
Sudoroso, el alcalde soportó durante su informe el lunes 28 los comentarios
nada favorables que siete regidores hicieron para cuestionar el primer año de su
administración.
Armando Reyes Ledezma, del Partido del Trabajo, inició su
discurso con la frase “Quien siembra vientos, cosecha tempestades”.
“Qué se
puede esperar de un gobierno que le teme al mandato ciudadano”, cuestionó por su
parte Alberto Moreno Garayzar, de Nueva Alianza.
Ricardo Meza Godoy
La refrigeración encendida durante la sesión de Cabildo del lunes 28 de
noviembre a las 11:00 horas no apaciguó el sudor del presidente municipal de
Ensenada, Enrique Pelayo Torres, mientras escuchaba los posicionamientos sobre
su gestión realizados por siete regidores, representantes de cada partido
político.
Duros en sus comentarios, la mayoría de los funcionarios calificaron a la
actual administración municipal priista como un gobierno amorfo, sin
transparencia, lleno de excusas, sin rumbo, carente de personas capaces,
insensible, caprichoso, arrogante, autoritario, etcétera, etcétera.
El primer edil se limpiaba la cabeza constantemente, su rostro desencajado en
momentos, se relajaba, y reía en otros. Mientras, el público asistente en la
Sala de Cabildo, unas 45 personas, se mantuvo prácticamente inmóvil durante la
sesión, algunos en tono de broma preguntaban si alguien lanzaría una toalla para
evitar un knockout.
Pese al tiempo límite, de unos ocho minutos, acordado previamente por los
regidores para externar su análisis del primer año de gestión de Pelayo, las
descalificaciones fueron la constante. La única postura plenamente a favor de la
labor del Alcalde vino del representante de la fracción del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Lomelí Sedano. Los seis
restantes hicieron señalamientos de serias omisiones y fallas que aprecian luego
de casi un año en el XX Ayuntamiento.
En la sesión no hubo un diálogo o discusión interactiva, valga la
redundancia, entre los funcionarios. El alcalde sólo entregó su informe por
escrito a los regidores, dio un breve discurso, hablaron los distintos partidos
y concluyó la sesión.
La golpiza
Pelayo inició anunciando la entrega del informe que contiene el estado que
guarda la administración pública, así como los avances y logros del Plan
Municipal de Desarrollo.
“Puedo afirmar sin duda alguna que a través de las diversas acciones
ejercidas, hemos honrado cabalmente el compromiso que hicimos con los
ensenadenses cuando rendimos la protesta de ley el 30 de noviembre de 2010”,
expuso de entrada, para después agradecer el trabajo de los empleados
municipales y regidores.
“Es importante resaltar que a pesar del adverso entorno económico y
financiero que se nos ha presentado durante este primer año, no hemos escatimado
en la calidad de los servicios municipales”.
Agregó que el documento reseña las diversas obras municipales y advirtió que
existen compromisos pendientes, pero que en este primer año han creado las
condiciones “para construir cada día una Ensenada mejor”.
Sin embargo, los señalamientos de los regidores que derivaron luego de su
introducción, fueron en contra de lo poco que expuso Pelayo como avances al
entregar su documento. A pesar de las duras acusaciones que le hacían los
representantes populares, entre las que se incluyó un llamado para replantear la
permanencia de su secretario general, Miguel Ángel Ley Álvarez, a quien el
regidor del Partido Nueva Alianza (PANAL), Alberto Moreno Garayzar, calificó
como carente de capacidad política, el primer edil nunca respondió.
Esta vez no
los invitó a su restaurante de comida china, como lo hizo al concluir la sesión
de Cabildo donde aprobaron la Ley de Ingresos 2012. Ese lunes no hubo galletas
de la fortuna.
El mismo día que presentaría su primer informe de actividades, los regidores
señalaron a Enrique Pelayo problemas en los mismos puntos que horas más tarde,
durante su discurso en el primer piso de la Casa Municipal, destacaría como
logros.
“¿Logros en base a qué?”, se preguntó Alfonso Orel Blancafort Camarena,
regidor del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), luego de que a un año de
distancia, no se ha publicado el nuevo Plan Municipal de Desarrollo, eje rector
de los proyectos del municipio.
