CIUDAD DE MÉXICO (apro).-
Alan Pulido, el delantero del Olympiacos de Grecia secuestrado el domingo
anterior, abandonó intempestivamente la entrevista con la conductora de
Televisa, Adela Micha, cuando intentaba preguntarle sobre su rapto en Ciudad
Victoria, Tamaulipas.
“Una disculpa a todos en
verdad. Espero entiendan mi sentir desde adentro lo que viví…”, se excusó
Pulido mientras se levantaba del asiento frente a la conductora.
“Sale”, responde apresurada
Adela, quien apenas tuvo ánimos para dirigirle una rápida mirada al futbolista.
“Espero después estar más
tranquilo y poder contar abiertamente todo”, insistió Alan.
-Órale –reviró la
presentadora ya sin voltearlo a ver, mientras manipula su celular.
Al tiempo, el hermano de
Alan, Armando Pulido, a quien se observa metros atrás cuando un técnico de la
televisora le coloca el auricular se acerca a la conductora del programa La
entrevista por Adela con la intención de ofrecer su testimonio de los hechos.
Sin embargo, en la charla con
la conductora de Televisa, Armando Pulido duda sobre la forma en que su hermano
logró escapar de sus secuestradores: “está muy difícil de creer, te lo digo
sinceramente: imposible”.
Luego, Armando contó:
“Hablamos un poco (con Alan) de lo que pasó: lo tenían amenazado con una
pistola, le dijeron que no volteara y que no dijera nada porque le iban a
soltar un balazo. Había dos (cuidándolo), vio un descuido. Creo que ya se había
liberado de tobillos y manos, se levanta de la cama, forcejearon y le quitó el
teléfono. El chavo cayó y le empezó a dar de patadas”.
(PROCESO/ LA REDACCIÓN /3 JUNIO, 2016)
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