Nuevas revelaciones han
colocado una bomba de profundidad en el PRI. Afecta directamente a su
presidente nacional, Enrique Ochoa, al vincularlo con una de las 10 personas
que la Fiscalía de Chihuahua encontró como parte del andamiaje de la presunta
red de corrupción durante el Gobierno de César Duarte. El eslabón que amarra a
Ochoa es Ángel Meixueiro, uno operador político del PRI, a quien ubican las
autoridades estatales como parte del grupo de hombres de paja utilizado por
Duarte para sus supuestas trapacerías. A Meixueiro, oaxaqueño de origen, le
debe urgir que lo blinden, y su amigo Ochoa lo quiere incluir en las listas
para ser Diputado federal plurinominal.
Meixueiro renunció esta
semana a la Coordinación General del Comité de Planeación para el Desarrollo de
Oaxaca, donde lo nombró el Gobernador Alejandro Murat cuando dejó la Comisión
Federal de Electricidad, donde era director de Relaciones Institucionales, bajo
la dirección de Ochoa. Los tres son viejos conocidos. Ochoa y Murat
coincidieron en sus tiempos de estudiantes de postgrado en la Universidad de
Columbia en Nueva York, y Meixueiro fue asesor del entonces Gobernador de
Oaxaca, José Murat, padre del actual mandatario estatal, en 2000. Sus vidas
profesionales se han cruzado por casi 20 años y ahora, a través de Meixueiro,
se colocaron en el umbral del escándalo de corrupción de Duarte.
Una investigación en la
edición impresa de Eje Central ubica a Meixueiro como parte de la indagatoria
de la Fiscalía de Chihuahua sobre los presuntos actos de corrupción por 6 mil
millones de pesos durante el Gobierno de Duarte en aquella entidad. Las 50
declaraciones ministeriales que lo involucran a él y a nueve personas más en el
entramado, superan los 70 tomos. Hijo de un político priista, desde muy joven participó
en actividades partidistas. Lo revelado hasta este momento no arroja suficiente
claridad sobre la forma como se vinculó con el Gobernador Duarte. Pero un dato
circunstancial aporta luz. Duarte era muy cercano al actual coordinador del PRI
en el Senado, Emilio Gamboa, quien fue su principal promotor para que llegara a
la Gubernatura. Meixueiro, que trabajó en Oaxaca en la campaña presidencial de
Francisco Labastida en 2000, también forma parte del manto protector del
Senador. ¿Fue a través de esa relación como se conectó con Duarte y lo ligó con
Ochoa? Eje Central, que reveló que Gamboa también aparece en las indagatorias,
publicó qué hicieron Duarte, Meixueiro y Ochoa:
“Una de sus acciones
estratégicas de alto impacto a favor del PRI la llevó a cabo el 26 de mayo de
2015, junto con el entonces Gobernador del estado de Chihuahua, Duarte Jáquez.
Ambos firmaron un acuerdo mediante el cual se apoyaba a los productores
manzaneros que tenían adeudos con la CFE por cerca de 30 millones de pesos cada
uno, y la baja en la tarifa eléctrica de uso doméstico en beneficio de cerca de
un millón de ciudadanos chihuahuenses. Esta medida fue considerada por la
oposición como una jugada electoral porque ocurrió meses antes de las
elecciones federales intermedias”.
La negociación con los
productores y la reducción en las tarifas eléctricas atajó una creciente
presión en Chihuahua contra el Gobierno. Pero efectivamente, sirvió para fines
electorales. El PRI ganó en las elecciones federales del 7 de junio de 2015 al obtener
el 35 por ciento de los votos, que le permitieron al partido y a su aliado, el
Verde, ganar ocho de las nueve diputaciones federales en disputa. Un apoyo
políticamente ilegítimo por los tiempos electorales que se vivían, le resolvió
un problema al Gobernador Duarte mediante la gestión de Meixueiro y la
aprobación de Ochoa para realizar la operación. Esa negociación rompió los
equilibrios y posiblemente influyó en el resultado de la elección. Al año
siguiente, sin este tipo de consideraciones excepcionales, el PRI fue derrotado
en la elección para Gobernador.
La operación que instrumentó
Meixueiro por petición de Duarte y con apoyo de Ochoa, no significa, con la
información pública disponible, un acto ilegal, pero está indiciado en el Caso
Duarte. No se sabe qué papel jugó Meixueiro para que sea considerado uno de los
hombres de paja de Duarte, como se describe a la decena de personas que, según
la Fiscalía estatal, fueron a través de quienes se dieron las componendas y se
dispersaron recursos públicos para fines electorales. La forma como se
estructuró esa red, según la Fiscalía, reprodujo su método en estados como
Oaxaca, donde el único enlace hacia esa entidad es Meixueiro.
¿Qué hizo el oaxaqueño en
Chihuahua para ser uno de los indiciados? Sólo un acto ilegal relacionado con
el desvío de fondos públicos, de acuerdo con las investigaciones que siguen
escalando niveles dentro del Gobierno federal y del PRI. El eslabón de
Meixueiro puso la luz sobre el rostro de Ochoa por primera vez desde que estalló
el escándalo de Duarte, pero no como líder del PRI, sino como un miembro del
gabinete ampliado del Presidente Enrique Peña Nieto, en su calidad de director
de la CFE. Si Meixueiro es investigado por actos de desvío de recursos para
fines políticos, ¿Ochoa era ajeno a lo que su subalterno hacía? Es difícil
imaginarse que no supiera lo que su amigo hacía en nombre de la CFE. Pero todo
esto se va a saber. Las ruedas contra la presunta red de corrupción de Duarte
ya empezaron a moverse y Ochoa, esté vinculado a ilícitos o no, está metido en
un escándalo que, en su caso, probablemente estalle en su cara.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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