Luego vino un reclamo al alcalde, precisamente en la sesión de Cabildo, por
el regidor del PANAL, Moreno Garayzar: “¿Pero qué se puede esperar de un
gobierno que le teme al mandato ciudadano?, y si no, díganos dónde está el Plan
Municipal de Desarrollo que ya aprobamos como Ayuntamiento, y sobre el cual
todas las dependencias deberían estar encaminando sus acciones, pero que a la
fecha no se ha presentado públicamente ni difundido como corresponde. Es más
fácil trabajar por la libre cuando las cosas se hacen mal”, sostuvo.
No era entonces de sorprender para los regidores que el área de Relaciones
Públicas del gobierno municipal, fuese la encargada de elaborar el Primer
Informe de Enrique Pelayo Torres, no así por el Comité de Planeación para el
Desarrollo Municipal (COPLADEM), como externó un funcionario de primer nivel en
el municipio.
Los reclamos por lo que esperaban de él y lo que fue después, al igual que
ocurrió con sus desencuentros con el sector empresarial de Ensenada a inicios de
su administración, fueron puntos de coincidencia entre los regidores de
oposición, como el caso de Armando Reyes Ledezma, del Partido del Trabajo (PT),
quien inició su discurso con la frase “Quien siembra vientos, cosecha
tempestades”.
Reyes recordó, al igual que otros regidores, que cuando Pelayo asumió el
cargo como presidente municipal, dio un contundente discurso frente al
gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán, narrando los problemas que
aquejan a Ensenada.
“En ese momento sentí que tendríamos un presidente municipal que por primera
vez iba a reclamar justicia social para Ensenada, por desgracia bastaron sólo
unas horas para que empezara un desencuentro entre los que integramos este
Ayuntamiento”, expuso el regidor del PT.
Asimismo, destacó estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública del
Estado, en las que el robo a casa habitación y al comercio “se han incrementado
en un 10.5 y un 16.5 por ciento, respectivamente, siendo los delitos que más
lastiman a los ensenadenses”.
Habló también de atrasos en infraestructura, obras del Ramo 33 que no se han
logrado y un rezago en el servicio de transporte público, donde lo único que
destaca, y como punto negativo, es el aumento a las tarifas.
Haciendo referencia a su frase inicial, Armando Reyes señaló: “Los vientos de
esta administración han sido la arrogancia, el autoritarismo, la falta de
transparencia, el compadrazgo y el amiguismo, sobre todo, la falta de vocación
política para construir en conjunto con todas las fuerzas políticas y sectores
sociales, un proyecto de ciudad y municipio de vanguardia”.
Agregó que hacer un balance positivo del primer año de Pelayo, no era
posible: “Usted, alcalde, cree saberlo todo, y tal vez así sea. El problema es
que no resuelve nada”, remató el también dirigente del PT a nivel estatal, al
tiempo que hacía énfasis en mejorar las finanzas públicas, obras de
infraestructura, transporte, la participación de los sectores sociales en el
gasto público y la efectiva rendición de cuentas.
Otros señalamientos vinieron del Partido Encuentro Social (PES), representado
por el regidor Alejandro González León, quien aseguró que han existido avances
en la administración (sin especificar cuales), para luego afirmar que por
mejores que fueran dichos avances, han sido opacados por las demandas
ciudadanas.
“Si iniciamos el análisis de lo que hacemos nosotros mismos en el Cabildo,
encontraremos prácticas parlamentarias que colindan en la ilegalidad, pues se ha
vuelto muy frecuente clasificar cualquier asunto como de extrema urgencia o
permitiendo que un asunto ordinario llegue a convertirse en esa categoría,
haciéndose un uso indebido del Artículo 56 del reglamento interior para el
Ayuntamiento”, dijo el representante del PES.
También reclamó el hecho de que con frecuencia, en las sesiones de Cabildo,
se incluyan asuntos originalmente no contemplados en el orden del día
convocado, modificándose al inicio de la sesión. “Esas prácticas no permiten que
los asuntos se atiendan debidamente y sean bien estudiados”, aseguró.
Asimismo, advirtió el incremento en la inseguridad en el municipio, y criticó
el discurso de la administración que presume encontrarse en el cuarto sitio a
nivel nacional entre las ciudades más seguras, cuando la estadística en la que
basan dichas aseveraciones, proviene de información sobre denuncias, que
representan únicamente el 8 por ciento de las que en realidad ocurren, según
datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública 2011, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI).
