FOTOS: Jorge
Dueñes / cortesia.- Elecciones oscuras
Inconsistencias, caídas de
sistemas, sellos rotos, ausencia de firmas, boletas perdidas, paquetes
electorales sin papeletas ni expedientes, votos nulos que se “convirtieron”
válidos a favor de algunos partidos, la
presencia del gobernador y su secretario de finanzas detrás de un cómputo
distrital, son solo una muestra de la suciedad con la que el PAN en Tijuana se
declara “triunfador” y parte de los argumentos para solicitar que las
elecciones se repitan y que a los consejeros estatales se les revoque.
Los partidos políticos
opositores y sus candidatos en Tijuana (excepto los independientes, Morena y
Movimiento Ciudadano) han levantado la mano para exigir una segunda vuelta ante
la desaseada jornada electoral, un cómputo y recuento de votos muy dudoso e
interrumpido, máxime que la diferencia entre el presunto ganador y el segundo
lugar es de 1.19 por ciento.
A la petición, el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), igualmente señalado por trampas políticas
durante la jornada electoral, se ha sumado por su lado al mismo fin.
Pero no solo los partidos
preparan sus cuerpos jurídicos para una posible impugnación que deje sin
validez los resultados a munícipe.
De hecho, el Instituto
Nacional Electoral (INE) desde el miércoles por la noche ha citado su personal,
como secretarias, supervisores, capacitadores, técnicos y capturistas para
hacerles un ofrecimiento de alargar su contrato (que finaliza, algunos el
pasado 16 y otros el próximo 30 de junio) para unas elecciones extraordinarias.
Es decir, en el INE de manera
extraoficial se preparan ante el escenario de una segunda vuelta.
Esto ocurrió en el Distrito 8
federal donde han preferido no dejar ir a sus mejores empleados a conseguir
nuevos trabajos por el desenlace de la demanda de impugnación.
Testimonios recogidos por
ZETA, algunos por funcionarios electorales que accedieron contar su experiencia
y las irregularidades desde sus funciones, otros por el mismo equipo de ZOOM
POLÍTICO que visitó los 7 distritos electorales que contempla la Ciudad.
En cada uno, la pulcritud con
que el Consejo General del Instituto Estatal Electoral ha referido su proceso
no se ve.
Golpes, enfrentamientos,
imposibilidad de mantener lo ininterrumpido del cómputo, bodegas violadas fuera
de sesión, paquetes inflados, falta de cotejo entre votos emitidos y sobrantes,
votos válidos sin presentar el doble típico de una boleta que fue introducido a
una urna, entre otras, visibles irregularidades.
Sin contar la falta a uno de
los principios de la Ley Electoral de máxima publicidad, pues, las trasmisiones
en vivo eran interrumpidas a petición de “emisor” y en otros casos se prohibió
a la prensa (en el caso del 16 que preside Gonzalo Manríquez) estar presente ni
tomar fotografías en las mesas de trabajo públicas del cómputo distrital.
El único partido que
desestima la impugnación es el de Acción Nacional, pese que fue el primero en
salir el 5 de junio acusando de irregularidades graves y por parte del PRI,
como compra de votos, acarreo, mala organización en la integración de casillas
y acusando –con anterioridad– una autoridad electoral “timorata” para favorecer
al tricolor.
Varios distritos sitiados por
policías
Pero ese escenario cambió desde la madrugada del 6 de junio que los
resultados preliminares le favorecieron al blanquiazul. Las quejas contra la
autoridad y contra una elección sucia, cesaron.
El recuento de votos, desde
adentro Votos perdidos, expedientes de casilla desaparecidos, ocultamiento de
la captura de resultados a los partidos políticos, desorganización de los
consejeros electorales y la constante aparición de paquetes sin sellar, son solo
algunas de las irregularidades que caracterizaron el proceso electoral local de
2016, particularmente la de Presidente Municipal de Tijuana, que coloca como
virtual ganador al panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
Funcionarios electorales
relataron a ZETA, por separado la serie de anomalías durante los cómputos
distritales, como que frecuentemente la cantidad de votos que contenía
determinado paquete electoral no coincidía con las cifras escritas en el acta
que los funcionarios de casilla llenaron el día de la jornada; en algunos
casos, la diferencia era de hasta cien boletas menos.
Piensan que eso, multiplicado
por los 788 paquetes electorales que tuvo únicamente el distrito 13, podría
hacer mucha diferencia o beneficiar algún partido o candidato, o cuando menos,
desaparecer la certeza jurídica que provee la aritmética.
Según un empleado del
organismo electoral que trabajó durante días en el reconteo, los hechos fueron
puntualmente reportados al Instituto Estatal Electoral (IEE), sin embargo, los
partidos no recibieron acuses de recibido de las actas de protesta que
entregaron, por lo que fácilmente la autoridad puede deslindarse de cualquier
señalamiento:
Consejero presidente en la
charla con el representantedel PRI Andres Garcia
“Me tocó abrir un paquete al
que le faltaban noventa y nueve de acuerdo a lo que estaba puesto en el acta de
la jornada”, anotó uno de ellos.
