CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El
binomio Salinas-Slim ha rendido buenos frutos. Han pasado 27 años de aquella
primera sociedad, en 1990, cuando el entonces presidente Carlos Salinas vendió Teléfonos
de México (Telmex) en cómodos pagos a Carlos Slim, con un desembolso inicial
hecho de manera paulatina y utilizando recursos de la propia empresa.
Y se hace la anterior
aseveración no por Telmex, sino por los nuevos negocios que juntos han emprendido,
aunque no de manera directa, sino a través de la familia política de Salinas de
Gortari, los Gerard Rivero, hermanos de Ana Paula Gerard Rivero, esposa actual
de uno de los presidentes mexicanos que ha ejercido con mayor amplitud su
poder, aun después de concluir su encargo.
Quizás solo podría
equipararse a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien forma parte de muchos de los
consejos de administración de grandes transnacionales del sector energético y
por lo tanto tiene influencia en varios países.
Es cierto que Salinas de
Gortari no tiene injerencia directa en las empresas en que participa su familia
política, pero sí que éstos han logrado infiltrarse en los grandes negocios del
país, en especial, el energético. Desde los hidrocarburos hasta la generación
de electricidad.
Y tanto Hipólito Gerard
Rivero como su hermano Jerónimo Marcos han logrado entablar relaciones
comerciales con dos cercanos personajes al expresidente Carlos Salinas: Carlos
Slim Helú y Francisco Gil Díaz.
En el primer caso, Hipólito
ganó en septiembre de 2016 la licitación para construir la Pista 3 del Nuevo
Aeropuerto de la Ciudad de México en consorcio con CICSA, propiedad de Carlos
Slim. Además, participa la empresa La Peninsular, de Carlos Hank Rhon, y
Prodemex, de Olegario Vázquez Aldir.
Antes, el 24 de junio de
2014, su hermano Jerónimo se integró como consejero independiente de la empresa
española Acciona, que llegó a México en 2013 y se convirtió en el gigante de la
construcción.
Acciona trabaja con firmas
privadas, pero también se alió con una de las empresas del magnate Carlos Slim:
Impulsora de Desarrollo y Empleo en América Latina (IDEAL) para construir la
planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, Hidalgo, para la
Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Curiosamente, antes de la
incorporación de Jerónimo esta empresa española había obtenido contratos del
gobierno mexicano por apenas 280 millones de dólares. Después del ingreso del
cuñado de Salinas, los contratos otorgados entre 2014 y 2015 sumaron 3 mil 200
millones de pesos, según la plataforma gubernamental Compranet.
Y un dato más: los contratos
fueron entregados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la
Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), este último dirigido encabezado en ese entonces por José Antonio
González Anaya, también cuñado de los Gerard Rivero.
Hoy, González Anaya encabeza
Petróleos Mexicanos (Pemex), lugar de donde han salido las licitaciones para la
exploración y explotación de hidrocarburos en aguas mexicanas y cuyo proceso
encabeza la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Aquí también los Gerard
Rivero han llevado mano. Jerónimo se fogueó en el mundo empresarial y de
inversiones, al amparo de otro de los poderosos funcionarios del salinato:
Francisco Gil Díaz.
Gil Díaz fue subsecretario de
Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), uno de los
funcionarios más temidos, pues inició una férrea campaña contra posibles
evasores fiscales, los cautivos de medio pelo porque a los grandes aún hoy se
les condonan millones de impuestos, debido a que Luis Videgaray no se atrevió a
tocar al gran empresariado que lucra con las necesidades de la población, por
ejemplo, los negocios de Televisa-Teletón.
Concluyó el sexenio de
Salinas y Jerónimo Gerard se fue a Goldman Sachs & Co. y después pasó a
Telefónica. Cuando Gil Díaz fue secretario de Hacienda con Vicente Fox, su
pupilo Jerónimo fue vicepresidente de Telefónica México, y después cedería
dicha posición a su exjefe Gil Díaz.
Ahora ambos –Jerónimo Gerard
y Gil Díaz– tienen una gran presencia en el sector energético.
Jerónimo creó en 2009
Infraestructura Institucional; en 2014 aportó fondos para crear Sierra Oil
& Gas, y el 17 de julio de 2015 tuvo el privilegio de recibir el primer
contrato para la extracción y exploración de hidrocarburos, cuando su empresa
Sierra Oil & Gas ganó dos licitaciones de la Ronda Uno para explorar aguas
someras en busca de hidrocarburos, todo ello al lado de Talos Energy LLC de
Estados Unidos y Premier Oil PLC de Gran Bretaña.
Tres meses después de ganar
la licitación, Jerónimo vendió Infraestructura Institucional a uno de los
mayores fondos de inversión internacionales: BlackRock. Con ello se pretendió
sostener que el cuñado de Salinas de Gortari nada tenía que ver con las
licitaciones y que nunca se había beneficiado.
Lo cierto es que Jerónimo
nunca ha dejado de formar parte de Sierra Oil & Gas, pues cuando traspasó
sus acciones de Infraestructura Institucional, ésta junto con el fondo
BackRock, crearon el fideicomiso F/175992, donde Gerard forma parte del Comité
Técnico y del Comité de Inversión, es decir, sus decisiones pesan tanto que, en
su reporte de diciembre de 2015, el fideicomiso sostiene que en caso de dejar sus
cargos ello será considerado como “remoción de dos funcionarios clave”.
Y para cerrar, el pasado 19
de junio una de las filiales de Sierra Oil & Gas, la empresa Sierra Perote
E&P, S de RL de CV, ganó el bloque 11 de la Ronda Dos para explorar y
explotar aguas someras de la costa de Tamaulipas.
Así, una de las empresas
donde aún sigue teniendo influencia el cuñado de Carlos Salinas de Gortari es
la que más se ha beneficiado de la reforma energética, ganando cinco bloques de
las rondas 1.1, 1.4 y 2.1 para explorar y explotar hidrocarburos, gracias a la
reforma energética de diciembre de 2013, parte de las “reformas de tercera
generación”, pues las primeras fueron las que impulsó Salinas de Gortari y que
incluyeron la venta de grandes activos como Telmex.
Tampoco hay que olvidar que
el otro funcionario salinista y beneficiado de la reforma energética ha sido
Gil Díaz, quien dentro de la Holding Avanzi, que cuenta con Dragados Offshore,
Cobra y ACS, ha logrado miles de millones de dólares en contratos de la CFE.
Amigos y familiares políticos
de Carlos Salinas han sido, sin duda, los grandes beneficiados de los cambios
emprendidos por Enrique Peña Nieto, el hacedor de las reformas de “tercera
generación”. Los de la primera entrega fueron personajes como Carlos Slim que
hoy, hábilmente, sigue cercano a la parentela de Salinas.
(PROCESO/ ANÁLISIS /JESUSA CERVANTES/23
JUNIO, 2017)
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