También reclamó al alcalde sobre sus afirmaciones frente a las necesidades de
la población de San Quintín, donde les dijo que darían tanta ayuda que no iban a
querer ser municipio, cuando en la realidad la carestía sigue y los residentes
de la zona sur esperan el apoyo prometido.
Durante su intervención, el Partido Acción Nacional (PAN), representado por
la regidora María del Carmen Íñiguez Casanova, comenzó pidiendo transparencia y
evidenció también el desencanto que tuvieron con Enrique Pelayo en diversos
temas, como la incertidumbre en la aplicación del Ramo 33, la ausencia de un
proyecto de gobierno con propuestas tangibles y viables, o sus decisiones
políticas que, afirman los panistas, han dañado la imagen de Ensenada a nivel
nacional e internacional.
“No fue necesario mucho tiempo, señor presidente municipal, para que los
ensenadenses se dieran cuenta de la actitud caprichosa, intransigente, ocurrente
y poco transparente que Usted antepone en la toma de decisiones prioritarias
para el municipio y sus habitantes”, expuso la regidora Íñiguez.
“Mucho menos le tomó tiempo alentar el endeudamiento del municipio o verse
involucrado en situaciones comprometedoras y poco aclaradas sobre depósitos
bancarios millonarios a favor de familiares directos”, expresaría más
adelante.
Los seis representantes de los partidos, PT, PANAL, PVEM, PES, PRD y PAN,
plantearon lo que desde sus filas opinan ha sido el actuar y operar del XX
Ayuntamiento de Ensenada. Las críticas fueron más y de prácticamente todos los
ángulos, en cuestión económica, social o de seguridad.
En su intervención, el perredista Joaquín Bolio Pérez citó: “Señor presidente
municipal, este año enfrentamos situaciones donde imperó la falta de información
sobre el gasto público y la definición de programas de gobierno… Es importante
señalar que el Ejecutivo del Estado de Baja California, impuso la lógica
partidista al decidir retirar recursos y aplicación de obras que antes sí cedía
a pasadas administraciones.
Con esto se pretendió debilitar el margen de acción
de este gobierno, el cual no pertenece al mismo partido del titular del gobierno
del estado; de igual forma se ha complicado el manejo financiero por la presión
de asumir las diversas deudas heredadas por anteriores administraciones.
Pero
también es necesario reconocer un errático y poco transparente manejo del gasto
público que lleva el gobierno municipal, que ocasiona críticas bien y mal
intencionadas de la sociedad y de diversos medios de comunicación”.
Mientras que su homólogo del PVEM enfocó su atención a los temas financieros,
en particular el rechazo de su partido a más endeudamientos del municipio si aún
no se eliminan “viejos vicios”, o que exista “voluntad política para hacer los
cambios de fondo, cambios que han ignorado las últimas administraciones
municipales, incluyendo este primer año de gobierno del XX Ayuntamiento”.
Blancafort refirió también un crecimiento sin control de la nómina municipal,
pidió transparencia y detener “la inercia que ha llevado al Ayuntamiento a
vivir de propinas que envía el gobierno del estado”, por lo que, anotó, el Verde
Ecologista elaboró un proyecto para evitar la centralización de las decisiones,
y presentarán modificaciones al reglamento de la administración pública
municipal para que el municipio pueda hacerse de recursos.
“Para evitar que los
funcionarios sólo planteen para salir de la crisis, el incremento de impuestos o
pedir prestado”, recalcó.
Por su parte el PRI, en representación de José Antonio Lomelí Sedano, destacó
que en la mayoría de los temas que se han abordado en el Cabildo, se ha llegado
a acuerdos de manera unánime.
Asimismo, Lomelí reconoció el esfuerzo de los funcionarios de la
administración que con escasos recursos han hecho su labor, sin dejar de cumplir
en ningún momento con el compromiso de la prestación de servicios y trato digno
a los ciudadanos: “Esto nos habla de un gobierno con gran sensibilidad y sentido
social, acorde a las necesidades buscando siempre la justicia social”.
Destacó también el que “… esta administración se ha preocupado por establecer
un diálogo permanente con la sociedad civil”, y aseguró:
“Los regidores del
Partido Revolucionario Institucional refrendamos nuestro apoyo institucional a
las acciones emprendidas en esta administración, basada en la transparencia y en
la honestidad. Esta administración se ha caracterizado por la optimización de
los recursos presupuestalmente asignados y la programación presupuestaria”.
