El huracán que fue la jornada
electoral del 5 de junio dejó una serie de efectos en la entidad y los cuales
ya están a la vista. Por el resultado obtenido, las consecuencias al interior
de los partidos y de la sociedad tendrán diversos impactos.
Dentro de los partidos se
están dando reacomodos entre sus diferentes corrientes, fuerzas y
personalidades. Socialmente, la oferta de estos está influida por la vendiera
elección presidencial el 2018.
En ese tenor la actividad del
gobierno de Claudia Pavlovich, ya está resintiendo la movida de tapete que
significaron los comicios. Si pensó que su jerga justiciera y la satanización
del anterior gobierno padrecista bastaban, la realidad le está demostrando lo
contrario.
Cómo le fue en la fiesta
electoral será el tamaño de la reacción que sacude las estructuras partidistas
y sus aliados externos, los grupos de presión y de interés, de que hablaba
Gaetano Mosca, en su libro “La Clase Política”.
Las sacudidas entre los
esténtores de un viejo sistema político que se niega a morir y de uno nuevo que
no acaba de nacer, mantienen en vilo a la democracia mexicana.
Todo lo anterior ya está a la
vista. Veamos:
LOS TEMBLORES TRICOLORES: LA FRASE CIFRADA DE
BELTRONES
La caída, con ayuda y todo,
de Manlio Fabio Beltrones, luego del resultado electoral adverso, dejó sumido
en el estupor tanto al gobierno de Claudia Pavlovich, como al PRI estatal,
presidido por Gilberto Gutiérrez Sánchez, un beltronista de hueso colorado.
Sería ingenuo pensar que su
salida del CEN tricolor no habría de provocar reacomodos entre las diversas
fuerzas y facciones políticas en la entidad.
Y la cosa no es para menos,
pues se prevé un reajuste a fondo en las delegaciones federales en la entidad,
a donde arribaron gentes identificadas con el del Villa Juárez, capitaneados
por el exprocurador con Manlio Wenceslao Cota Montoya, delegado de la Segob y
uno de sus cercanos amigos y con quien hicieron sus pininos en la procu el
extitular Abel Murrieta y el subprocurador Carlos Castillo Ortega.
Los cambios vendrán según de
color del futuro candidato presidencial priísta. El escogido por el dedo
presidencial de Peña Nieto, pues el PRI, a partir del 2012 volvió a ser el
partido de Estado, que era hasta 1997, cuando Zedillo impuso la sana distancia
entre el gobierno y su partido, impondrá su sello en la entidad y la
gobernadora perderá lo que le queda de capacidad de maniobra.
De ahí la frase cifrada retomada
de un discurso de Colosio de que el partido resiente lo que hace el gobierno y
que vertió en su renuncia Manlio, y que a muchos analistas hizo ver que va por
la libre por la candidatura presidencial, ya sin el yugo de presidir el
partido, ni estar dentro del gabinete, toda vez que el PRI funciona como una
secretaría de lecciones del gobierno. En cambio su advertencia sobre los
avances y peligros de la ultraderecha y la ultraizquierda, cayó en saco roto.
Nadie lo peló.
Las videoquejas y exabruptos
claudilleros en contra la procuradora Arely Gómez, a la usanza del destape de
Ernesto Zedillo, como candidato sustituto de Luis Donaldo Colosio encomendado a
Beltrones por Carlos Salinas en 1994, no debe de haber dejado contenta a la
jefa de la PGR, por la puesta en evidencia de no atender las denuncias
interpuestas contra Guillermo Padrés y los suyos; los movimientos al interior
del grupo de Ernesto “Borrego” Gándara, quemado por su aprobación del artículo
32 de la Ley 3 de 3 vetado por Enrique Peña Nieto y la reactivación del
boursismo del sur del estado y del Movimiento No al Novillo, son señales
propias de los reajustes esperados.
El dicho napoleónico de que
la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana, tiene plena aplicación
en el PRI.
Un PAN muy activo con la
victoria y con línea desde el CEN
El resultado electoral
benefició tanto al grupo de Damián Zepeda como al de Guillermo Padrés.
Al primero por su cercanía
con Ricardo Anaya y al segundo por haber explotado su fama de operador
electoral experto, de ahí la capacidad de exportar mapaches en apoyo de otras
causas blanquiazules, pues el exgobernador mismo metió mano en la elección de
Puebla en favor del candidato de Rafael Moreno Valle y su achichincle más
aventajado Francisco “Paco” Bueno Ayub, hizo de las suyas en Durango, en donde
se le buscó desactivar metiéndolo al bote por una bronca marital.
Como efecto de lo anterior,
el proceso abierto para nombrar nuevo presidente estatal, convirtió al partido
en un ring entre los grupos internos del PAN. Detrás de los tiradores a
sustituir a Leonardo Guillén se atrincheraron las TRIBUS AZULES EN SU APOYO.
Con David Galván, se la
juegan Anaya, Zepeda, el coordinador de los diputados locales Moisés Gómez
Reyna, el excandidato a gobernador Javier Gándara y su excoordinador de campaña
Gildardo Real, el alcalde de San Luis Río Colorado Enrique Reyna y otros
alcaldes panistas.
A Adrián Espinoza, le opera
la campaña el propio Memo Padrés, de ahí la inspiración y el aire que el
expresidente de la desaparecida organización mapachil Siglo XXI se carga. El
volantín está fuerte.
Y a Ernesto Munro, lo
acompañan cuadros panistas como David Figueroa, Pancho García y Enrique Torres.
El tufo padrecista que despide el extitular de la Profepa es su principal
negativo.
En Hermosillo, serán factores
los exalcaldes Alejandro López Caballero y Dolores del Río, desde Movimiento
Ciudadano, y ambos mantienen una clientela importante dentro de Acción
Nacional.
