Las izquierdas deben unirse en 2018,
sólo así podrá lograrse la verdadera alternancia y evitar que la derecha
continúe en el poder, dijo en esta entrevista con SinEmbargo Alejandro Encinas
Rodríguez, Senador de la República. El abstencionismo, el voto nulo y la
dispersión del sufragio por la fragmentación de las opciones de izquierda son
el principal reto, agregó uno de los principales promotores de la iniciativa
Por México Hoy que encabeza Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Ciudad de México, 18 de
febrero (SinEmbargo).– El próximo 25 de marzo, las izquierdas están llamadas a
reunirse en la Ciudad de México en torno a su líder moral Cuauhtémoc Cárdenas
Solórzano para definir un proyecto de Nación que incida claramente en las
elecciones de 2018.
En entrevista con SinEmbargo,
el Senador Alejandro Encinas Rodríguez, uno de los líderes de la iniciativa Por
México Hoy –que abandera Cárdenas Solórzano– afirmó que el llamado del
ingeniero no es para restarle puntos en las encuestas a Andrés Manuel López
Obrador, de cara a la elección presidencial de 2018, sino para sumar.
Es decir, el llamado de
Cárdenas Solórzano intenta articular a todos los movimientos sociales de
izquierda que tendrán un poder decisivo en el voto en los comicios de 2018. En
las primeras semanas de este 2017, de acuerdo con los sondeos, el líder del
partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) encabeza las preferencias
electorales.
“No es un movimiento en
contra de nadie y se trata de sumar. De sumar por una causa progresista y de transformación.
Por supuesto reconocemos que Andrés Manuel es el candidato mejor posicionado de
las izquierdas, y seguramente así se mantendrá. Mucha de la gente que participa
en este movimiento con toda seguridad se sumará a su campaña o emitirá su voto
en favor de Andrés Manuel, y espero, no solamente de Morena, sino de un frente
muy amplio de las izquierdas”, expresó Encinas Rodríguez.
El también ex Jefe de
Gobierno de la Ciudad de México y ex candidato a la gubernatura del Estado de
México en 1993, asegura que la elección de este año en la entidad cuna del
Presidente Enrique Peña Nieto y su grupo de poder, es un laboratorio
político-electoral para las elecciones presidenciales.
“Yo creo que el escenario de
alternancia es real hoy en el Estado de México y por supuesto sus definiciones
van a impactar en la elección presidencial”, dice.
El Senador Alejandro Encinas, en
entrevista con SinEmbargo. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo
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–Quisiera empezar por
preguntar: ¿qué se entiende como ese nuevo proyecto de Nación que están
planteando?
–Es el momento de hacer una
reflexión profunda, mucho más allá de lo que ha sido el trabajo que han venido
realizando los partidos políticos en su elaboración programática. Estamos en
una situación de excepción, de emergencia a nivel nacional. Y evidentemente el
gobierno actual está en una situación de debilidad, y nosotros decimos, sin
rumbo y a la deriva […]. Desde hace más de dos años planteamos la necesidad de
una nueva Constitución, hoy hay que hacer un planteamiento puntual de un
programa de emergencia para enfrentar los principales problemas del país […].
Es necesario hacer un replanteamiento del modelo económico del país que permita
reconstruir no sólo el mercado interno, sino los instrumentos del Estado para
alentar la rectoría de la economía y generar los instrumentos que permitan el
desarrollo. Una política industrial que hace años que este país abandonó.
–Ahorita me hablaba de la
nueva Constitución. Todos esos cambios que se hicieron con las reformas
estructurales y que abrieron el sector energética ¿qué tan reversibles pueden
ser en un corto plazo?
–Son reversibles sin
necesidad incluso de hacer cambios en la Constitución. Simple y sencillamente
revisando los términos de los contratos que se están otorgando, en términos de
hidrocarburos, a las empresas, particularmente con un fortalecimiento de
Petróleos Mexicanos (Pemex). Si estamos en la idea de recuperar los
instrumentos para el desarrollo económico, hay dos que son fundamentales:
petróleo y electricidad. Lo que el Gobierno mexicano debe replantear ahora es
retomar como una área estratégica y prioritaria la parte energética, que es el
instrumento fundamental para el desarrollo interno.
–Tal parece que con Pemex ya
no quieren nada, ¿es así?
–Sí, a Pemex lo llevaron a
una situación económica insostenible. En primer lugar porque fue la fuente
primaria de los ingresos públicos con estos impuestos desmedidos que impidieron
su capitalización y reinversión en su desarrollo productivo, pero
posteriormente entregando de manera arbitraria y malbaratando los recursos que
son de la Nación.
Alejandro Encinas llamó a la unidad de
las izquierdas de cara a la elección presidencial en 2018. Foto: Cri Rodríguez,
SinEmbargo
***
El 25 de enero, Cuauhtémoc
Cárdenas llamó, en una reunión convocada en el hotel Hilton de la Ciudad de
México, a conformar un movimiento ciudadano con miras a 2018 y en el que “no
existan jefes ni jerarquías”.
