miércoles, 22 de junio de 2016

EL FRAUDE QUE TODOS VIERON MENOS LA AUTORIDAD


FOTOS: Jorge Dueñes / cortesia.- Elecciones oscuras

Inconsistencias, caídas de sistemas, sellos rotos, ausencia de firmas, boletas perdidas, paquetes electorales sin papeletas ni expedientes, votos nulos que se “convirtieron” válidos  a favor de algunos partidos, la presencia del gobernador y su secretario de finanzas detrás de un cómputo distrital, son solo una muestra de la suciedad con la que el PAN en Tijuana se declara “triunfador” y parte de los argumentos para solicitar que las elecciones se repitan y que a los consejeros estatales se les revoque.    

Los partidos políticos opositores y sus candidatos en Tijuana (excepto los independientes, Morena y Movimiento Ciudadano) han levantado la mano para exigir una segunda vuelta ante la desaseada jornada electoral, un cómputo y recuento de votos muy dudoso e interrumpido, máxime que la diferencia entre el presunto ganador y el segundo lugar es de 1.19 por ciento.

A la petición, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), igualmente señalado por trampas políticas durante la jornada electoral, se ha sumado por su lado al mismo fin.

Pero no solo los partidos preparan sus cuerpos jurídicos para una posible impugnación que deje sin validez los resultados a munícipe.

De hecho, el Instituto Nacional Electoral (INE) desde el miércoles por la noche ha citado su personal, como secretarias, supervisores, capacitadores, técnicos y capturistas para hacerles un ofrecimiento de alargar su contrato (que finaliza, algunos el pasado 16 y otros el próximo 30 de junio) para unas elecciones extraordinarias.

Es decir, en el INE de manera extraoficial se preparan ante el escenario de una segunda vuelta.

Esto ocurrió en el Distrito 8 federal donde han preferido no dejar ir a sus mejores empleados a conseguir nuevos trabajos por el desenlace de la demanda de impugnación.

Testimonios recogidos por ZETA, algunos por funcionarios electorales que accedieron contar su experiencia y las irregularidades desde sus funciones, otros por el mismo equipo de ZOOM POLÍTICO que visitó los 7 distritos electorales que contempla la Ciudad.

En cada uno, la pulcritud con que el Consejo General del Instituto Estatal Electoral ha referido su proceso no se ve.

Golpes, enfrentamientos, imposibilidad de mantener lo ininterrumpido del cómputo, bodegas violadas fuera de sesión, paquetes inflados, falta de cotejo entre votos emitidos y sobrantes, votos válidos sin presentar el doble típico de una boleta que fue introducido a una urna, entre otras, visibles irregularidades.

Sin contar la falta a uno de los principios de la Ley Electoral de máxima publicidad, pues, las trasmisiones en vivo eran interrumpidas a petición de “emisor” y en otros casos se prohibió a la prensa (en el caso del 16 que preside Gonzalo Manríquez) estar presente ni tomar fotografías en las mesas de trabajo públicas del cómputo distrital.

El único partido que desestima la impugnación es el de Acción Nacional, pese que fue el primero en salir el 5 de junio acusando de irregularidades graves y por parte del PRI, como compra de votos, acarreo, mala organización en la integración de casillas y acusando –con anterioridad– una autoridad electoral “timorata” para favorecer al tricolor.


Varios distritos sitiados por policías 

Pero ese escenario cambió desde la madrugada del 6 de junio que los resultados preliminares le favorecieron al blanquiazul. Las quejas contra la autoridad y contra una elección sucia, cesaron.

El recuento de votos, desde adentro Votos perdidos, expedientes de casilla desaparecidos, ocultamiento de la captura de resultados a los partidos políticos, desorganización de los consejeros electorales y la constante aparición de paquetes sin sellar, son solo algunas de las irregularidades que caracterizaron el proceso electoral local de 2016, particularmente la de Presidente Municipal de Tijuana, que coloca como virtual ganador al panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro.

Funcionarios electorales relataron a ZETA, por separado la serie de anomalías durante los cómputos distritales, como que frecuentemente la cantidad de votos que contenía determinado paquete electoral no coincidía con las cifras escritas en el acta que los funcionarios de casilla llenaron el día de la jornada; en algunos casos, la diferencia era de hasta cien boletas menos.

Piensan que eso, multiplicado por los 788 paquetes electorales que tuvo únicamente el distrito 13, podría hacer mucha diferencia o beneficiar algún partido o candidato, o cuando menos, desaparecer la certeza jurídica que provee la aritmética.

Según un empleado del organismo electoral que trabajó durante días en el reconteo, los hechos fueron puntualmente reportados al Instituto Estatal Electoral (IEE), sin embargo, los partidos no recibieron acuses de recibido de las actas de protesta que entregaron, por lo que fácilmente la autoridad puede deslindarse de cualquier señalamiento:



Consejero presidente en la charla con el representantedel PRI Andres Garcia 

“Me tocó abrir un paquete al que le faltaban noventa y nueve de acuerdo a lo que estaba puesto en el acta de la jornada”, anotó uno de ellos.