PRD: LA IZQUIERDA SIN RUMBO
Si la elección de 2015 validó
una caída drástica en las preferencias electorales del partido solaztequino y
lo quebró con la salida de Guadalupe Curiel, Juan Manuel Avila Félix y su gente
para formar el MAS (Movimiento Alternativa Sonorense), el cual no termina de
cuajar, cuando sus asambleas en Navojoa, Guaymas y otros municipios, no han
reunido los mínimos exigidos por la Ley electoral, la abrupta salida de su
dirigente máximo Agustín Basave, quien por ser ajeno a la corriente mayoritaria
dentro del partido, es decir Nueva Izquierda. Mejor conocida como los Chuchos
de Jesús Ortega y Jesús “El Tragabalas” Zambrano, no le afectó en su prolongada
debacle.
Su colaboracionismo con el
gobierno de Padrés y la posterior negativa de Los Chuchos desde el CEN
perredista a ir en alianza con el PAN en la elección del año pasado, lo tienen
al borde de su desaparición y en riego de perder su registro estatal como
sucedió en la pasada jornada electoral en lugares como Tamaulipas y Sinaloa.
MORENA:¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Morena, nadie duda que es un
partido unipersonal. Andrés Manuel López Obrador, luego de las amargas
experiencias de 2006 y 2012 lo formó para buscar la presidencia. Verdad o
mentira, la versión es propalada en los medios afines al oficialismo.
Que el Peje es populista y
mesiánico y que a veces se deschaveta, como aquella vez que cerró Paseo de la
Reforma en la Ciudad de México en protesta del fraude de 2006 y luego se asumió
presidente “legítimo”, cruzándose el pecho con una banda tricolor hechiza,
propia de alguna escena cómica de la película “La Ley de Herodes” de Luis
Estrada, poco lo dudan.
Pero, que ha sido un crítico
consistente del gobierno peñista y sus desatinos, es cierto y eso lo tiene de
puntero en la puja por la presidencia en 2018.
De que los buenos números en
la elección reciente, obtenidos sin alianzas, que lo colocaron como segunda
fuerza política en algunas entidades y como primera en la Ciudad de México, es
un logro importante a dos años de conformación del partido.
En Sonora Morena es un
partido casi testimonial, en 2015 obtuvo escasa votación. Las personalidades
más identificadas con la causa amlista no han sabido hacer despegar a la marca.
En 2015 la velocista Ana Gabriela Guevara apoyó sin recato a la candidata del
PRI Claudia Pavlovich y Alfonso Durazo, su dirigente estatal, más allá de una
que otra declaración espectacular como oposición, no ha conformado un discurso
atractivo para amplias capas sociales. Ni siquiera su declarada cercanía con la
CNTE, el movimiento social de moda, le ha servido para catapultar el malestar
ciudadano, hasta ahora orientado desde el gobierno claudillero en contra de
Padrés y su gente.
GUAYMAS A LA VISTA
En el puerto de puertos, el
impacto de estos reacomodos, también se hace presente. El PRI, fundado por
Plutarco Elías Calles, sufre una leve sacudida cuando una nueva generación de
priístas, sin experiencia, contactos, ni formación, pretenden sacarse de encima
a una casta de caciques que han manejado el partido a su antojo, llámense Marco
Antonio Llano o Antonio Astiazarán, uno operando desde siempre y el otro en
últimas fechas bajo su padrinazgo y en medio de ambos una pléyade de políticos
que no han sabido cuajar o ya en retiro: Miguel Salas Mariscal, metido en su
notaría, Marcos Llano jr., atendiendo los negocios familiares; Carlos Zaragoza
Décima, Enrique Rodríguez Pompa, Julio César Márquez, Otto Claussen, Enrique
Claussen, Walter De Cima, Manuel Ibarra Salgado, Luis Felipe “El Gato”
Bárcenas, Jesús Fajardo, etc.
Cabeza visible de esa amenaza
de abordaje, se ubica al coordinador de la fracción prísta en cabildo Rubén
Contreras Hermann, quien es coecheado por Víctor Marín y Pepe Ramírez, operan
desde las sombras para la diputada federal Susana Corella, alfil del exalcalde
Antonio Astiazarán para recuperar la alcaldía en 2018, ello debido a la cercanía
con su comadre Claudia Pavlovich.
El intento de echar fuera al director del
Instituto Municipal del Deporte Oscar Rodríguez Argüelles, fue parte de una
maniobra para evidenciar a Lorenzo De Cima. Porfirio Villa Brito, edil del MAS
de Guadalupe Curiel, ya es parte de esa conjura.
Más discreto, se maneja el
otro tirador a la candidatura a la alcaldía, el empresario transportista
Alfredo Suárez, quien en la pasada campaña manejó las finanzas en la región
para la actual gobernadora y tuvo mano en la colocación de dependencias estatales
en el municipio.
El PAN en cambio, no se ve en
su futuro un candidato que de la pelea, O no ha saltado a la palestra ningún
querendón por protección. Solo Manuel Villegas, muestra su ambición. El
problema del “Villeguitas” es su cercanía con el Pano Salido, coordinador de
los diputados locales del PRI y su alejamiento del partido en Guaymas.
Tal vez por eso como
acostumbra su instinto de la oportunidad lleva a cabo acercamientos con Morena
y por qué no ser su candidato a alcalde, ahora que el Peje viene con toda su
fuerza. Víctor Marín le opera a Villegas sus acercamientos con Morena. Qué
pensará Alfonso Durazo, esa es la pregunta.
Como se ve la caballada para
la próxima elección, no solo está flaca, sino a punto de la inanición.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/
COLUMNA “LA VIÑADEL SEÑOR” 26 Junio 2016 )
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