Desde la palestra ciudadana, la
licenciada en Mercadotecnia y sus compañeros del observatorio ciudadano Cómo
Vamos La Paz han luchado en diversos frentes por tener una mejor ciudad, menos
contaminada, un gobierno menos impune. Y en el camino, hasta la seguridad se ha
convertido en tema para estos activistas que trabajan por una ciudad
sustentable y reclaman su participación en la toma decisiones de los gobiernos
La Paz, Baja California Sur.
Lucía Fraustro empezó interesada en la mitigación de los efectos negativos del
cambio climático y el manejo de la basura, sabedora que la única forma de
combatir una problemática de estas dimensiones, es con propuestas integrales.
El manejo del agua, la energía, la movilidad y la participación ciudadana en
los planteamientos de solución, también se convirtieron en sus temas.
Estos intereses, así como su
postura combativa y propositiva, la llevaron a convertirse en promotora de la
transparencia y rendición de cuentas gubernamental de “cómo nosotros como
ciudadanos, debemos tomar conciencia hacia dónde van nuestros impuestos o en
qué se gastan y cómo podemos generar políticas públicas para que el recurso se
apliquen en lo que realmente está ocupando nuestra población”.
Apoyada por un grupo
combativo de sudcalifornianos, Fraustro Guerrero ha podido llevar adelante su
trabajo presidiendo el observatorio ciudadano llamado Cómo Vamos La Paz, que tiene como corazón de su misión el Plan
Integral de Movilidad Urbana de la ciudad en que residen.
Este observatorio ciudadano
recibió recientemente el galardón Momentum for Change (Momento del Cambio) en París, Francia, en el
marco de la conferencia internacional sobre el cambio climático en el
COP21-CMP11.
“Fue un momento muy emotivo,
el reconocimiento fue para La Paz y el trabajo ciudadano, y yo fui en su
representación” señaló la activista.
Este reconocimiento al
trabajo de los sudcalifornianos, fue resultado de un programa que inició en la
Organización de Naciones Unidas (ONU) en Copenhague, donde el propósito era
identificar e ir evaluando proyectos y trabajos sobre el cambio climático que
realizan los ciudadanos que toman conciencia y hacen algo para mitigar el
cambio climático.
“Hay proyectos que son
realmente sencillos, como el nuestro, pero que detonan un gran cambio, sobre
todo parte del trabajo del observatorio ciudadano, y de este tipo de proyectos,
es la conciencia que puedes generar sobre los habitantes de un lugar, y ver qué
somos, cómo vivimos, qué es el cambio climático, qué significa la mitigación
del cambio climático, y cómo todos nuestros hábitos diarios tienen que ver con
este deterioro del planeta.
“La ONU diseña este programa,
y nosotros salimos en la lista de uno de los tres finalistas sobre el trabajo
transversal porque tenemos un sistema o toda una metodología donde manejamos
todos los temas que tienen que ver con nuestra ciudad”.
Ejemplifica: “Si hablamos de
calidad del aire, tiene que ver cómo nos movemos, cuántos vehículos tenemos en
la ciudad, de qué años, qué tipo de combustible quemamos, qué tipo de energía
eléctrica usamos, qué tamaño es nuestra ciudad y qué distancia o trayecto
recorremos diariamente, entonces, cada uno de los temas tiene que ver con
absolutamente todo, y el observatorio ciudadano maneja programas integrales.
“Fuimos dentro de las 55
ciudades que están dentro del programa de la iniciativa del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), La Paz y Xalapa, dos ciudades mexicanas
fuimos de las que mejores resultados tenían dentro del aplicación de la
metodología ante la ciudadanía”.
Lucía Fraustro habló con ZETA
del motor que mueve el proyecto que encabeza,
la lucha contra la contaminación en La Paz: “Nuestra ciudad la hemos
estado monitoreando con sistemas de última tecnología y hay horas donde la
contaminación está más arriba que ciudades como New York, por citar un ejemplo.
“Por la cantidad de vehículos
que transitan por nuestra ciudad, somos la ciudad más motorizada del país,
tenemos más automóviles que personas en la ciudad, y la mayor parte de estos
automóviles, son vehículos de modelos viejos o antiguos, y tenemos la costumbre
de quitar el catalizador de los vehículos y esto es gravísimo, porque
erróneamente se tiene la creencia que es más eficiente el vehículo, y no es
así”.
Al referirse a los efectos,
citó como ejemplo la zona de la preparatoria “José María Morelos y Pavón” en La
Paz, donde justamente se encuentra el Instituto Sudcaliforniano del Deporte, y
según el monitoreo, circulan 40 mil vehículos al día.
