A pesar que aún cuenta con
una condena de 25 años de prisión en Estados Unidos y su regreso a al País
estaría fechado para finales de la próxima década, el narcotraficante mexicano
Benjamín Arellano Félix, líder del Cártel Arellano Félix (CAF), presentó una
demanda de amparo directo contra una sentencia condenatoria que le fue dictada
en México.
La promoción del juicio de
garantías por parte del equipo legal del capo en la ciudad de Toluca, ha
despertado la sospecha de que “El Min” estaría negociando un posible beneficio
con autoridades judiciales estadounidenses para recuperar su libertad antes de
lo previsto y tener resueltos sus problemas con la justicia mexicana.
El escrito por medio del que
Benjamín Arellano solicita el amparo y protección de la justicia federal fue
presentado a finales de 2016 y turnado ante el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito, con residencia en la capital del Estado de
México.
El fallo reclamado por el
mafioso es el dictado el 3 de septiembre de 2007 por el Juez Cuarto de Distrito
de Procesos Penales Federales en el Estado de México, cuando fue encontrado
penalmente responsable en la comisión de delitos contra la salud y asociación
delictuosa.
El Ministerio Público Federal
pudo probar que el entonces líder de la organización criminal Arellano Félix
habría introducido y extraído marihuana y cocaína del país, por lo que el
juzgador le impuso una sentencia condenatoria total de 22 años de prisión dentro
del proceso 28/97.
Inconforme con la resolución,
Benjamín Arellano Félix interpuso un recurso de apelación, pero en diciembre de
2007 el Cuarto Tribunal Unitario del Segundo Circuito decidió confirmar la
condena, en el toca penal 248/2007. Esa fue la segunda sentencia condenatoria
impuesta al narcotraficante de origen sinaloense.
La primera pena fue dictada
por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército que
le fue asegurada tras su detención el 9 de marzo de 2002 en la ciudad de
Puebla. Cinco años cuatro meses de prisión que fueron cumplidos durante su
encarcelamiento en México.
En mayo de 2007 inició el
procedimiento de extradición internacional de Benjamín para llevarle ante la
justicia norteamericana.
La orden de procedencia por
parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores fue emitida el 24 de junio de
2008. Arellano se defendió a través de amparo indirecto y finalmente agotó toda
instancia. Su entrega al extranjero se materializó el 29 de abril de 2011.
En 2012, tras llegar a un
arreglo, el narcotraficante fue condenado por un juez federal de San Diego,
California, a 25 años de cárcel. “El Min” se había declarado culpable meses
antes de los cargos de crimen organizado y lavado de dinero, por lo que además
fue sentenciado a pagar 100 millones de dólares, pero evitó purgar una cadena
perpetua.
En México, además de la
sentencia de 22 años de prisión, a Arellano Félix le quedan procesos penales
pendientes de resolución, como el 24/2000 del Juzgado Primero de Distrito de
Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México, por el aseguramiento
del barco “El Pámpano”, cargado con cocaína en 1999 en Oaxaca. Delincuencia
organizada y delitos contra la salud, son los cargos.
También sigue vigente una
orden de aprehensión -sin cumplimentar- por el homicidio del Cardenal Juan
Jesús Posadas Ocampo. El mandato de captura está en el Juzgado Segundo de lo
Criminal en la capital de Jalisco.
En la causa penal 333/1993 se
juzgan los homicidios del prelado y seis personas más en el Aeropuerto
Internacional de Guadalajara, asociación delictuosa y la tentativa de homicidio
del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. De acuerdo a los tiempos,
Benjamín Arellano Félix estaría compurgando los 25 años de prisión en
Norteamérica entre 2027 y 2032, si se toma en cuenta que estuvo preso desde
2002 en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, y sujeto al
procedimiento de extradición entre 2007 y 2011. Por ello, la determinación de
combatir la sentencia de 22 años de prisión en México parece fuera de contexto,
pues algunos abogados estiman que no debería preocuparle dicha situación, “a
menos que tenga pensado regresar al país antes de lo previsto, por algún
arreglo o beneficio con el gobierno estadounidense como ocurrió con Héctor ‘El
Güero’ Palma, que recibió su libertad anticipada por buen comportamiento”.
(RIODOCE/ ZETA/ 15 FEBRERO, 2017)
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