
Sin
pertenecerles oficialmente, Rebeca Valle Hernández, esposa de José Antonio
Chávez Hoyos -ex subprocurador de justicia en el municipio de Playas de
Rosarito, catedrático de la Facultad de Derecho de la UABC y aspirante a
magistrado-, entregó casas, con todo y
llaves, a personas que por ellas le pagaron más de 3 millones de pesos.
De
acuerdo a expedientes que ZETA pudo revisar, los contratos de compraventa con
los demandantes se celebraron a través de Inmobiliaria Jurídica Profesional y
Recuperación y Cobranza del Norte. La primera sociedad, fundada por el también
aspirante a magistrado y su esposa en 2010. En la segunda, Rebeca Valle firma
como apoderada legal en los contratos.
Ambas
casas se encuentran en el fraccionamiento La Cúspide de la delegación Playas de
Tijuana, y fueron adjudicadas por Hipotecaria Nacional Bancomer en 2010 y 2013.
Una
de las viviendas se escrituró a favor de Bancomer desde octubre de 2013, y la
otra fue vendida por el banco a la inmobiliaria -propiedad del matrimonio- en
febrero de 2011, meses después de que recibieron el pago por ella.
Los
procesos que se encuentran en el Juzgado Quinto Civil de Tijuana, iniciaron en
demanda precisamente de las escrituras públicas de las casas, e Inmobiliaria Jurídica
Profesional ha sido derrotada en ambos; sin embargo, por lo menos en uno de
ellos no hay posibilidad de que la orden de la juez se cumpla, pues no cuentan
con la propiedad.
Tanto
Rebeca Valle y Chávez Hoyos, argumentaron que ya le pagaron esa casa a
Bancomer, pero que este se niega a liberar las escrituras, lo que también le
han demandado.
La
abogada que lleva los litigios contra las sociedades fue contactada por este
Semanario, pero no accedió a compartir más información, solo reconoció que en los
dos hay una sentencia favorable a sus clientes. La defensora pidió además su anonimato y el de sus representados, dijo,
por temor a represalias.
LA CASA QUE AÚN ES DE BANCOMER
Según
información consignada en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio
(RPPC) del Estado, Geo Baja California, desarrollador del fraccionamiento La
Cúspide, vendió a dos particulares la casa ubicada en Monte Ararat número 1962, por un millón
700 mil pesos.
Seis
años después, mediante una adjudicación de remate, Hipotecaria Bancomer se
adjudicó la vivienda, que a la fecha sigue figurando dentro de sus propiedades
en la ciudad.
Lo
anterior no impidió que Rebeca Valle Hernández ofertara y vendiera a otro
particular el bien por un millón 200 mil pesos. El comprador firmó dos
contratos de compraventa: el primero de ellos en octubre de 2010 con
Recuperadora y Cobranza del Norte, en el que Valle Hernández firma como
apoderada legal. Mientras que el segundo se signó -un mes después- con
Inmobiliaria Jurídica Profesional, pero se entregó sin la firma de la socia.
Los pagos se hicieron a través de una agencia de bienes raíces denominada
Playas Realty.
En
la revisión del expediente efectuada por este Semanario, se observó que la
parte vendedora aseveró en los contratos que la casa ya había sido comprada a
Hipotecaria Bancomer, aunque en cada uno de ellos refieren fechas de compra
distintas.
En
la demanda ubicada en el Juzgado Quinto Civil de Tijuana, se presumió que
Rebeca Valle entregó formal y personalmente la casa, quedando pendiente la
liberación de escrituras y el pago de impuestos y servicios necesarios para una
adecuada protocolización de la transacción.
Fue
el no cumplimiento de este pendiente, el que motivó la iniciación del juicio
civil hasta el año 2013 por la elevación de la escritura, en el que se
ventilaron diversas pruebas, como declaraciones de testigos, contratos de
compraventa, recibos de pago y el documento de la entrega del inmueble.
En
respuesta, José Antonio Chávez Hoyos, esposo y defensor de Rebeca Valle y días
antes de tomar protesta como subprocurador en Playas de Rosarito, respondió a
los hechos narrados.
Sostuvo
que él personalmente buscó al demandante para convencerlo de que el reclamo
tendría que ser contra Recuperación y Cobranza del Norte e Hipotecaria Nacional
Bancomer para el cumplimiento del contrato, quienes en su dicho no respetaron
un contrato de venta que se hizo con ellos, para el que pagaron 916 mil 500 pesos.
Además,
negó que Valle Hernández haya tenido trato personal con el comprador, aceptó que
se le entregó el inmueble, pero que no se le negó el otorgamiento de la
escritura correspondiente, aunque a la fecha no se le ha dado.
Posteriormente,
Chávez Hoyos solicitó a la juez la participación de Hipotecaria Bancomer en el
juicio, misma que llegó hasta 2014; llamamiento que los representantes legales
reclamaron, pero terminaron por aceptar.
