quien tiene el
mayor peso, esa es una lógica de organización, de administración y operativa,
no tiene otra lógica más que esa”.
–Y antes ¿por qué no
era así?
–Ahí sí yo no sé,
porque no estaba aquí.
Larga lista de cárteles en el estado
El comandante de la
Novena Región Militar dijo que en el estado continúa la presencia de los
cárteles nacionales, como el de “los Beltrán Leyva, el cártel del Pacífico”,
los cuales están asociados a células menores “que mutan constantemente” y eso
hace más complejo el combate.
Indicó que los
cárteles pequeños como La Barredora y el Cártel Independiente de Acapulco se
mezclan con otros grupos como Los Templarios y La Familia Michoacana, “es una
gran cantidad de organizaciones y de ahí se derivan a más que están por todas
partes”.
Al comandante de la
Novena Región Militar se le preguntó por la información que en septiembre del
año pasado publicó el periódico Excélsior, de que en el puerto operaban por los
menos 14 grupos de la delincuencia organizada, y respondió que es probable que
aún subsistan esos grupos, porque “no desaparecen de un año para otro, la lista
es larga porque hay una base social en todo esto”. Esos grupos se disputan el
mercado de consumo de droga en el puerto, dijo.
Genaro Lozano no dio
un número exacto ni precisó los nombres de los grupos delictivos que operan en
la entidad.
El narcomenudeo es
el fenómeno que afecta a Acapulco y a otros municipios del estado, “a partir de
que los narcotraficantes empezaron a expandir el mercado del consumo en México,
a partir de ahí detonó la violencia, porque la lucha es por los territorios”,
dijo Lozano Espinoza.
Explicó que Acapulco
no es un centro de distribución de drogas hacia otras partes del país, sino que
es un lugar de consumo “y lo que pelean las bandas es el territorio para el
consumo, porque el verdadero negocio o el negocio productivo para ellos es el
narcomenudeo”.
La violencia en
Costa Grande y Tierra Caliente tiene el mismo origen que la violencia en
Acapulco, es la disputa de territorios de consumo entre bandas que se dedican
al narcomenudeo, explicó.
Dijo que el cultivo
de amapola y mariguana en la sierra, que comparten estas dos regiones del
estado, no tiene que ver con la violencia, porque la Costa Grande es una ruta
para la droga que sale al mar y la Tierra Caliente es una ruta de la droga que
sale a los estados vecinos, como el estado de México, Michoacán y Distrito
Federal.
“Las muertes que
vemos que ocurren, son ejecuciones al interior de las organizaciones que tienen
como propósito mantener la disciplina de esas organizaciones, y es matando a la
gente como ellos pretenden hacerlo, entonces por eso es que vemos eso de que
amaneció muerto atado con cinta canela con un tiro de gracia en la cabeza, pues
es alguien que no entregó la cuenta, que se robó el dinero, que lo
sorprendieron consumiendo la droga que le dieron para vender, que lo sorprenden
vendiendo droga de otra organización, no la de ellos, ajustes de cuentas,
lamentablemente así ocurre, desde mi perspectiva la mayoría de muertes son
eso”, sostuvo.
Delincuencia, Estado de derecho y democracia
En la lucha contra
el narcotráfico el Ejército defiende “el Estado de derecho, la democracia y la
libertad”, que son los riesgos para la seguridad interior y son los delitos en
los que incurre la delincuencia organizada, de acuerdo con la explicación de
Lozano Espinoza.
El comandante de la
Novena Región Militar dijo que la oposición al Ejército para que realice
labores de patrullaje y retenes es mínima, y por el contrario, hay un reclamo
para que sean los militares quienes se hagan cargo de la seguridad.
“Quienes han
criticado son muy poquitos, realmente la sociedad su reclamo es que esté el
Ejército, de hecho en este momento todo mundo pide que esté el Ejército”, dijo.