“Entonces la gente que hace
deporte en esa zona, está respirando un aire terrible a ciertas horas, y
desgraciadamente, nuestro malecón también registra claramente en la mañana,
cuando empezamos a transitar como vía rápida de la ciudad o durante los fines
de semana, está altamente contaminado”.
Luego se refirió a PEMEX:
“También la producción de energía, y debemos decirlo, es generada por un combustóleo
de la peor calidad, es el desecho de PEMEX y desgraciadamente es lo que se está
usando aquí para generar nuestra energía eléctrica. En esa área, tenemos cinco
chimeneas funcionando, y una de las cinco tiene precipitador, lo que es un
filtro, y este filtro recoge 30 toneladas de cenizas tóxicas al mes, y es solo
de una chimenea; las otras cuatro no tienen filtro, y se va directo al medio
ambiente.
“Nosotros vemos la pluma que
es esta mancha de contaminación, y vemos que sale de un lado y amanece en el
otro, prácticamente depende del viento, y desafortunadamente aquí la dirección
del viento cambia cada dos horas y media, y eso hace muy difícil el monitoreo
de esta pluma. El peligro de esto es que las partículas que se desechan son
altamente tóxicas, hemos detectado algunas como vanadio, una de las partículas
que nos hacen mucho más propensos al cáncer. No podemos asegurar que los altos
índices de cáncer sean por la producción de energía, pero sí es un hecho, de
que sí tuvieran filtros todas estas chimeneas (de PEMEX) estuviéramos mucho más
tranquilos, descansar mejor y tener menos alergias y enfermedades
respiratorias”.
De los errores de planeación
y diseño de una ciudad como La Paz cuya
huella urbana -superficie- creció cinco veces,
mientras la población solo dos veces, también comentó:
“Cuando una ciudad está bien
diseñada, puedes llegar caminando a todos lados, o sea, somos una ciudad de 230
mil habitantes, menos que gente en la UNAM, y allá fácilmente podíamos llegar
caminando a todos lados, y así tenemos muchos ejemplos de ciudades en el mundo
y son las más eficientes.
“Nosotros tenemos que
movilizar a 70 mil personas que viven en la zona sur, después del bordo de la
colonia 8 de Octubre, a los centros de trabajo que están hasta la Zona Centro,
y esto es todos los días, generando no solo contaminación, sino el tiempo de
traslado.
“El caos vehicular, es
increíble en una ciudad tan chiquita, y es por la falta de planeación que hemos
tenido y falta de cuidado en el crecimiento exponencial. Esto no va a parar, y
las ciudades están creciendo velozmente, y por primera vez, en la historia de
la humanidad, vivimos más personas en las ciudades que en las zonas rurales o
en el campo. Estamos en las ciudades donde no producimos, pero sí nos tenemos
que mover y consumir”.
— Tenemos entendido que como
observatorio, crearon un Plan de Movilidad, a corto, mediano y largo plazo.
¿Qué es y en qué consiste?
“Se hizo un diagnóstico de la
ciudad o una evaluación de cómo estamos creciendo, hacia dónde vamos, y una de
las prioridades a invertir y planear es la movilidad, que no es otra cosa de
entender cómo nos movemos, no solamente habla del transporte público,
bicicletas o automóviles, sino el caminar, que es el medio más equitativo y
democrático para movernos. Entonces, una de nuestras prioridades es esto, y se
lograron bajar fondos a través de BANOBRAS para invertir en un Plan Integral de
Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS), y trabajamos durante seis meses en este
diagnóstico, donde se tomó información de cómo nos movemos y a dónde vamos, y
ya se tienen resultados en un documento que está reconocido por la Secretaría
de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; es uno de los mejores del país y
debemos tomarlo en cuenta para conocerlo y saber de qué se trata.
— El problema del transporte
público es otro reto para Cómo Vamos La
Paz…
“Ya no podemos movernos como
hace 30 años cuando éramos un pueblito, y ahorita somos una ciudad caótica,
entonces, se deben modernizar las unidades y diseñar las rutas en un sistema
integrado de transporte, de la manera que vienen operando actualmente no les
resulta negocio, porque las rutas, al no estar diseñadas debidamente, ellos
van, vienen, recorren y dan vueltas innecesarias, generando pérdidas, y se va
el dinero de sus ganancias en el refresco, o en esto o aquello, y a la hora que
tiene que invertir en una llanta, no carecen de dinero; entonces, es un sistema
económico que les funcione a ellos, y mucho menos a la ciudadanía.