Otro de los testigos narró a
ZOOM POLÍTICO que, debido a posibles errores en el sellado de las boletas
electorales, la autoridad dota de una reserva adicional al IEE; luego mostraron
a este semanario una boleta electoral encontrada entre la basura de uno de los
Consejos Distritales, que había sido inutilizada –marcada con dos líneas
diagonales– por parte del personal electoral, y no por los funcionarios de
casilla el día de la elección, como marca la Ley.
En poder de ZETA hay
fotografías de boletas electorales con votos válidos pero sin el doblez,
intactas como si jamás hubieran sido introducidas a la urna.
Los empleados explicaron que
el modus operandi de un posible fraude electoral, consiste en que los propios
consejeros del IEE o representantes de partidos utilicen las boletas de reserva
y las sobrantes no inutilizadas por los funcionarios de casillas, para
embarazar los paquetes con votos a favor de algún partido político, o bien,
transformarlos en nulos de una forma que, en la revisión, pudieran ser
agregados a la cuenta de los contendientes.
El uso de las “resmas ilegales” de boletas se
comprobó cuando quedó de manifiesto la presencia boletas en blanco al interior
de los paquetes electorales, sin haber sido dobladas, por lo que queda
descartado que hayan sido colocadas legalmente en una urna:
“Fue tan evidente las
diferentes trampas que yo pude darme cuenta”, dijo uno de los entrevistados,
arguyendo que al intentar embarazar los paquetes, alguna boleta en blanco se
coló y fue descubierta al abrir los sobres con los votos, lo que fue reportado
por representantes de partido, a quienes no les fue entregado comprobante de
haber presentado queja alguna.
Las fuentes de ZETA
refirieron que esa estrategia fue utilizada por la Coalición encabezada por el
Partido Revolucionario Institucional (PRI), que aprovechó cualquier distracción
de los representantes de otros partidos políticos para hacerse de votos
evidentemente nulos:
“En el turno de la madrugada
era donde más irregularidades había”, comentó, y remató que en varias
ocasiones, el cansancio de los consejeros electorales, que “no tenían absoluto
control de nada, eran personas desveladas, eran personas sin dormir”, permitía
que tanto tricolores como blanquiazules tomaran el mando de la sesión de
cómputo, adjudicándose votos nulos fuera de toda lógica, como quedó evidenciado
en videos donde aparecían las boletas tachadas de extremo a extremo y siendo cuantificadas
para la alianza del PRI y para el PANAL.
Votos perdidos y expedientes
desaparecidos
Denunciaron que en algunos consejos distritales, los expedientes
de casilla, conformados por las diversas actas que se llenaron a lo largo del 5
de junio, eran separados de los votos y puestos en sobres manilas o en cajas:
“En ningún momento debes de separar los
expedientes:
las actas y los votos del
paquete electoral; y los estaban separando”, apuntó uno de los testigos.
Sobre la captura de
resultados, los empleados señalaron las constantes fallas del sistema digital,
así como la falta de capacitación de los trabajadores del IEE para usarlo, lo
que incentivó errores al capturar:
“Varios compañeros se
equivocaron al capturar las actas, no nos explicaron bien el sistema y hubo
compañeros que se equivocaron en el momento de meter la casilla; y cuando metes
una casilla dentro del mismo sistema te impide volverla a capturar”, contó uno
de ellos; inclusive, la presidenta de uno de los Consejos Distritales declaró
que se tuvo que detener las sesión –que debe ser permanente– cuando las
imprecisiones fueron insostenibles. En la apertura de los paquetes, también se
encontraron varias inconsistencias:
“Como el 70 u 80 por ciento
de los paquetes venían sin sellar, venían sin sellar las boletas, habían
desaparecido de dos a tres boletas, habían desaparecido resmas de boletas
sobrantes. Del 80 al 90 por ciento estaban corruptos, o los sobres (donde van
los votos) habían sido violados”, lo que revoca la certeza jurídica de todo el
procedimiento aunque sea por omisión o complicidad de los funcionarios.
Los conflictos entre el IEE y el Instituto
Nacional Electoral (INE), derivaron en desorden y confusiones:
“Los primeros días hubo
desorganización, el IEE y el INE están peleados, el IEE no quiere desaparecer y
el INE quiere que el IEE desaparezca.
Entonces, todos los
consejeros están defendiendo su trabajo y todos los vocales (del INE) están
pisoteando a los consejeros, poniéndoles trabas para que todo salga de la
manera más incorrecta posible”, dijeron.
Añadieron que: “cualquier
persona que estuvo dentro del proceso te va a decir que fue una porquería.
Todos lo dicen: es un asco”.
(SEMANARIO ZETA/ Zoom Político/ Isaí Lara Bermúdez y Daniel Gastélum / Lunes,
20 junio, 2016 12:10 PM)
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