Cuando la minera Media Luna anunció en
2013 el inicio de sus trabajos de exploración cerca de su pueblo, Nuevo Balsas,
Quintín Salgado Salgado regresó a su tierra porque creyó que era la oportunidad
para lograr el desarrollo en su región. Nunca pensó que venía a enfrentar su
destino, contó uno de sus compañeros del movimiento: “se topó con la cerrazón y
con la insensibilidad de una empresa rapaz y voraz”.
Guerrero/Ciudad de México, 26
de enero (ElSur/SinEmbargo).- El activista asesinado la mañana del miércoles en
Nuevo Balsas, Cocula, Quintín Salgado Salgado no era un activista cualquiera
entre los paristas de la minera Media Luna. Era el pilar del movimiento que
comenzó el 3 de noviembre pasado, coincidieron algunos de sus compañeros
consultados por teléfono este jueves.
Antes de entrar como
trabajador de la minera Media Luna fue migrante en Estados Unidos, donde además
de que aprendió a la perfección el inglés, se formó como líder obrero y acendró
la virtud de la solidaridad.
Cuando la minera Media Luna
anunció en 2013 el inicio de sus trabajos de exploración cerca de su pueblo,
Nuevo Balsas, Quintín regresó a su tierra porque creyó que era la oportunidad
para lograr el desarrollo en su región. Nunca pensó que venía a enfrentar su
destino, contó uno de sus compañeros del movimiento, “se topó con la cerrazón y
con la insensibilidad de una empresa rapaz y voraz”.
Quintín fue contratado como
obrero por Media Luna desde los trabajos de exploración, pero en 2016, cuatro
meses después de que la minera inició los trabajos de explotación, se sumó a
las protestas de los pobladores de Nuevo Balsas que exigieron un estudio de
impacto ambiental para conocer los niveles de contaminación, así como una
indemnización, sobre todo a los pescadores que vieron disminuidos sus ingresos.
Por su activismo en el movimiento fue despedido.
Después como concesionario de
una Urvan fue subcontratado para el transporte del personal de la empresa de
Nuevo Balsas a la mina.
A partir del 3 de noviembre
encabezó el movimiento de los trabajadores paristas que buscan la cancelación
del Contrato Colectivo de Trabajo que la empresa tiene con un sindicato de la
CTM, y en demanda de la firma de la titularidad con el Sindicato de
Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana
(STMMSRM).
El delegado en Guerrero de
este sindicato, Indalecio Pérez Morones dijo este jueves que Quintín se sumó al
movimiento porque como concesionario el sindicato de la CTM le quitaba el 7.5
por ciento, de lo que la empresa les paga a los concesionarios subcontratados.
“Además el sindicato de la
CTM es el que determina quién sí y quién no de los concesionarios prestan el
servicio, y a quienes no son del sindicato sólo les permite prestar el servicio
unos días sí y otros no, mientras que las concesiones que son del sindicato
están trabajando todos los días”, informó el líder sindical.
Dijo que Quintín era uno de
los principales activistas porque una de las demandas del paro es que los
contratos de los prestadores de servicios se firmen directamente con la minera,
y no con el sindicato, “por esa demanda Quintín le estaba dando el apoyo al
movimiento”, reforzó su argumento Pérez Morones.
Por su dominio del inglés
Quintín Salgado fue el enlace y el traductor durante la visita al plantón el 11
de diciembre pasado de los dirigentes del Sindicato de Trabajadores del Acero
de Estados Unidos (United Steelworkers) Bob Laventure y Manny Armenta.
El caso de Salgado Salgado es
similar al de los otros dos mineros que fueron asesinados el 18 de noviembre en
Atzcala, los hermanos Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña, quienes estaban
subcontratados como prestadores de servicios, pues eran los que surtían el
combustible a la minera.
Uno de los compañeros de
Quintín contó que por su solidaridad con el pueblo y pescadores de Nuevo Balsas
en el movimiento del 2016, perdió su empleo en la minera, y por su solidaridad
con los trabajadores en paro de la minera Media Luna, perdió ahora la vida.
Apenas en diciembre pasado
con motivo de la celebración de la Navidad, Quintín envió el siguiente mensaje
a sus compañeros paristas: “Te deseo que tengas el suficiente amor propio para
pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de
ganar y por las que no vale la pena luchar”.
El dirigente del movimiento
de los paristas murió a los 37 años de edad y dejó en la orfandad a un hijo
menor de edad.
SINDICATO DE CANADÁ EXIGE JUSTICIA POR ASESINATO
La Unifor, el mayor sindicato
de Canadá, pidió que Torex Gold sea una de las primeras empresas canadienses en
ser examinada por el Defensor del Pueblo Canadiense para las Empresas
Responsables, debido a los abusos contra los derechos humanos que han cometido
en México.
“Los trabajadores están
siendo asesinados por oponerse a Torex Gold y no se está haciendo nada al
respecto”, dijo el presidente nacional de Unifor, Jerry Dias. “¿Cuántos deben
morir antes de que las empresas y los sindicatos mexicanos corruptos rindan
cuentas?”
La minera Media Luna, donde
el pasado miércoles murió Quintín Salgado, es propiedad de la firma canadiense
Torex Gold. Al igual que muchas compañías extranjeras que operan en México.
“La muerte de Salgado es la
última violencia relacionada con la huelga en la mina Media Luna, donde
aproximadamente 600 trabajadores han estado en paro desde el 3 de noviembre de
2017 después de que se les impidió salir de la unión corrupta de la CTM para
unirse a Los Mineros”, señaló Díaz.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON
AUTORIZACIÓN EXPRESA DE El SUR.
(SIN EMBARGO/ EL SUR/
ZACARÍAS CERVANTES/ ENERO 26, 2018, 2:00 PM)
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