“Ahora bien, si tenemos un
sistema integrado de transporte urbano, ellos podrían convertirse en
empresarios unidos, y tener acceso a créditos y programas, y podemos tener una
ciudad con un mucho mejor diseño, donde el gobierno tiene que apoyar en las
paradas. Si tomamos en cuenta las rutas del PIMUS, prácticamente bajaría un 50%
de los kilómetros de distancia que se recorren diariamente y el transporte es
mucho más eficiente, llegamos más rápido a todos lados y contaminamos menos,
porque actualmente se recorren 51 mil kilómetros diarios entre todas las
unidades del transporte público. Como quien dice, nuestro transporte le da la
vuelta a la tierra todos los días en una ciudad chiquita como La Paz”.
En este plan también están
contempladas las redes de ciclovías, las cuales son muy importantes porque a
partir de 2016, la gasolina va a subir y, por consiguiente, los subsidios
empezarán a reducirse. De esto habló Fraustro Guerrero:
“El planteamiento de las red
de ciclovías, es que desde cualquier punto de la ciudad, nosotros podamos hacer
15 minutos, sobre todo en el caso de estudiantes que a veces no tienen dinero
para pagar todos los días el transporte, los cuales no llegan a clases, y
bueno, estamos generado hasta problemas educativos y sociales, por el tiempo
que tienen que tomar los padres de familia para moverse de su casa al trabajo,
y los cuales pierden tiempo, no descansan bien y están sin sus hijos. La red de
ciclovías está diseñada para hacer 15 minutos de un lugar a otro, y tenemos
registrados 40 mil hogares con bicicletas, las cuales se compraron para usarse,
pero no se usan, porque no hay infraestructura y nos sentimos inseguros, porque
no tenemos cultura vial; sin embargo, tenemos colectivos ciudadanos como
bicicletos, quienes están impulsado muchísimo la cultura vial. En el proyecto
viene planteado todo, en banquetas, rampas para personas con capacidades
diferentes, cruces y hasta nueve puentes en cruces de arroyo, y no tener solo
uno, que es el que conecta a la Zona Sur de la Zona Centro. El plan está en
nuestra página web, comovamoslapaz, y tenemos una versión corta de 45 páginas y
una versión larga de 700 hojas tamaño carta, por lo que es necesario que lo
conozcan, revisen y analicen el documento, porque es muy interesante”.
— Cómo nace la idea de crear
el observatorio ciudadano Cómo Vamos La Paz.
“El observatorio es resultado
de la iniciativa de ciudades emergentes y sustentables del Banco Interamericano
de Desarrollo, el cual trabaja en toda América Latina, y quien se da cuenta que
repetimos los mismos errores una y otra vez en las ciudades, y entonces crea
está iniciativa para las ciudades que estamos creciendo velozmente y sin una
planeación, como La Paz, y aplica toda una metodología.
Cuando surge este
observatorio aquí, nos damos cuenta que hace falta muchísimo trabajo ciudadano,
y hay muchas cosas por hacer, y si no tenemos la información, y no sabemos qué
pasa en la ciudad, es complicado, porque mientras Usted y yo estamos elaborando
esta entrevista, la ciudad está cambiando allá afuera, porque hay alguien que
está construyendo, demoliendo o una nueva calle; o sea, cada minuto en la
ciudad, se transforma, entonces el monitoreo es uno de los tres pilares del
observatorio ciudadano, generando indicadores de cómo estamos creciendo, qué
estamos haciendo y hacia dónde vamos.
“El segundo pilar, es tener
una misma agenda de trabajo entre los tres niveles de gobierno y la ciudadanía.
Por ejemplo, en la cumbre del cambio climático, va nuestro Gobierno Federal,
baja los acuerdos a los gobiernos de los Estados, y los gobiernos de los
Estados pueden dar las herramientas a los gobiernos municipales, son los que
realmente aterrizan con los ciudadanos, entonces, necesitamos hablar el mismo
lenguaje entre los gobiernos y los ciudadanos.
“El tercer pilar es tener
contacto con el ciudadano para que se informe y participe, y se convierta en un
ciudadano activo y forme parte de la red de observatorios de ciudades justas,
democráticas y sostenibles que existen en nuestro país y toda América Latina, y
compartir experiencias y éxitos”.
— Ustedes han instalado mesas
de trabajos y levantado censos para conocer qué temas son los de mayor
preocupación de los ciudadanos de La Paz. ¿Cuáles han sido los resultados?
