Planea
obtener 'miles de dólares' a cambio de estar por primera vez con un hombre...
que los pague.
Elizabeth Raine
tiene 27 años, estudia medicina en alguna universidad no especificada de
Estados Unidos, es virgen, y planea obtener algunos cuantos cientos de miles de
dólares a cambio de su virginidad. Por eso, a partir del primero de abril
inició una subasta a través de su página web elizabeth-raine.com. Quienquiera
que sea el que logre la oferta más alta se hará acreedor a 12 horas de
intimidad con Elizabeth en algún lugar de Australia, donde la prostitución está
despenalizada, a diferencia de en su natal Estados Unidos.
Como estudiante de
medicina, Raine intenta mantener su identidad anónima por miedo a comprometer
su futuro en la universidad. No tiene un objetivo específico para el dinero,
ninguna necesidad apremiante, declara que simplemente tuvo la idea de obtener
dinero a cambio de su virginidad al enterarse del caso de Natalie Dylan, la
cual en 2009 llegó a la fama por lograr una suma de 3.9 millones de dólares, a
cambio de entregar su virginidad en el Moonlite Bunny Ranch de Nevada.
Aparte de Dylan,
también la modelo brasileña de 21 años Catarina Migliorini puso a la venta su
virginidad en 2012, sin embargo, a pesar de tener ya compradores, ninguna de
las dos llevó a término la transacción. Dylan argumentó que el hombre ganador
al final retiró su apuesta y Migliorini citó una disputa con el director del
documental Virgins wanted, para el cual hacía la apuesta. A pesar de todo,
Migliorini sigue apostando por su virginidad, y ahora piensa reunir a 20
hombres de distintas nacionalidades durante 45 días en una casa para pelear por
su virginidad, y un premio en efectivo, para un reality show.
Raine dice que ella
sí llevará a término la subasta a diferencia de Dylan y Migliorini. Estudió el
mercado, el marco legal de varios países, contrato a un manager y a un
publicista, y ahora ya tiene ofertas hasta por 130 mil dólares. Pensó en
realizar todo en algún burdel como lo tenía planeado Dylan, pero no quería
terminar entregándole el 50% de sus ganancias al lugar, así que optará por un
hotel en Australia y en donar el 35% de lo que junte a obras de caridad. Dice
haber salido con algún par de chicos en el pasado, pero ser virgen según todas
las reglas, pues ni siquiera ha estado en ropa interior frente algún hombre en
su vida.
“Mi virginidad no
significa absolutamente nada para mí”, señala Raine, “nunca lo ha hecho, así
que no veo por qué no debería venderla”, “he llegado al punto en que sucede que
sigo siendo virgen y ahora que he decidido vender mi virginidad, no me imagino
perdiéndola de ninguna otra manera”.
Al parecer a Reine
sólo le importa la polémica en tanto le ayude a conseguir compradores. Sin
ideales, ni posturas políticas de por medio, repite como un mantra, entrevista
tras entrevista, el motivo del dinero por el dinero. Se define como feminista,
pero este es sólo un argumento cualquiera de una fría vendedora tratando de
posicionar un producto más en la creciente industria de la virginidad.
(TABASCO HOY/
Redacción/ 19 DE ABRIL 2014)
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