Luego de la sesión, Lomelí refirió a los medios locales que los duros
posicionamientos de los regidores ese día, se debieron principalmente a que no
fueron convocados al informe de Enrique Pelayo Torres por un error de protocolo,
y que la invitación les llegó de manera apresurada apenas el fin de semana.
El informe
“Por este conducto hago de su conocimiento, que el próximo lunes 28 de
noviembre la salida de TODO EL PERSONAL que labora en este edificio, será a las
13:00hrs, esto con motivo del 1er Informe del XX Ayuntamiento que preside el
C.P. Enrique Pelayo Torres Presidente Municipal, por lo que se requiere la
disposición completa del edificio para el montaje e instalaciones de audio y
video… Atentamente Lic. Fernando Javier Cacique Rodríguez Oficial Mayor”.
Así se anunciaba en oficio sellado de Oficialía Mayor con fecha 25 de noviembre,
el Primer Informe de Pelayo al interior de la Casa Municipal. Los empleados
salieron temprano.
El patio central del primer piso del edificio se adaptó el lunes 28 con un
templete, largas filas de sillas, iluminaciones rojo y verde, y un ejército de
asistentes, en su mayoría mujeres vestidas con traje sastre color negro.
La ceremonia programada a las 18:00 horas inició puntual, como invitados
asistieron los alcaldes de Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y Mexicali. El
gobernador Osuna ingresó acompañando a Enrique Pelayo y a su esposa, Carolina
Navarro de Pelayo. La mayoría de los regidores estuvieron presentes, a quienes
no se vio fue a Armando Reyes y Alberto Moreno Garayzar.
En la presentación se nombró a varios funcionarios que no fueron, y aunque
los asistentes aplaudieron, igual nadie alcanzaba a ver. El senador Fernando
Castro Trenti, por ejemplo, fue nombrado y aplaudido, pero no se vio en toda la
noche. La lista de asistentes fue larga: militares, religiosos, empresarios,
políticos, un grupo de transportistas, académicos y burócratas.
En primera fila, el gobernador, la esposa del alcalde, los regidores, el
almirante Santos Humberto Gómez Leyva, comandante de la II Región Naval; la
presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del
Estado, María Esther Rentería Ibarra; el diputado Julio Felipe García Muñoz;
Cuauhtémoc Cardona Benavides, secretario general del gobierno del estado;
Francisco Pérez Tejada, alcalde de Mexicali; Javier Ignacio Urbalejo Cinco,
presidente municipal de Tecate; Carlos Bustamante Anchondo, alcalde de Tijuana;
Javier Robles Aguirre, alcalde de Rosarito; General Jaime González Montes, de la
Guarnición Militar de El Ciprés; el Obispo de Ensenada, Sigifredo Noriega
Barceló, entre otros.
Pérez Tejada, quien daría su informe al día siguiente, dijo a
ZETA:
“Tomaremos nota de lo que informe el día de hoy el
alcalde Enrique Pelayo a los ensenadenses, igual que todos los alcaldes con
nuestras limitaciones en el tema del dinero, de las finanzas, pero bueno, vamos
a ver el mensaje que da el día de hoy, sobre todo mostrando las obras que han
hecho, los programas de gobierno, las acciones que se han emprendido, que todo
eso es importante; sobre todo el diálogo con los ciudadanos, el acercamiento con
la comunidad, con los sectores, el sector privado, el sector empresarial,
académico, con la gente experta en la materia para ponerse de acuerdo en los
planes de gobierno, y sobre todo lo que se va a hacer en los próximos años”.
Previo al inicio del discurso de Pelayo, un largo video de casi media hora
anunciaría las actividades del gobierno local. Habían pasado sólo unos segundos
de la proyección cuando se escuchó un lejano grito:
“¡Queremos entrar!,
¡queremos ver!”, decía un hombre detenido en la puerta por la Policía Municipal
junto con otros, menos de 100 personas, entre adultos, jóvenes y niños que, de
manera desordenada, lanzaban consignas pidiendo atención del alcalde.
Se decían
residentes del Cañón Buenavista (El Zorrillo) con el reclamo principal de apoyos
que, mediante el Ramo 33, llegarían a su colonia, acordados en el gobierno
municipal y que a la fecha no se han concretado.
