MÉXICO, D.F. (apro).- Un nuevo caso de bullying se registró en el estado de Tamaulipas, en donde las víctimas fueron unas gemelas de siete años de edad.
A pesar de las medidas dispuestas por las autoridades federales y
estatales en mayo pasado tras la muerte por bullying del menor Héctor
Alejandro Méndez Ramírez, el nuevo incidente se registró en la escuela
primaria “Armando Barba” de Ciudad Madero.
Edith Pérez Martínez, madre de las hermanas, comentó que la directora
del colegio restó importancia al hecho cuando una de las pequeñas le
informó sobre lo sucedido, y advirtió que acudirá a la Comisión Estatal
de Derechos Humanos para denunciar el caso.
De acuerdo con información publicada por el diario Milenio, una de
las hijas de Pérez Martínez sufrió un golpe en la cabeza que le produjo
sangrado excesivo. La otra niña, al ver que golpeaban a su hermana,
intentó defenderla, pero también fue agredida por una menor que ya tiene
antecedentes de violencia contra sus compañeros.
La mamá aseguró que la maestra no se encontraba en el salón de clases
porque estaba haciendo trámites administrativos, y que la directora
hizo caso omiso cuando se le dio a conocer el hecho.
Señaló que después de ser golpeadas en el estómago, sus hijas
presentaron dolor de cabeza y vómito, por lo que hasta el momento no han
regresado a la escuela, pero la niña agresora sigue en clases sin que
las autoridades tomaran cartas en el asunto.
El pasado 14 de mayo, Héctor Alejandro Méndez Ramírez, quien cursaba
el primer grado en la secundaria No. 7 “Eleazar Gómez”, localizada en
Ciudad Victoria, Tamaulipas, fue arrojado contra la pared por cuatro de
sus compañeros en presencia de su maestra de español. Días después el
niño perdió la vida.
El procurador general de Justicia de la entidad, Ismael Quintanilla
Acosta, afirmó que se trató de un homicidio cometido “de manera
directa”.
“Aquí lamentablemente el niño perdió la vida, se cometió un
homicidio, lo cometieron de manera directa los menores de edad (…) pero
la obligación de la maestra, al estar en ese lugar, pues era haber
intervenido”, puntualizó Quintanilla el pasado 23 de mayo en una
entrevista televisiva.
“La maestra estaba en el lugar y delante de ella se dieron los
hechos, y al parecer no hubo una intervención, no hubo una acción de su
parte para impedir que los niños continuaran con este supuesto juego”,
añadió.
De alguna forma, apuntó, la omisión de la profesora “fue muy
lamentable y provocó que el niño sufriera una lesión que le causó la
muerte (…) Esta situación nos lleva a una figura de delito
preintencionado, en el caso del homicidio”.
A finales de mayo pasado, los secretarios de Educación Pública de
todo el país firmaron un convenio de coordinación para prevenir y
combatir con mayor eficacia la violencia “que se detona y expresa” en
las escuelas.
“Este instrumento no es la única respuesta al problema de la
violencia. Se trata del primero de muchos pasos que debemos dar la
sociedad y todos los niveles de la autoridad educativa en su conjunto”,
señaló la SEP en un comunicado.
En aquella ocasión, el titular de la dependencia, Emilio Chuayffet,
anunció que en agosto iniciará un programa piloto contra el acoso
escolar en el que dará seguimiento a las 15 acciones propuestas en el
convenio.
/ 3 de julio de 2014)
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