“Depende de las zonas donde
nos movimos, tuvimos consultas en zonas rurales, en zonas urbanas, incluso de
infantes, en línea y de expertos y académicos, son muchas las opiniones, pero
algo en el que coinciden en términos generales en la población, es el deseo de
un gobierno honesto y transparente. Cada vez estamos más desilusionados y
sabemos menos cómo es que podemos llegar a tener una mejor ciudad con un
gobierno más transparente. Entonces esto está reflejado, y otra de las
percepciones es que hay una obvia escasez de agua y los niños reclaman más
accesibilidad para los adultos mayores, y nos dio mucho gusto encontrar está
conciencia en los niños, y finalmente más seguridad, sobre todo en ciertas
colonias y las cuales están poco iluminadas.
— La seguridad agravada en el
último año también es tema del observatorio.
“Mira, nosotros lo veíamos
venir. Desde hace cuatro años, cuando estábamos haciendo el diagnóstico, nos
dimos cuenta del número de población que está verdaderamente en el abandono, y
no es un abandono donde tenemos que llevar caridad o dar apoyos gubernamentales
para construcción de obras. Es un abandono social, de capacidades,
oportunidades y conocimiento.
“Entonces, cuando tenemos
está mancha dispersa, hay colonias en las que Usted llega a las siete de la
noche y da miedo entrar, porque está oscuro, y no el 100% de la gente que vive
ahí es delincuente, porque viven niños, familias y cientos de trabajadores y
estudiantes, donde no tienen espacios de convivencia. Hay colonias donde madres
de familia tienen que salir a trabajar a las 4:30 de la madrugada y regresan a
las siete de la noche, y tienen hijos de 3, 4, 5 y 10 años, entonces ¿qué
futuro depara a estos niños?, porque están completamente solos, saliendo
adelante como pueden, o más bien, sobreviviendo.
“Tenemos registrados casos de
estudiantes de 14 años que dejar de ir a la escuela para aventarse un colado o
ganarse un dinerito, y poder comer al día siguiente, o pagar la escuela.
Entonces, cuando llega alguien y le ofrece salir de su problema económico,
diciendo vete a este lado del crimen, entran por la única puerta abierta, y
esto no va a cambiar mientras los gobiernos sigan llevando regalos de
despensas, blocks y láminas, porque no están haciendo una transformación
social. Se requiere un trabajo realmente profundo de educación, conocimiento,
visión, y se requiere trabajar en ello. No podemos conformarnos con las
ejecuciones, y este volumen de crímenes que se habían venido cometiendo, de que
hayan parado, no nos podemos conformar y acostumbrar, porque el verdadero
problema sigue latente y está ahí en esas colonias en el abandono”.
Al referirse a los programas
gubernamentales, Lucía Fraustro se refirió a la efectividad parcial y falta de
continuidad
Del programa Valor
Sudcaliforniano, consideró que fue un buen esfuerzo y debería haber mucho más
similares donde los ciudadanos puedan participar y acercar gente, pero: “Si no
hay una continuidad, no tiene una repercusión realmente efectiva, tiene que
haber continuidad y ciudadanía que lo adopte, no puede quedar en manos de una
sola administración, porque en una sola administración no se logra hacer una
transformación real, y quiero decirle es que mucho peor, llegar a un lugar a
dar una esperanza, y luego quitarla. Es preferible no haber llegado”.
Por su labor en pro de la
participación social en las acciones de gobierno en el trabajo sustentable por
una mejor ciudad, el Consejo Editorial de ZETA, distingue a la presidenta del
observatorio ciudadano Cómo Vamos La Paz, Lucía Fraustro Guerrero, por su tenaz
lucha en materia de transparencia, cambio climático, agua, energía y movilidad
urbana en la capital sudcaliforniana.
QUÉ ES CÓMO VAMOS LA PAZ
La organización inició
estudios y proyectos en 2012, pero se constituyó de manera oficial en
septiembre de 2014, cuando Lucía Fraustro Guerrero fue formalmente elegida como
presidenta de Cómo Vamos La Paz
En la instauración formal de
la organización ciudadana, se presentó el resultado del Plan Integral de
Movilidad Urbana en La Paz, considerado el alma del trabajo desempeñado por la
asociación.
Quién es Lucía Fraustro Guerrero
Edad: 47 años
Origen: México
Profesión: Licenciada en Mercadotecnia Maestría: Mercadotecnia en Milán, Italia
Tiempo de residencia en La Paz: 22 años
(SEMANARIO ZETA / GENERALEZ/ Gerardo Zúñiga
Pacheco / Antonio de Jesús Cervantes/
05 de Enero del 2016 a las 10:58:02)
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