“(Pelayo) Nos dijo que nos iba a meter el drenaje, posteriormente
pavimentación, después iba a nombrar sus delegados democráticamente, la
introducción de la red de agua potable con su Ramo 33, la construcción de una
pila y la construcción de varias escuelas.
No fueron ejecutadas ninguna clase de
obras, cuando realmente son cosas prioritarias del Cañón Buenavista. Ya estuvo
suave que nos engañen, cabe mencionar que el PRI y PAN son hermanos, pues, con
las promesas”, explicaba Samuel Caballero, uno de los manifestantes.
Caballero distribuyó un documento del Frente Indígena Oaxaqueño Binacional,
A.C. Del Valle de Maneadero, firmado por Herminio Velasco Ramírez, coordinador
regional del organismo y dirigido a Enrique Pelayo Torres, donde aseguran
sentirse defraudados, “ya que es lo mismo que la administración anterior, donde
se ha privilegiado el compadrazgo y el amiguismo”.
En uno de tantos reclamos, refiere: “Aprovechamos para recordarle su
compromiso de campaña en relación con la elección de los delegados, mismo que no
cumplió, ya que Usted los nombró por dedazo”.
Los manifestantes insistieron en que se revisara la asignación de las obras
del Ramo 33, ya que aseguran, fue violentada la ley de coordinación fiscal que
establece que se debe dar prioridad a obras en zonas marginadas y de pobreza
extrema, cosa que no ha ocurrido, pues buena parte de las obras se realizan en
áreas donde los residentes tienen capacidad de pagar créditos de viviendas,
existiendo mayor marginación en otros lugares.
Otro grupo manifestante fue Pueblos Unidos Bajacalifornianos, A.C., cuya
presidenta, Silvia Yoana Rivera Rangel, expuso un reclamo similar al del frente
indígena, en torno a las asignaciones del Ramo 33. Demandó el cumplimiento de
acuerdos firmados por autoridades municipales para la aplicación del recurso,
que no se ha ejercido.
“Exigimos que se respeten las obras acordadas en la mesa de trabajo del 8 de
marzo, pues están avaladas por las firmas del secretario general del Gobierno
del Estado, Miguel Ángel Castillo; el diputado Francisco Javier Sánchez Corona;
el delegado estatal de la CDI, Rodolfo Jáuregui Rosas; el presidente de la
Comisión de Asuntos Indígenas Municipales del Cabildo, regidor Macario Díaz
Rodríguez”, refiere el documento de la asociación civil.
Como testigos aparecen las firmas del regidor Joaquín Bolio; Abel Bojórquez
García, de la Comisión Nacional del Agua; Juan Malagamba en representación de la
presidencia municipal; Javier González Sánchez, director de gobierno municipal y
José de la Luz Valdez, director de servicios públicos.
Parte de la inconformidad va encaminada a que se atienden zonas residenciales
con recursos del Ramo 33 y que se dejan fuera zonas marginadas, incumpliendo con
los acuerdos firmados.
Pasaban los minutos, el video de las acciones de Enrique Pelayo concluyó y, a
eso de las 18:40 horas, el alcalde de Ensenada ya estaba dando su discurso.
Luego de saludar a los presentes, pidió un minuto de silencio para recordar a
los funcionarios que fallecieron en el año en el municipio; Humberto Padilla
Dipp, Alfredo Bernaldez Caravantes, Arturo Castellanos Ruiz y en la federación,
José Francisco Blake Mora.
A lo largo de su exposición, Pelayo se apreciaba incómodo, evitando el
contacto visual con los presentes. Los aplausos venían cuando felicitaba a algún
personaje, o cuando él mismo lo pedía al público. Tomaba agua y daba cifras,
iniciando con su discurso de la dura situación y crisis financiera heredada por
Pablo Alejo López Núñez.
Destacó el pago al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California
(ISSSTECALI), adeudo que rondaba los 170 millones de pesos, y agradeció las
gestiones del gobernador Osuna por lograr la revaloración de un predio entregado
como parte de los pagos al organismo. Además del predio de Bajamar, que se fue
con un valor de 104 millones a ISSSTECALI, donde el Ayuntamiento pagó 37
millones y les disminuyeron 27 millones 800 mil pesos de los recargos.