“Reunámonos ya y pensemos que
sólo una unidad que constituya mayoría social tendrá la capacidad para
transformarse en mayoría e imponer el cambio. El 2018 está a la vista.
Formulemos un programa común, agrupémonos en torno a él, y si efectivamente,
con objetividad, construimos una mayoría, veamos quienes pueden encabezar esta
mayoría y quienes pueden, en el momento oportuno, formar candidaturas que
formalicen el cambio. Sin mayoría, no vale la pena el desgaste”, dijo Cárdenas.
–Ahora, Senador, esta mayoría
social a la que llamó Cárdenas, ¿qué intención tiene?, ¿quiénes caben aquí?
–Caben todas y todos los
mexicanos que quieran una rectificación en el rumbo que se está siguiendo en
todos los ámbitos del país. Y que compartan la idea no sólo de una visión de
desarrollo social integrado, sino una visión de carácter nacionalista. Por
supuesto aquí hay que ir mucho más allá del espectro tradicional de las fuerzas
de las izquierdas y particularmente la necesidad de hacer una gama muy amplia
de movimientos sociales en donde más allá de los partidos, hoy existe una
movilización social en temas muy puntuales […]. Los partidos abandonaron su
relación con los movimientos sociales y esos movimientos hoy tienen que
construir un espacio que les dé no organicidad en el sentido estricto de la palabra,
sino una articulación que les permita conformar una fuerza política que incida
no solamente en los temas político y electoral, sino de la definición de las
políticas públicas del país.
–Sin embargo, el ingeniero
Cárdenas habló de 2018. Dijo que de esta mayoría podrían salir candidaturas,
pero también habló que sin unidad, se trataba sólo de un desgaste. ¿A qué se
refiere exactamente?
–No habló de candidaturas,
habló de una mayoría que no va a tener neutralidad política. Va a tener una
definición política clara en el proyecto que estamos presentando. Y cuando
hablamos que es un movimiento sin jefes, sin jerarquías y sin candidatos,
también respetamos que en este movimiento pueda haber gente que milite o no en
partidos políticos; que apoye o no a determinando candidato o candidata; que
pueda participar como candidato o no de los partidos políticos, o como
candidato independiente. Aquí hay que crear un espacio donde todo el mundo
quepa, independientemente de su militancia o no en algún partido político, pero
que comparta una causa. Y por supuesto, en el momento de las definiciones de la
elección presidencial habrá además que incidir en la definición de un programa
de un proyecto político, pues en el voto en favor de quien pueda representar
mejor las causas que estamos planteando.
–Hablando de las elecciones
de 2018, el candidato puntero en las encuentras es Andrés Manuel…
–Así es.
–Es un candidato de izquierda que le va ganando al Partido Acción Nacional (PAN) y al Revolucionario Institucional (PRI) en las encuestas. Este movimiento, ¿va a sumar o va a restar en 2018 a Andrés Manuel?
–No es un movimiento en
contra de nadie y se trata de sumar. De sumar por una causa progresista y de
transformación. Por supuesto reconocemos que Andrés Manuel es el candidato
mejor posicionado de las izquierdas y seguramente así se mantendrá. Mucha de la
gente que participa en este movimiento, con toda seguridad se sumará a su
campaña o emitirá su voto en favor de Andrés Manuel; y espero, no solamente de
Morena, sino de un frente muy amplio de las izquierdas.
Hay que pensar en distintos
escenarios que se pueden presentar en el país. Los signos de la tentación
autoritaria están presentes desde la revisión que se está haciendo a la Ley de
Seguridad Interior […]. Esto va a obligar a que muchos movimientos se sumen
para enfrentar esa situación porque no está descartada, no solamente la
posibilidad de una guerra sucia como la vivimos en 2006, sino de las sumas de
los grupos de interés, de los poderes fácticos más en la lógica de impedir que
llegue una alternativa de izquierda, que de mantener algún partido determinado
en la Presidencia de la República.
–Hay varios puntos donde
confluyen el planteamiento que hace Andrés Manuel con el planteamiento que
traen ustedes. ¿Cuáles serían los puntos más importantes?
–Los planteamientos
programáticos, el debate ideológico que se ha dado tradicionalmente entre
izquierdas y derechas lo hemos ido construyendo juntos en las últimas décadas.
La lucha contra la corrupción, la desigualdad, la necesidad de un buen
Gobierno, el cambio de modelo económico, el tejer una serie de alianzas
sociales que permitan articular estas luchas; ir generando cambios en favor del
país y dejando atrás el modelo neoliberal, son puntos de coincidencia
fundamentales. Yo creo que son más las causas que nos unen, que las diferencias
que tenemos.
–¿Qué tan importante es la
unidad de toda la izquierda para 2018? Le pregunto esto porque están
renunciando más senadores al PRD y se comenta la probabilidad de que el PRD
pudiera hacer una alianza con el PAN en 2018. ¿Usted cómo ven esta situación?
