Excélsior
Ciudad de México.- Para los artistas, tocar o cantar en una fiesta de narcotraficantes es
un negocio en el que su fin es ganar dinero, de acuerdo con el testimonio de
“Antonio”, un músico que confiesa haber tocado en festejos de organizaciones
delictivas.
En entrevista con la
BBC, “Antonio” (alias) cuenta su propia experiencia y comparte su opinión sobre
este fenómeno, en boga en México a partir del reciente multihomicidio ocurrido
en Nuevo León contra 18 integrantes de la banda de vallenato Kombo Kolombiano.
“Esto es un negocio
y se trata de ganar dinero con lo que hacemos”… Pagan bien y al contado, y sin
muchos problemas”, responde “Antonio”, cuando se le pregunta por qué toca en
ese tipo de reuniones.
El profesor José
Manuel Valenzuela, Investigador del Colegio de la Frontera Norte (Tijuana, Baja
California) y especialista en música y violencia en México, no ve mal que los
músicos se presenten en festejos de ese tipo.
“Que toquen en una
fiesta no los vuelve delincuentes. Por supuesto que no llega el gran personaje
reconocible y le dice: ‘quiero que vengas a mi fiesta’. Y por supuesto es muy
difícil, ya estando allí, que alguien diga: ‘no, yo no toco’”.
“Antonio” coincide:
“Nunca hemos sabido de alguien que se niegue, porque todo mundo toca por hacer
negocio, aparte que nadie va a decirte: ‘va a estar fulanito o zutanito’, sino
que sólo te contratan y ya. Pero uno sabe cuando se trata de fiestas de pesados
desde el principio”.
Agrega que “en este
negocio todo mundo sabe que quien desea tener mucho éxito se ocupa de alguien
que lo respalde, gente con dinero e influencias, y ellos (los narcos) tienen
todo eso. Pero es como todo: si no quieres meterte en problemas, pues no te
metes y ya”.
El músico describe
cómo son las fiestas de narcotraficantes.
“Pues hay mucha
seguridad y no hay pobreza. Mucho pisto (alcohol), comida y otras cosas. Hay
dinero hasta para tirar pa’arriba. La mera verdad, todo es muy tranquilo porque
hay mucha vigilancia, mucha seguridad. Siempre hay uno que otro que se le pasan
la cucharadas, pero casi siempre los calman para que no haya broncas”.
Y cuando oye que
músicos han sido asesinados, piensa que “algo hicieron”.
“A lo mejor se
metieron en problemas, enamoraron a alguna mujer prohibida o agraviaron a
alguien pesado, quién sabe. Pero si no te metes en problemas con nadie no hay
lío”, afirma.
(MILENIO/Excélsior/ 30/01/2013 - 04:31 PM)
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