Indicó que su acción
se fundamenta en el artículo 89 fracción sexta de la Constitución y en la Ley
Orgánica del Ejército que establece que la segunda misión del Ejército es
garantizar la seguridad interior. “El
Ejército no puede permanecer omiso ni ocioso ante un mandato constitucional y
un mandato orgánico”, dijo.
Explicó que los
casos en que la delincuencia organizada ha afectado la seguridad interior del
país son cuando “ponen un retén en cualquier lugar, impiden que salgan los productos del campo o cobran a la gente, ahí está afectada su
libertad; cuando alguien quiere poner un pequeño negocio y si no les dan una
cuota se lo queman, está afectada su libertad de empresa; la libertad de
tránsito, la libertad de transitar con sus
productos, con su ganado, etcétera; cuando hay presidentes municipales
amenazados o cooptados lamentablemente no pueden ejercer plenamente sus
facultades constitucionales como autoridad, entonces el pueblo votó por alguien
para que dirija los destinos de ese municipio y no ocurre, está afectada
también la democracia; cuando la gente comete ilícitos quebranta la ley pues
afecta el Estado de derecho y en ocasiones, como ya ocurrió en el pasado,
estaban muchos municipios afectados por la presencia de la delincuencia, hace
seis años que prácticamente tenían controlado todo el quehacer de un municipio,
entonces ahí está afectada la gobernabilidad. Cuando todo está afectado está
afectada la seguridad interior, entonces el Estado mexicano en su parte de
gobierno tiene que recurrir al uso de la fuerza del Estado para poder revertir
ese fenómeno y eso se hace con soldados que somos profesionales, que tenemos
una preparación muy amplia en muchos temas que tienen que ver con la seguridad
interior de la nación”.
Agregó que los
militares también tienen claro los límites de su actuación. “Ahí está el
artículo 21 de la Constitución que
define con toda claridad lo que es la seguridad pública y quiénes son los
responsables, que son autoridades civiles de los tres órdenes de gobierno”.
Del fallo de la
Suprema Corte de Justicia, que resolvió que los militares que cometieron
delitos contra civiles deben ser juzgados en tribunales civiles y no de las
Fuerzas Armadas, Lozano Espinoza dijo que los militares “estamos muy claros que
tenemos una subordinación absoluta al poder civil”.
“El artículo 13 de
la Constitución establece con claridad que ningún ciudadano mexicano puede ser
juzgado por tribunales especiales pero subsisten los tribunales militares, yo
desde que entré al Ejército hace 44 años tengo muy claro que si yo cometo un delito
del orden federal seré sancionado por autoridades federales, si cometo un
delito del orden común seré sancionado por autoridades del fuero común, y si
cometo un delito del fuero militar seré sancionado por las autoridades
militares, nosotros estamos sujetos a los tres fueros, esto hace que el
individuo tenga que mantener una actitud positiva ante la vida, legal en
cualquier actividad de su vida, no sólo en el ejercicio de sus funciones sino
en la vida común”.
El comandante de la
Novena Región Militar no quiso comentar sobre las sentencias de la Corte
Interamericana sobre el caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla, de
las indígenas víctimas de abuso sexual por el Ejercito, Inés Fernández y
Valentina Rosendo, y los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro
Cabrera, pues dijo que “eso es de historia pasada, hay que ver hacia adelante”.
“En Guerrero el
pueblo le tiene confianza a su Ejército, unos cuantos podrán hacer uso de esas
informaciones antiguas y las sacarán a colación cada vez que se les ocurre,
pero la realidad es que la gente en todos los poblados que pasamos nos piden
que no nos vayamos, nos piden que estemos con ellos, esa es la realidad”, dijo.
Cuando se le
mencionaron los casos en los que ha estado involucrado el Ejército por abuso a
civiles, como Inés Fernández y Valentina Rosendo, el comandante dijo “entre
comillas”; y la misma expresión empleó cuando se le mencionó el caso de los
campesinos ecologistas.