–Yo no veo una alianza del
PRD y del PAN en el 2018. Es más, yo estimo que si hay un avance importante de
Andrés Manuel, Morena y un frente muy amplio de las izquierdas, la alianza que
puede darse es la natural entre el PRI y el PAN. Yo no lo descartaría y veremos
cómo se manifiesta esto en la elección del Estado de México. Por eso es muy
importante entender: que lo que va a definir las próximas elecciones, si se da
en el marco institucional y democrático, va a ser el voto de castigo contra el
Gobierno, que está en el peor momento de la historia. En segundo lugar el voto
libre […]; el tercer fenómeno será el de la movilidad del voto partidario,
tradicional, que ya se ha manifestado en muchos procesos electorales y que se
acrecentará en los próximos meses […]. Será necesario hacer entender que si
queremos un cambio tenemos que ir todos juntos y no seguir en un proceso de
fragmentación que solo ha permitido el reposicionamiento de la derecha en el
país.
–¿Y qué tan importante es
combatir el abstencionismo en 2018?
–El abstencionismo, el voto
nulo y la dispersión del voto por la fragmentación de las opciones de izquierda
son los grandes retos que así, como hay que ganar estos tres votos para la
definición de la elección, hay que evitar que el abstencionismo y el voto nulo
sean un factor que beneficie la permanencia del orden establecido. Hay una
actitud antisistémica, este voto antisistémico será muy importante. Pero será
importante que se exprese, no que se anule, que [no] se mantenga en el
abstencionismo, porque eso favorece justamente a que se mantenga el orden de las
cosas actuales.
***
Las elecciones para votar por
un nuevo Gobernador programadas para junio de este año en el Estado de México,
de acuerdo con varios analistas y politólogos, serán importantes para la
sucesión presidencial de 2018, por el poder que significa la entidad como uno
de los principales bastiones del PRI. El estado representa más de 11 millones
de votantes.
Las encuestas que se han
realizado hasta hoy plantean varios escenarios, y en todos están muy cerca los
precandidatos, de Morena, Delfina Gómez Álvarez, y del PRI, Alfredo del Mazo
Maza.
–Ahorita hablaba del Estado
de México, ¿qué tan importante es la elección que está en puerta en esa entidad
para 2018?
–Por primera vez, ahora sí el
Estado de México es un laboratorio político-electoral. Tradicionalmente se
utiliza ese referente, desde que yo tengo uso de la memoria, en los procesos
electorales. Desde 1981, que participamos por primera vez en una elección de
Gobernador, a la fecha en donde no necesariamente ha sucedido así. Ahí esta el
caso de la elección de 1999 donde gana Arturo Montiel [Rojas] la gubernatura,
pero pierde la Presidencia de la República en el año 2000. Pero ahora sí hay un
escenario de alternancia. Primero, por el enorme desprestigio del Gobierno
federal y la figura de Peña Nieto. Segundo, por el deterioro de la vida institucional
y la corrupción que existe en la entidad, los gravísimos problemas de
inseguridad y el hartazgo que existe en la gente, más ahora con un candidato
que representa a una dinastía aristocrática en el estado que es totalmente
ajena a los intereses de la mayoría de la población. Creo que hoy el escenario
de alternancia es real en el Estado de México y por supuesto sus definiciones
van a impactar en la elección presidencial.
–¿Usted ya descartó una
candidatura verdad?
–Sí, yo no voy a ir.
–¿Cuál fue su principal
motivo para esta decisión?
–El principal fue que estaba
yo de Diputado Constituyente, presidiendo la Asamblea [de la capital del país]
y dije que iba asumir puntualmente mi responsabilidad y que mi prioridad era
sacar la Constitución de la Ciudad de México, lo cual cumplí […]. En segundo
lugar, como yo lo he sostenido, solamente sería candidato de un aspecto muy
amplio de las izquierdas.
–Por último Senador, para
concluir con este tema del Estado de México, hay quienes dicen que hay un trato
entre el PAN y el PRI en esa entidad para apuntalar a Josefina Vázquez Mota,
¿usted observa esta alianza por debajo de la mesa?
–Bueno, puede ser un
escenario. Aún no lo veo en estos momentos. Esto dependerá de cómo evolucione
la campaña y el posicionamiento que tenga cada candidato. Todavía falta mucha
agua por correr debajo del puente. Está un proceso de operación política del
Gobierno federal y del Gobierno del estado ya en marcha desde hace meses en las
viejas prácticas de la compra del voto, la cooptación de los disidentes. Habrá
que ver cómo evoluciona cada una de las candidaturas, y por supuesto ya en
marzo que inicien las campañas se irán tomando ese tipo de definiciones. Pero
es un escenario que es viable, es posible que esto suceda.
(SIN EMBARGO.MX/ Shaila Rosagel/ febrero
18, 2017 - 12:05 am)
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