MÉXICO, D.F. (Proceso).- En
Nuevo León, elección tras elección la historia se repite: Televisa descubre
presuntos escándalos o ilegalidades de los candidatos que amenazan la victoria
de los candidatos priistas, para tratar de revertir sus tendencias. Hace seis
años Fernando Elizondo, entonces abanderado panista, fue el blanco de sus
ataques; ahora las denuncias se centran en el candidato independiente Jaime
Rodríguez. De acuerdo con las encuestas difundidas, hasta ahora Jaime
Rodríguez, El Bronco, ya logró romper el tradicional bipartidismo en la entidad
norteña y aparece como un serio aspirante a la gubernatura.
Hace seis años Televisa
ensayó en la contienda electoral neoleonesa el modelo comunicativo que le
permitió llevar a la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto;
actualmente, una vez que ya probó que puede hacerlo en cualquiera de las
instancias de gobierno (estatal y nacional) intenta repetirlo en los comicios
estatales, aunque para ello tenga que ocupar espacio en su principal noticiario
nacional.
Las incursiones del consorcio
televisivo en los procesos electorales de Nuevo León son muy similares a las
que utilizó en la pasada elección presidencial, cuando dedicó más de 10 minutos
de su principal noticiario a difundir una grabación en la que allegados al
entonces candidato de la coalición de izquierda, Andrés Manuel López Obrador,
solicitaban a un grupo de empresarios donativos para sufragar sus gastos de
campaña.
La dinámica es casi idéntica:
promover a través de los distintos programas al candidato priista (en 2009,
Rodrigo Medina; en 2015, Ivonne Álvarez) y, justo en los momentos en que su
principal opositor empieza a captar las preferencias electorales, dar espacios
en sus segmentos noticiosos a informaciones negativas para frenar sus
tendencias positivas.
En 2009, para minar la imagen
del entonces abanderado panista se difundió el pago de un bono a los funcionarios
de la administración estatal cuando Elizondo fungió como secretario de Finanzas
del gobierno de Fernando Canales. Al aspirante no le pudieron negar su derecho
de réplica, sin embargo, de hecho lo lograron al abrirle un espacio en el
noticiario matutino de la televisora local, donde el conductor se encargó de
manipular la emisión para privilegiar la repetición de la denuncia y minimizar
la respuesta del candidato.
En este proceso electoral, el
pasado martes la televisora decidió difundir –en los noticiarios de mayor
audiencia, tanto a nivel local como nacional– información de propiedades
inmobiliarias que el candidato independiente presuntamente adquirió mientras
fungía como funcionario del gobierno estatal y durante su mandato como alcalde
del municipio de García y que, según la emisión, no incluyó en su declaración
patrimonial.
Sin cuestionar la veracidad
de la información, dado que el mismo candidato independiente aceptó tácitamente
en una declaración al periódico El Norte que sí era propietario de los
terrenos, llama la atención que la televisora haya ocultado los datos de
operaciones idénticas de la familia (padre, madre y hermanos) del actual
gobernador, Rodrigo Medina. Esto muestra la diferencia de criterios para
valorar qué difundir y qué ocultar.
El conductor estrella de
Televisa, Joaquín López Dóriga, retomó el jueves en su noticiario radiofónico
vespertino una denuncia de Silvia González, exesposa de Jaime Rodríguez, quien
asevera que durante el tiempo que estuvieron casados sufrió agresiones físicas
y verbales, lo que el candidato independiente negó el pasado miércoles en un
debate celebrado en las instalaciones de El Norte, a pregunta expresa de Ivonne
Álvarez.
Hasta el momento el candidato
independiente ha logrado captar las preferencias electorales de los votantes
nuevoleoneses capitalizando el hartazgo ciudadano en contra de los partidos
políticos y presentándose como alguien ajeno a los mismos, tras poner fin a su
militancia de más de 30 años en el PRI. Las informaciones difundidas por la
televisora afectan directamente la imagen que El Bronco pretende consolidar
entre el electorado, al vincularlo con las mismas prácticas en que incurrieron
los familiares del actual mandatario.
Es un hecho que la televisora
olvida su papel de comunicador y se involucra en el proceso electoral como un
actor más, exactamente igual que lo hizo en 2009 en favor de Rodrigo Medina; en
2012 en la elección presidencial de Enrique Peña Nieto; y ahora en 2015, para
intentar llevar a la gubernatura a Ivonne Álvarez.
Nuevamente, como sucedió tras
la elección presidencial de 2006, los partidos políticos agraviados buscaron
frenar la intromisión de las televisoras en los procesos electorales con otra
reforma constitucional, al establecer en el inciso B, del párrafo III, del
artículo sexto constitucional una disposición que “prohíbe la transmisión de
publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa”.
Esa modificación disminuyó la difusión de los boletines gubernamentales y la
presencia exagerada de los gobernantes en los espacios noticiosos, pero no
detuvo el uso de éstos para encabezar las campañas negativas en contra de los
principales opositores.
Todavía es muy pronto para
predecir el posible impacto de estas informaciones en las preferencias
electorales, pues las campañas negativas pueden provocar los efectos extremos:
frenar el crecimiento del aludido en las preferencias electorales o catapultarlo
a la victoria. Pero es un hecho que las televisoras, al menos Televisa y
Multimedios, intentarán impedir que el candidato independiente llegue a la
gubernatura de Nuevo León, entre otras razones porque ya declaró que
suspendería la compra de espacios publicitarios en radio y televisión.
El actual gobernador, en
contraparte, ha elevado sustancialmente los recursos para tal fin, lo cual, con
alta probabilidad, seguirá haciendo la actual candidata priista en caso de
ganar la elección el primer domingo de junio.
(PROCESO / ANÁLISIS/ JESÚS CANTÚ/ 7 DE
MAYO DE 2015)
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