MALOVA.
Reglas incumplidas y censura de información.
El gobierno estatal realizó
obras que no se planearon y presupuestaron, sin licitar y sin sustentos
técnicos para la contratación
La obra pública que se
construye en Sinaloa pareciera un oscuro laberinto al que no cualquiera puede
acceder y una vez que se llega a ella, entenderla es aún más complejo.
Así lo retrata el primer
ejercicio ciudadano en Sinaloa para acercarse a los cómo y por qué de la obra
pública.
El Índice de Obra Pública
Abierta #iOPA les llevó un año a los integrantes del Centro Ciudadano de
Investigación “Iniciativa Sinaloa”, con resultados que reflejan una alta
posibilidad de actos de corrupción del gobierno estatal.
Treinta y cinco obras
ejecutadas en Culiacán, contratadas por la Secretaría de Desarrollo Urbano y
Obras Públicas de Gobierno de Sinaloa (SDUOP), durante 2014, fueron el objeto
de estudio de la organización civil que enmarcó su investigación en la Alianza para
el Gobierno Abierto, un acuerdo que persigue los objetivos del gobierno
centrado en la ciudadanía, presupuesto abierto y participativo, datos abiertos
para el desarrollo, empoderamiento y participación ciudadana.
“Cuando la obra pública es
vista como negocio privado, los gobiernos atentan contra todos nosotros. Abrir
la obra pública al escrutinio de todos los miembros de su comunidad es asegurar
que sus beneficios se transformen en empleos, ingresos, espacios públicos y
mayor calidad de vida para todos”, destaca Eduardo Bohórquez, director General
de Transparencia Mexicana, en el prólogo del índice.
OBRAS, “A OJO DE BUEN CUBERO”.
En contra de sus propias
reglas, la SDUOP ejecutó obras que no se planearon y presupuestaron desde un
año antes, como lo establece el Sistema Integral de Planeación, Programación y
Presupuesto. Tampoco se encontraron los sustentos técnicos jurídicos para la
contratación de la obra, uno de los requisitos básicos que exige la Ley de
Obras Públicas del Gobierno de Sinaloa.
Así también, a la hora de
contratar, la SDUOP se brinca la ley y omite las licitaciones públicas.
Las 35 obras, cuyo monto fue
de 302 millones 243 mil 980 pesos, fueron solicitadas por la Unidad de
Inversiones de la Secretaría de Administración y Finanzas (SAyF), el
Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, el DIF Sinaloa
y dos dependencias desconocidas en donde se enlistan nueve obras.
El Secretariado Ejecutivo del
Sistema Estatal de Seguridad Pública fue quien gestionó más obras, en total 12,
pero fue la Unidad de Inversiones de la SAyF la que se llevó el 84 por ciento
del presupuesto destinado a las 35 obras.
En el análisis de las obras
del Secretariado Ejecutivo se encontró que las 12 obras fueron asignadas
directamente, omitiendo la licitación pública en cuatro en las que sí procedía
y la invitación a cuando menos tres proveedores en cinco obras que así lo
requerían.
Los convenios de ampliación
es otra de las prácticas favoritas del gobierno estatal. Por ejemplo, en el
Suministro e Instalación de Equipos Eléctricos en el Subcentro Estatal de
Evaluación y Control de Confianza, se otorgó un convenio de ampliación que
rebasa cuatro veces los días permitidos por la Ley de Obras Públicas.
Esta misma práctica se repite
constantemente en la relación de obras de la Unidad de Inversiones, por
ejemplo, en la construcción del bulevar Miguel Tamayo, para el cual se
otorgaron dos convenios de ampliación que exceden en un 97 por ciento los días
permitidos por ley. Incluso, con un año de retraso, la obra sigue sin
concluirse.
Las 35 obras analizadas en el
#iOPA forman parte de las obras enlistadas en el Plan Anual de Obra Pública
2014. Sin embargo, se detalla que hay cuatro obras que no aparecen en el plan
pero se incluyen en la relación de contratos que se difunden en portal de
transparencia de la SDUOP y una más que se encontró en una relación de
contratos del primer trimestre de 2014, pero que desaparece en la relación
final del año.
El #iOPA destaca en este
aspecto la falta de confianza hacia la información difundida por el Gobierno de
Sinaloa. Por ejemplo, al comparar el total de obras enlistadas en el Plan Anual
de Obra Pública y lo reportado en el portal Transparenciasinaloa.gob.mx, se
detecta una diferencia de 412 millones 915 mil pesos.
UN LABERINTO DE OPACIDAD
Más allá de cómo se
desarrolla la obra, el #iOPA demuestra la opacidad en la información que por
ley debiera ser pública y de fácil acceso para el ciudadano.
El índice crea tres
subíndices que otorgarán una calificación al gobierno de Sinaloa por la forma
en cómo muestra la información de la obra pública, desde que comienza el
proceso hasta que concluye. Al final de la revisión, el #iOPA generó una
calificación de “muy insatisfactorio”.
El primer subíndice revisó la
información mínima de oficio, es decir toda aquella documentación de obra
pública que las entidades están obligadas por ley a difundir en sus portales de
internet sin que el ciudadano tenga que solicitarlos de forma oficial. Su
calificación fue “muy insatisfactoria”.
El #iOPA también analizó el
principio de máxima publicidad, este se relaciona con la accesibilidad del
ciudadano a la información que requiere a través de solicitudes vía Infomex
Sinaloa. En este subíndice, al gobierno de Sinaloa se le requirieron los
contratos de obra pública del 1 de enero al 31 de diciembre de 2014 y sólo
cumplió en un 11 por ciento de los casos.
“Compranet Proactivo” es el
tercer subíndice que se incluye en el estudio y surge a partir de que el
gobierno de Sinaloa responde a través de una solicitud vía Infomex que los
contratos se encuentran publicados en la plataforma federal Compranet. Sin
embargo, al revisar la plataforma se detectó que un 63 por ciento de los expedientes
no se encuentran en Compranet.
*El #iOPA está disponible para su
consulta en http://www.iniciativasinaloa.org.mx/
(RIODOCE/ MIRIAM RAMÍREZ/ 14 febrero, 2016)
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