El subcomisario Fernando Domínguez
Jaramillo, a quien el gobierno nuevoleonés quiere responsabilizar por los
asesinatos del miércoles 10 en el Penal de Topo Chico, dice que informó a
tiempo de la situación al secretario de Seguridad Pública del Estado, general
Cuauhtémoc Antúnez. En entrevista relata que, junto con él mismo y la directora
del penal, el militar vio en los monitores de la prisión cómo avanzaba la
confrontación de internos. Pero de ellos tres, Antúnez era el único con
autoridad para ordenar la entrada de una fuerza policiaca mayor o pedir ayuda…
No lo hizo.
MONTERREY, NL (Proceso).- El
subcomisario de Administración Penitenciaria de Nuevo León, Jesús Fernando
Domínguez Jaramillo, como parte de su defensa señala que el secretario de
Seguridad Pública del Estado (SPE), general Cuauhtémoc Antúnez Pérez, estaba
presente en el Penal de Topo Chico durante la riña que cobró la vida de 49
internos y sin embargo no ordenó el despliegue de una fuerza policiaca para
controlar la violencia.
“El general Antúnez vio todo
y no actuó. Estaba ahí, y yo con él, viendo los monitores en el momento en que
todo ocurría”, dice el exfuncionario, entrevistado en los locutorios de la
cárcel de la Policía Regiomontana, en el Parque Alamey, mientras espera que se
resuelva su situación jurídica.
Acusado de homicidio
calificado y abuso de autoridad por la masacre del miércoles 10, Domínguez
Jaramillo exhibe un mensaje de Whatsapp, en el cual alertó oportunamente a
Antúnez Pérez del incidente.
El procurador estatal,
Roberto Flores Treviño, anunció el viernes 12 que tres trabajadores del sistema
penitenciario estatal fueron detenidos por la misma razón. Al día siguiente se
aclaró que se trataba de Domínguez Jaramillo y la directora de Topo Chico,
Gregoria Salazar Robles, así como el celador José Reyes Hernández Aguilar,
quien durante la riña mató a un interno de un balazo en la espalda.
El miércoles 17 se anunció
que también estaba detenido el subdirector de la penitenciaría, Arturo Bernal
González.
En la versión del
subcomisario Domínguez Jaramillo, cuando se suscitó la violencia había
únicamente tres guardias en los patios del penal: “Había sólo tres guardias en
el turno. ¿Qué pueden hacer contra muchos? Lo que hicieron fue parapetarse para
salvarse”.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2051, ya en circulación.
(PROCESO/ LUCIANO CAMPOS GARZA/ 20 FEBRERO, 2016)
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