Sin embargo, le sacó al tema de los créditos millonarios, de hecho la palabra
crédito sólo la mencionó una vez, cuando dijo que el gobierno ha pagado 17
millones 900 mil pesos del crédito con BANOBRAS solicitado en la administración
anterior, que fue de 206 millones de pesos.
Pelayo garantizó políticas de austeridad, ahorro de papel y un incremento del
5 por ciento en recaudación, que suponen 3 millones 758 mil pesos adicionales,
de un total de 9 millones 846 mil pesos; incrementos en la revalidación de
permisos de comercio, 2 millones de pesos; 15 millones 200 mil pesos por
revalidación de licencias para la venta de bebidas alcohólicas y 664 mil 051
pesos en ordenamiento urbano.
“A septiembre de 2011, redujimos el déficit financiero en más de 189 millones
800 mil pesos, y tomando en cuenta que a inicio de la administración 32 centavos
de cada 16 pesos de nuestro presupuesto de ingresos ya se debían, estos recursos
pagados representan una disminución de poco más del 38 por ciento del total de
la deuda exigible”, aseguró.
Habló de obras de rehabilitación, del embellecimiento de colonias y parques,
alumbrado público, inauguración de comandancias, la compra de siete camiones
recolectores de basura y de 10 bomberas; entrega de despensas, prótesis y sillas
de ruedas, programas recreativos y culturales, tarjetas de descuentos en
transporte urbano.
Lo mismo aplaudió los proyectos turísticos de Pacífica, Cuatro Cuatros,
Encuentro Guadalupe y Bruma, que a los medallistas ensenadenses que participaron
en los XVI Juegos Panamericanos y a su esposa, por su labor en el Sistema
Municipal para Desarrollo Integral de la Familia (DIF). También ovacionó a Sal
Fish, de Score International y organizador de las carreras fuera de
camino Baja 500 y Baja 100, y al gobernador por su ayuda.
No habló de magnas obras, proyectos urgentes como la necesidad de la planta
desaladora en Ensenada, o su interacción con el puerto de Ensenada o del Sauzal.
La palabra puerto ni siquiera figuró. No pronunció puentes, pasos a desnivel,
proyectos futuros. No se refirió a la estación de bomberos, qué pasará con las
oficinas que todavía operan en un terreno ya vendido a la inmobiliaria
Galibe.
No habló de Isla de Cedros, Villa Jesús María, El Barril o El Rosario, ni
siquiera para saludarlos.
No hubo temas vinculados a la minería, uno de los principales potenciales de
la zona sur.
Descuidó el tema del aeropuerto civil. Omitió temas torales como la urgente
creación de una planta generadora de energía eléctrica para Ensenada, que se
requiere para encender las luminarias instaladas en colonias de la
periferia.
En resumen, Enrique Pelayo habló de actividades habituales básicas, servicios
que por inercia realizan las dependencias. Al concluir su discurso, se encaminó
a despedir al gobernador Osuna, quien dijo a los medios locales que sería el
pueblo el que evaluaría el informe.
En una atención a medios posterior, Pelayo habló con ZETA en
relación a los comentarios del regidor Alberto Moreno Garayzar, quien hizo
referencia al porcentaje de la consultora IMERK, donde se califica el
desempeño de la actual administración con un 6.5 por ciento, la más baja del
estado y una aprobación al Ejecutivo municipal apenas por arriba del 50 por
ciento:
“Yo soy muy respetuoso de la expresión del señor regidor, efectivamente así
lo manifestó, nosotros en lo particular respetamos todo lo dicho por él, no
coincidimos en su dicho, pero somos muy respetuosos de lo que él quiera
expresar. Es muy relativo, en un momento dado vamos a ver dónde se hizo la
encuesta, con quién se hizo la encuesta, quién hizo la encuesta, sin el ánimo de
cuestionar ninguna encuesta, simple y sencillamente yo respeto todo lo expresado
con estas empresas encuestadoras”.
Por último, el alcalde dio a conocer que la apuesta de generación de recursos
para 2012 estará apoyada con la venta de predios y, hasta el momento, no ha
ejercido un solo peso del crédito por 200 millones de pesos que solicitó ante el
Cabildo y el Congreso, pues siguen las negociaciones con el banco que otorgaría
dicho recurso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario