Fotos: Manuel Ayala
Una banda delictiva tiene asolada a la
comunidad en una colonia de San Antonio de los Buenos; vecinos y padres de
familia los han denunciado ante las autoridades en varias ocasiones, debido a
que también reclutan de manera forzada a menores para distribuir droga, con
amenazas o con el argumento de brindarles protección en la zona. Autoridades
municipales no han resulto del todo el problema y la delincuencia impera en ese
lugar
Desde 2016, vecinos de la
colonia Flores Magón han denunciado la participación de la banda delictiva
“Barrio 31”, que opera el negocio del narcomenudeo, asalto a transeúntes y robo
a domicilios; son un grupo de alrededor de diez personas, la mayoría de ellos
menores de edad y provenientes de colonias aledañas como Salvatierra, El Monte
y El Jibarito.
La falta de atención y
presencia policiaca en la demarcación, aunado a la carencia de servicios
públicos como luminarias, son factores que han propiciado que esta banda haya
incrementado sus fechorías desde enero del presente año, no solamente con
actividades ilícitas como el narcomenudeo; también reclutando a jóvenes de
manera forzada para que sean coparticipes de la venta y distribución de droga
en la localidad.
Esta situación ha propiciado
que algunos padres de familia hayan tenido que sacar a sus hijos de dicha
colonia y enviarlos a otras ciudades, ante el temor infundido con amenazas de
provocarles algún daño a ellos o a sus familiares, si no participan en sus
actividades y de la cual ya están cansados los residentes, debido a que a pesar
que se han hecho públicas las constantes denuncias y se le hizo saber
personalmente al alcalde Juan Manuel Gastélum, el problema persiste.
“DUEÑOS” DEL TERRITORIO QUE OPERAN
A cualquier hora del día y en
cualquier esquina de la colonia, los integrantes de “Barrio 31” operan sin
ninguna discreción, como lo hicieron saber algunos vecinos a ZETA; no saben si
portan armas de fuego, sin embargo, les han visto “alguna que otra navaja o
cuchillo”, lo cual no ha sido impedimento para asaltar a los que transitan por
las calles de terracería de la localidad, los pocos negocios que ahí persisten
o los domicilios de los residentes.
“La sensación de
intranquilidad se siente en todo momento”, compartió un locatario que optó por
omitir su nombre, quien señala que ellos como comerciantes están siempre con la
intranquilidad que alguno de los integrantes de esta banda se vaya a presentar
para pretender robarles algo de lo que venden o el poco dinero que obtienen al
día, además que muchas veces aprovechan los lugares como el suyo para
concentrarse afuera, beber alcohol y consumir estupefacientes, por lo que optan
por cerrar aunque se pierda la ganancia del día.
Una persona integrante del
comité de vecinos de dicha colonia, quien también prefirió el anonimato, compartió
con ZETA que este grupo comenzó a tomar fuerza desde enero pasado, ya que la
presencia policiaca disminuyó en la zona por esas fechas y estas personas
comenzaron a aprovechar para posicionarse y adueñarse de su territorio, el cual
también “se han ganado” con base a amenazas y la venta de droga a personas y
adictos de la propia comunidad, quienes toleran su presencia debido a este
factor.
RECLUTAN DE MANERA FORZADA
La misma vecina consultada
dijo sentir mayor preocupación por ello, porque ya no solamente es la banda
delictiva la que infunde temor, también los adictos que salen de la misma
colonia y que llegan de otros lados por el bajo costo de los estupefacientes
que les facilitan, sobre todo porque “Barrio 31” ha venido optando por reclutar
jóvenes de manera forzada para abarcar mayor territorio en la distribución de
droga.
“No solamente los obligan a
vender (drogas), también les piden que se metan a robar a las casas y, si no lo
hacen, los amenazan con provocarles algún daño a ellos o a sus familiares,
ellos son los que lo hacen de manera obligada… otros solamente se meten por
engaños, porque les ofrecen protección y dinero a cambio, y los muchachitos se
vuelan con eso y andan también en los mismos pasos”, aseguró la vecina.
Alumnos de la Escuela Secundaria
Técnica Número 27 de dicha colonia, corroboraron a este Semanario que a algunos
de sus amigos “los tienen amenazados” y son obligados “a vender droga o robar”.
Ante las constantes preguntas que se les realizaron para conocer más detalles
de esta situación, prefirieron no hablar más por temor a que alguno de los
integrantes de esta banda pudiera enterarse de que “andan hablando de ellos”.
Otros de los alumnos
solamente asintieron al cuestionarles si conocían a “Barrio 31”, pero también
prefirieron no entrar en detalles por las mismas razones, incluso uno de los
jóvenes dijo que era su primer día de clases en la escuela y que “después de las
vacaciones que tuvimos en paz, no queremos meternos en problemas por eso”.