En
la contestación, la hipotecaria manifiesta textualmente que en lo que incurrió
Inmobiliaria Jurídica Profesional, fue en una “venta de cosa ajena”, que sugieren,
debe declararse nula, asegurando que la vivienda en Monte Ararat aún les pertenece.
COMPRADO DESPUÉS DE LA VENTA
Meses
antes (de la anterior compra), Inmobiliaria Jurídica Profesional y Recuperadora
y Cobranza del Norte firmaron, también cada sociedad, contratos con otro
particular, por concepto de otra casa en Privada Monte Athos del mismo
fraccionamiento.
Igual
que en el otro trato, los pagos se realizaron a través de Playas Realty por más
de 140 mil dólares, y derivado de lo que también se expone como una negativa de
entregar la escritura pública, nació otra demanda civil meses después, en 2011.
Una
búsqueda en el RPPC arrojó que este inmueble también fue adquirido por
Hipotecaria Bancomer mediante una dación en pago en agosto de 2010, mismo mes
en que las sociedades demandadas ya habían hecho trato con su comprador.
Sin
embargo, de acuerdo con registros oficiales, la casa quedó a nombre de
Inmobiliaria Jurídica Profesional hasta febrero de 2011, por la que pagaron un
millón 318 mil pesos. Aún se encuentra en su propiedad.
DERROTADOS EN AMBOS JUICIOS Y LA
RESPUESTA
Las
sentencias en ambos juicios fueron desfavorables para Inmobiliaria Jurídica
Profesional, Recuperación y Cobranza del Norte, y en lo personal para Rebeca
Valle Hernández, por lo que la juez María del Rosario Plascencia Ibarra los
condenó al otorgamiento de la escritura y pagos requeridos.
Sin
embargo, en uno de los casos, sentenciado el 27 de mayo de este año, la
imposibilidad de las sociedades de cumplir es obvia, al no pertenecerles la
vivienda.
En
segundo juicio, los demandados intentaron apelar la sentencia emitida el 21 de
noviembre de 2012, pero un año después, el Tribunal Superior de Justicia del
Estado rechazó el recurso.
DEMANDAS PENALES
De
acuerdo a información que se pudo obtener, Inmobiliaria Jurídica Profesional,
Recuperación y Cobranza del Norte, así como Rebeca Valle Hernández, están
denunciados penalmente (2721/15/211) por el delito de fraude específico y
falsedad ante las autoridades, ante la Agencia Investigadora de Delitos
Patrimoniales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por el
caso de la casa que no ha sido liberada por Bancomer.
Además,
aunque esto no fue tomado en cuenta por el Juzgado Quinto Civil en el segundo
juicio aquí mencionado, Rebeca presumió que su firma fue falsificada y, de
igual manera, promovió una denuncia en contra de la empresa de bienes raíces y
el otro cliente.
YA SE LE PAGÓ A BANCOMER: REBECA VALLE
Como
alegaron en el juicio, Rebeca Valle -esposa y socia en Inmobiliaria Jurídica
Profesional, de Antonio Chávez Hoyos-, sostuvo en entrevista que a Hipotecaria
Nacional Bancomer se le pagó la casa, pero que no quiere otorgar las escrituras
debido a que existen dos denuncias penales en su contra -Valle como
denunciante-, y que ponen como condicionante retirarlas.
En
lo anterior se basa la abogada para presumir que hay responsabilidad tanto de
su empresa como de la hipotecaria en el no otorgamiento de la escritura
“Cada
uno tiene responsabilidad. El primer obligado es Bancomer, porque es lo que
traba eso. Hay denuncias penales de los abogados que se negaron a cumplir en
tiempo y forma, porque provocan juicios innecesarios”.
A
pesar de que en lo que ZETA pudo revisar no es así, ella sostiene que Bancomer
también fue obligada por la juez a responder al último cliente.
—
Este tema de vender antes de tener las escrituras…, se le infiere.
“Nunca
se hace, en los contratos se ve que compramos y luego se comercializa. No
puedes vender lo que no es tuyo”.
—
Pero no tienen las escrituras.
“Nosotros,
al comprar, nos dieron la posesión, y como son trámites muy lentos, nosotros
efectuamos los gastos para que Bancomer los reembolse, y ya cuando Bancomer te
los tiene que reembolsar, es cuando dice, ‘no, ya no te pago nada’, y es cuando
se atora una escritura.
“No
es ningún delito mientras tengas el pago, la posesión, y aparte de todo eso,
los clientes tienen que saber que tarda un tiempo determinado la escritura”,
concluyó.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/ Saúl Alejandro Ramírez / Fotos. Saúl Ramírez /Internet/ 14 de Septiembre del 2015 a las 06:36:33)
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