La casa de la
familia asesinada en el fraccionamiento Jardines de San Pablo fue saqueada por
desconocidos que se llevaron computadoras, teléfonos, accesorios y ropa,
denunciaron vecinos y conocidos de las víctimas.
“No puede ser que
haya pasado algo así, no después de la masacre”, comentó una de las
informantes.
Indicaron que el
lunes pasado, cuando descubrieron el homicidio de Reyna Arcelia Beltrán Ibarra,
de 36 años, y sus tres hijos, la casa estaba en un relativo orden y sin
faltantes.
Sin embargo, días
después al acudir a recoger ropa mortuoria para vestir en el funeral a los
niños y a su madre, se dieron cuenta que había un desorden.
“Al niño le tuvieron
que poner el único short viejo que encontraron; una vecina les prestó una
camiseta de su hijo para que pudieran vestirlo”, indicó una de las quejosas.
“Esto es indignante”.
Para las niñas
encontraron vestidos de fiesta, pero para el niño no.
“Todos estamos muy
enojados por esto que pasó, no sabemos si fueron los policías o las otras
personas que entraron al lugar”, mencionó una de las amistades de la madre de
familia asesinada, quien solicitó el anonimato por temor a represalias.
Sospechan que fueron
las personas que entraron a la vivienda número 30, de la Cerrada de Samaria en
el fraccionamiento Jardines de San Pablo, a investigar o a disponer de los
cuerpos, quienes se apoderaron de las pertenencias de los residentes.
Consultado sobre la
queja, el portavoz de la Fiscalía General del Estado (FGE), Julio Castañeda,
indicó que no había ninguna denuncia oficial acerca de la pérdida de objetos de
la vivienda donde se perpetró el crimen.
Algunos vecinos de
Reyna Beltrán indicaron que se están organizando para decidir si se realizará
una denuncia formal ante las autoridades debido al hecho, el que consideraron
como un acto de rapiña ante la tragedia que se vivió en ese domicilio.
A pesar de la
indignación que generó esa circunstancia, dijeron los entrevistados, las
personas que se dieron cuenta de lo que ocurrió tienen miedo de que vayan a ser
objeto de represalias por parte de quienes se apoderaron de los objetos de la
familia Herrera Beltrán.
El hurto de los
artículos de la vivienda de las víctimas fue un tema recurrente durante el
velatorio que se realizó el jueves, pero hasta ayer por la tarde los seres
cercanos a Reyna no habían interpuesto denuncia alguna ante las autoridades
estatales.
Mientras, habitantes
de Jardines de San Pablo comentaron que se están poniendo de acuerdo para
continuar rezando por el descanso de las almas de la madre de familia y de sus
hijos.
“Es algo que va a
quedar siempre, no se va a poder olvidar algo así”, mencionó uno de los
habitantes del sector. “Todos los días vamos a ver la casa y nos va a recordar
lo que pasó ahí”. (Martín Orquiz/El Diario)
(Martín
Orquiz/El Diario/ 23 DE MAYO 2014 | 23:19)
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