Otro de los testigos narró a ZOOM POLÍTICO que, debido a posibles errores en el sellado de las boletas electorales, la autoridad dota de una reserva adicional al IEE; luego mostraron a este semanario una boleta electoral encontrada entre la basura de uno de los Consejos Distritales, que había sido inutilizada –marcada con dos líneas diagonales– por parte del personal electoral, y no por los funcionarios de casilla el día de la elección, como marca la Ley.

En poder de ZETA hay fotografías de boletas electorales con votos válidos pero sin el doblez, intactas como si jamás hubieran sido introducidas a la urna.

Los empleados explicaron que el modus operandi de un posible fraude electoral, consiste en que los propios consejeros del IEE o representantes de partidos utilicen las boletas de reserva y las sobrantes no inutilizadas por los funcionarios de casillas, para embarazar los paquetes con votos a favor de algún partido político, o bien, transformarlos en nulos de una forma que, en la revisión, pudieran ser agregados a la cuenta de los contendientes.

 El uso de las “resmas ilegales” de boletas se comprobó cuando quedó de manifiesto la presencia boletas en blanco al interior de los paquetes electorales, sin haber sido dobladas, por lo que queda descartado que hayan sido colocadas legalmente en una urna:

“Fue tan evidente las diferentes trampas que yo pude darme cuenta”, dijo uno de los entrevistados, arguyendo que al intentar embarazar los paquetes, alguna boleta en blanco se coló y fue descubierta al abrir los sobres con los votos, lo que fue reportado por representantes de partido, a quienes no les fue entregado comprobante de haber presentado queja alguna.

Las fuentes de ZETA refirieron que esa estrategia fue utilizada por la Coalición encabezada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que aprovechó cualquier distracción de los representantes de otros partidos políticos para hacerse de votos evidentemente nulos:

“En el turno de la madrugada era donde más irregularidades había”, comentó, y remató que en varias ocasiones, el cansancio de los consejeros electorales, que “no tenían absoluto control de nada, eran personas desveladas, eran personas sin dormir”, permitía que tanto tricolores como blanquiazules tomaran el mando de la sesión de cómputo, adjudicándose votos nulos fuera de toda lógica, como quedó evidenciado en videos donde aparecían las boletas tachadas de extremo a extremo y siendo cuantificadas para la alianza del PRI y para el PANAL.


Votos perdidos y expedientes desaparecidos 

Denunciaron que en algunos consejos distritales, los expedientes de casilla, conformados por las diversas actas que se llenaron a lo largo del 5 de junio, eran separados de los votos y puestos en sobres manilas o en cajas:

 “En ningún momento debes de separar los expedientes:

las actas y los votos del paquete electoral; y los estaban separando”, apuntó uno de los testigos.

Sobre la captura de resultados, los empleados señalaron las constantes fallas del sistema digital, así como la falta de capacitación de los trabajadores del IEE para usarlo, lo que incentivó errores al capturar:

“Varios compañeros se equivocaron al capturar las actas, no nos explicaron bien el sistema y hubo compañeros que se equivocaron en el momento de meter la casilla; y cuando metes una casilla dentro del mismo sistema te impide volverla a capturar”, contó uno de ellos; inclusive, la presidenta de uno de los Consejos Distritales declaró que se tuvo que detener las sesión –que debe ser permanente– cuando las imprecisiones fueron insostenibles. En la apertura de los paquetes, también se encontraron varias inconsistencias:

“Como el 70 u 80 por ciento de los paquetes venían sin sellar, venían sin sellar las boletas, habían desaparecido de dos a tres boletas, habían desaparecido resmas de boletas sobrantes. Del 80 al 90 por ciento estaban corruptos, o los sobres (donde van los votos) habían sido violados”, lo que revoca la certeza jurídica de todo el procedimiento aunque sea por omisión o complicidad de los funcionarios.

 Los conflictos entre el IEE y el Instituto Nacional Electoral (INE), derivaron en desorden y confusiones:

“Los primeros días hubo desorganización, el IEE y el INE están peleados, el IEE no quiere desaparecer y el INE quiere que el IEE desaparezca.

Entonces, todos los consejeros están defendiendo su trabajo y todos los vocales (del INE) están pisoteando a los consejeros, poniéndoles trabas para que todo salga de la manera más incorrecta posible”, dijeron.

Añadieron que: “cualquier persona que estuvo dentro del proceso te va a decir que fue una porquería. Todos lo dicen: es un asco”.


(SEMANARIO ZETA/ Zoom Político/  Isaí Lara Bermúdez y Daniel Gastélum / Lunes, 20 junio, 2016 12:10 PM)

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