El encargado de un negocio
cercano a la escuela, quien se acercó al reportero mientras realizaba estas
entrevistas con los alumnos, compartió que nunca le ha tocado ver una situación
de violencia o haber sido víctima de esta pandilla, pero dijo, sí sabe que en
la colonia opera un grupo “de malandrillos” que se hacen llamar así, los
“Barrio 31”, y que sólo había que “darse unas vueltas” por las calles de la
colonia para ver cómo tienen varios muros y bardas vandalizadas, las cuales
ZETA pudo apreciar con leyendas como “B31”, “Loko31”, “RFM31”, entre otras.
Agregó que muchas veces se ha
dado cuenta también, cuando termina su jornada laboral por las tardes, que
algunos de estos jóvenes delincuentes se juntan en las canchas de la misma
secundaria, ubicadas en la parte trasera de la misma, donde se ponen a consumir
drogas o simplemente estar ahí platicando, situación por la cual cree que quizá
nunca le ha tocado encontrárselos en la calle, aunque de igual manera considera
“sí son un problema, y es algo que nos preocupa como colonos”.
DIRECTIVOS ESCOLARES DESCONOCEN LA PROBLEMÁTICA
Ante el visible temor que
algunos alumnos de esta secundaria mostraron tras los cuestionamientos, ZETA buscó
a la directora del plantel. No hubo respuesta, sin embargo, algunos directivos
de la misma, ante los cuestionamientos y exposición de la situación, aseguraron
desconocer que esto existe en el lugar e incluso ignoraron que esta pandilla
moleste a algunos de sus estudiantes.
Sostuvieron que quizá sea
parte de una problemática de la colonia, “que se da allá afuera”, pero no
dentro de la misma escuela, acción que algunos de los alumnos que hablaron para
el Semanario contradijeron, señalando que en ocasiones los de “Barrio 31”
incluso se metían a la institución para amedrentarlos y que en su momento las
propias autoridades los “corrieron” de sus instalaciones y ya no se acercan por
ahí en horarios escolares.
POLICÍA MUNICIPAL PARTICIPA EN OPERATIVOS
Este contexto llevó a que
miembros del comité de vecinos aprovechara la visita que el alcalde Juan Manuel
Gastélum realizara a la escuela el 24 de abril, como parte de las actividades
del “Lunes Cívico” que el mandatario realiza en diversos planteles de la
ciudad, y algunos padres de familia le expusieron con preocupación la
problemática, lo cual propició que se instrumentara un operativo en la zona por
parte de la Policía Municipal.
El director de la Policía,
Luis Felipe Chan Baltazar, externó a ZETA que dicho operativo, que se llevó a
cabo en distintas ocasiones, se detuvo a dos personas en posesión de vehículos
robados, quienes fueron acusados por vecinos por dedicarse al delito del robo
de autos en dicha colonia, además, aprehendieron a una mujer de 39 años de edad
que había sido denunciada por “husmear” en domicilios y fue detenida por robo a
casa habitación; de ella se presume que posiblemente esté involucrada en más
robos.
También detuvieron a tres
personas de 23, 41 y 43 años de edad, porque las partes denunciantes los
señalaron por “alterar el orden e inducir a jóvenes y menores al vicio”, así
como a un hombre de 24 años por asomarse a una escuela, quienes solamente
cumplieron con lo correspondiente a una falta administrativa por sus actos.
DELINCUENCIA NO CESA; PREOCUPAN POSIBLES REPERCUSIONES
A pesar de este operativo y
los detenidos que se mencionan, los vecinos han manifestado que la delincuencia
no ha cesado, y aunque manifiestan que hasta el momento no se han enterado que
esta banda delictiva haya propiciado alguna situación mayor como un asesinato
en la colonia, saben que el tema del narcomenudeo es uno de las principales
causantes de la gran cantidad de muertos que se han presentado en la ciudad
-mil 014 hasta el lunes 21 de agosto, según la Procuraduría General de Justicia
en el Estado-, por ello temen que en su
momento esta banda pueda propiciar posibles repercusiones contra los mismos
colonos, debido a las constantes denuncias que han realizado tanto a las
autoridades municipales como a las policiacas; o simplemente por el hecho de
que bandas rivales entren a la colonia y, en aras de querer apropiarse de este
territorio, provoquen enfrentamientos entre ellos y desestabilicen todavía más
“la poca tranquilidad” que les queda en sus hogares.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ MANUEL AYALA/ LUNES, 28 AGOSTO, 2017 12:00
PM)
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