Cuando se le
preguntó el por qué de su expresión “entre comillas”, Lozano Espinoza no quiso
explicar, dijo que el Estado mexicano ya aceptó la sentencia de la Corte y
prefería no abundar “en un tema muy antiguo”.
Sobre la
desaparición de los dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas de
la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, Eva Alarcón y Marcial Bautista,
ocurrida el 7 de diciembre de 2011, y sobre el asesinato de Juventina Villa
Mojica, ocurrido el 28 de noviembre, dijo que no tenía información de los
casos.
La siembra de amapola y mariguana, un fenómeno cultural
El comandante de la
Novena Región Militar dijo que la siembra de amapola y mariguana en la sierra
del estado tiene que ver con un “fenómeno cultural” heredado de padres a hijos,
y para erradicarlo se necesita una estrategia de transformación cultural de la
sociedad, que permita llegar a la conciencia de la gente.
Consideró que el
cultivo de amapola y mariguana en la entidad “está en un nivel que ya ni
siquiera lo perciben como un delito sino como una forma de vida, entonces esto
genera un fenómeno cultural”.
El tema del fenómeno
cultural del cultivo de enervantes salió cuando se le preguntó sobre el trabajo
del Ejército en la erradicación de cultivos ilícitos en la sierra. Lozano
Espinoza dijo que el Ejército “contribuye” en la destrucción de plantíos.
“Yo no le llamaría
erradicación, la erradicación es un concepto más amplio en donde tienen que
participar mucho actores políticos, empresariales, la misma sociedad para
tratar de que el fenómeno ya no exista, eso sería erradicar. El Ejército
contribuye con este tema de la erradicación realizando la destrucción de los
plantíos que proliferan en la zona serrana de este estado, nosotros vamos,
destruimos, pero falta un trabajo de aproximación a la gente que vive en estos
lugares para tratar de encontrar las soluciones asequibles, para que puedan
finalmente erradicar el fenómeno”, dijo.
Explicó que se
necesitan políticas públicas de desarrollo regional que permita a los
ciudadanos que viven en la sierra del estado tener proyectos productivos para
que tengan otras actividades.
“La idea es revertir
el fenómeno cultural y obviamente son problemas de largo plazo, son cosas que
tienen que ocurrir con el tiempo, haciendo lo pertinente para finalmente
reducir en un gran porcentaje las aéreas de siembra, es muy complejo llegar a
esos niveles”, reflexionó.
Dijo que los
ciudadanos que cultivan enervantes deben tener incentivos para que no continúen
en esas actividades y para ganar la voluntad de la gente son necesarios los
programas sociales como Oportunidades, ayuda para adultos mayores, proyectos
productivos, alternativas de producción con proyectos de desarrollo grandes y
pequeños.
“Hasta en tanto no
nos aproximemos a este tipo de temas es muy difícil revertir un fenómeno que
tiene ahí 60 años”, dijo.
Explicó que el
Ejército destruye en promedio en
Guerrero unos 400 plantíos diarios de amapola y en lo que va del año han
destruido cerca de 8 mil plantíos.
“Esto es un problema
de mucho tiempo, es un problema incluso cultural que realmente se ha hecho poco
por erradicarlo como fenómeno cultural, hasta el momento el Ejército seguimos
yendo a la sierra y destruyendo plantíos y la gente sigue sembrando, es un
fenómeno que incluso crece porque la siembra se hace extensiva e intensiva, (con) mecanismos de hidroponía
para mejorar la producción, y el hecho es que seguimos encontrando la misma
cantidad de plantíos que tradicionalmente hay en Guerreo”, expresó.
Lozano Espinoza
también consideró que el uso de las armas de manera ilegal es parte de la
cultura de la población. Indicó que en lo que va del año han asegurado unas 200
armas de diversos calibres en las siete regiones del estado, “desde armas de
grueso calibre hasta rifles calibre 22 escopetas y demás”.
(EL SUR ACAPULCO/Daniel Velázquez/ feb 15, 2013)
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