Luis Videgaray, Aurelio Nuño, Raúl
Cervantes, Eruviel Ávila, Eduardo Sánchez, Ivonne Ortega, Beatriz Paredes...
algunos de los presentes.
Foto: Aristegui Noticias
Una cuadra antes de llegar a
la sede nacional del PRI, bajados los vidrios de la parte delantera del auto,
José Antonio Meade comienza a cruzar durante casi media hora la calle Luis
Donaldo Colosio, acompañado por su esposa Juana Cuevas y sus 3 hijos (dos
hombres y una jovencita, con iPhone en mano), quienes viajan en los asientos de
atrás.
El ex secretario de Hacienda
atiende prácticamente todas las “selfies” que le piden, e incluso las llega a
tomar él mismo, por lo que suelta por momentos el volante.
El conductor, de sonrisa
socarrona, podría anticipar que lo que tiene frente a él será el ambiente de
los siguientes casi 7 meses: fotos, gritos, porras, saludos; más fotos, más
gritos, más porras, más saludos, y hasta pequeños obsequios.
Algo parecido a lo que vivió
hace seis años el entonces precandidato Enrique Peña Nieto, en un diciembre
menos frío que este, pero rodeado por las mismas figuras que hoy cobijan a
“Pepe Toño“, como le dicen por aquí.
El “Peña-Presidente” fue
transformado a “Pepe-Presidente“, por los cientos de transportados que llegan
de diferentes partes del país (Valle de Chalco, Ecatepec, Jalisco, Tamaulipas,
Guanajuato…) a la sede priista en Insurgentes Norte.
“Meade-amigo-fulano está
contigo”, es la porra que adoptan las organizaciones presentes para hacerse
notar al paso del casi precandidato, de quien ya venden hasta relojes con su
rostro.
La puerta 2 y 3 se vuelven
los accesos “VIP”, por donde no sólo ingresa Meade, sino los políticos que lo
respaldan.
Cerca de llegar a la entrada,
el canciller Luis Videgaray opta por bajar de su camioneta -que está cinco
vehículos atrás del auto que manejaba Meade- y se adentra finalmente a pie al
partido. El secretario Aurelio Nuño hace lo propio un par de minutos después.
Luego se le ve pasar al ex procurador Raúl Cervantes. Y detrás de él, a Eruviel
Ávila, seguido por el vocero presidencial Eduardo Sánchez. Los mismos que
encumbraron al ahora presidente Peña Nieto, quien dejará su cargo en poco menos
de un año. Sus ex operadores han sido reactivados.
Luis Videgaray (Foto AN)
Aurelio Nuño (Foto AN)
Raúl Cervantes (Foto AN)
Eduardo Sánchez (Foto AN)
Al acto llega la ex dirigente
Beatriz Paredes. E incluso, aparece la ex gobernadora Ivonne Ortega, quien la
semana pasada le dio su apoyo a Meade, tras desistir de apuntarse como
precandidata.
Es un domingo de rituales y
simbolismos en la sede del PRI, donde el hecho de que se anote sólo uno es
muestra de unidad.
Y si hay algo simbólico es la
figura de Meade, el que maneja su propio auto… pero detrás de quien vienen
todas las caras conocidas del actual gobierno federal, diputados, senadores,
gobernadores y líderes priistas.
El auto, con conductor único,
avanza rumbo al 2018. La maquinaria que lo respalda parece aceitada y lista.
(ARISTEGUI NOTICIAS/ GUSTAVO SÁNCHEZ B./ DICIEMBRE 3,
2017 3:24 PM)
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